Choque entre las proyecciones nacionales y el gremio petrolero

Por segunda vez como titular de la cartera energética del país, Javier Iguacel viajó a Houston, Texas, para intentar seducir a los jugadores más rigurosos del oil & gas del mundo para llevarlos a Vaca Muerta.

Y para esto expuso un ambicioso plan energético nacional, con grandes proyecciones en el corto y largo plazo, entre las que promete generar más de 500.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos siete años.

Al margen del optimista pronóstico presentado, desde el sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, quieren modificar las condiciones laborales y reducir la cantidad de días de trabajo que los operarios pasan en el campo.

Hace meses que desde el sindicato petrolero liderado por Guillermo Pereyra, vienen insistiendo ante las petroleras para que se modifique el esquema actual en los yacimientos.

El actual convenio de trabajo no especifica la cantidad de días que pueden acumular los obreros, y en base a esto, el esquema con el que se desempeñan hoy es de 14 x 7, (14 días en el campo y siete días de descanso).

La propuesta que mantienen es que se cambie el esquema a 4 x 2, o en su defecto a 6 x 3. La razón es que buscan reducir la cantidad de accidentes en el campo.

Aquí es donde se produce el choque de prioridades entre lo que actualmente buscan los petroleros y los intereses nacionales de conquistar nuevas operadoras para desarrollar principalmente los recursos no convencionales del país.

Además de anunciar que se generarán 503 mil puestos de trabajos para el 2025, el secretario de Energía expuso que la producción de crudo y gas natural se duplicará en los próximos cinco años.

Para fin de año Nación proyecta que van a sumar 30 mil puestos de trabajo, y en el 2019 estiman que habrá 104 mil nuevos empleados en la industria del oil & gas nacional. Además, el gobierno nacional proyectó que para el 2025 el número de puestos laborales llegará a 957 mil y será el pico más alto en los próximos 12 años.

Pero, de cambiar el esquema laboral, algunas proyecciones pueden alterarse, así como también el funcionamiento actual. El ejemplo más cercano es que al reducir la cantidad de días de campo el uso de transporte deberá aumentar. Algo que afectará directamente en el presupuesto de las empresas.

“El esquema de trabajo tiene que ser de un máximo de cuatro días por dos de descanso o de seis días por tres de descanso”,

expresó hace unos días Guillermo Pereyra, el titular de Petroleros Privados.

En números