Clima electoral anticipado: por qué Juntos salió tan fuerte contra Soria
El oficialismo rionegrino asumió la designación en Justicia como una oportunidad rumbo a las legislativas. Las frías felicitaciones de Doñate y de García Larraburu reflejan que la decisión presidencial incomoda al PJ provincial.
La mandataria dijo que la decisión presidencial es respetable, pero dejó claras sus diferencias.
Algo más que sensaciones transmitió ayer la política rionegrina, luego de confirmarse la llegada de Martín Soria al gabinete nacional.
Juntos Somos Río Negro, el oficialismo provincial, mostró rápido su dirección en el camino electoral para este año. Esa línea será de marcada oposición al gobierno nacional, buscando quedarse al menos con una de las dos bancas de diputados que se disputarán en las urnas del 24 de octubre.
No fueron casuales las salidas con el mismo tono duro del senador Alberto Weretilneck y del diputado Luis Di Giacomo, los dos representantes que ya tiene el partido en el Congreso.
El exgobernador y presidente de Juntos entiende la designación de Soria en el Ministerio de Justicia como una oportunidad.
Nadie mejor que el exintendente de Roca para identificar un blanco, mostrarse en las antípodas y captar desde esa oposición a buena parte de los rionegrinos que no aprueban la gestión del Frente de Todos ni simpatizan con sus principales dirigentes.
Otra ventaja: la estrategia discursiva ya está probada en terreno, porque se usó con efectividad en el 2019. Con algunos mínimos ajustes coyunturales, Juntos tendrá su libreto armado para salir a la campaña en busca de adhesiones para sus candidatos.
“Prudencia, mesura, equilibrio. Eso es lo que esperamos de un ministro. Esperemos que sea capaz. Hasta ahora no lo ha sido”.
Juan Martín, legislador provincial de Juntos por el Cambio.
Resta resolver el posicionamiento de la gobernadora, que difícilmente podrá excusarse ante la Casa Rosada por los embates de su antecesor. Ayer se sumó a las críticas iniciales, pero habrá que ver si esa mirada particular sobre Soria deriva también en mayor rigidez en los vínculos institucionales.
El posicionamiento de Juntos Somos Río Negro impondrá un esfuerzo extra para el Frente de Todos de Río Negro, donde ya se discutía el peso específico de Soria.
Ahora las relaciones de fuerza están reconfiguradas. El nuevo ministro recuperó protagonismo, pero también queda claro que será receptor permanente de los cuestionamientos del oficialismo provincial y eso puede erosionar las chances de los candidatos del peronismo y sus aliados.
“A partir de esta designación el derecho constitucional de peticionar libremente ante las autoridades se encuentra limitado”.
Rodolfo Aguiar, secretario adjunto de ATE nacional.
Las frías felicitaciones a Soria de los senadores Martín Doñate y Silvina García Larraburu en sus redes sociales confirman que -hacia dentro de la coalición en la provincia- la decisión del presidente Alberto Fernández hace más complejo el escenario preelectoral.
Del otro lado del arco político, la rápida reacción del oficialismo rionegrino también representa un desafío para Juntos por el Cambio.
La fuerza pone en juego este año la banca de la radical Lorena Matzen y el exintendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello, empezó a recorrer la provincia para encabezar la lista.
El desafío que propone desde ayer el senador Weretilneck es demostrar quién es más opositor al gobierno nacional.
El legislador provincial, Juan Martín, que acompaña a Tortoriello en sus primeras salidas, dijo luego del anuncio presidencial que “los rionegrinos conocemos muy bien a Martín Soria y sabemos que siempre hizo de la confrontación su forma de entender la política”.
“Prudencia, mesura, equilibrio. Eso es lo que esperamos de un ministro. Esperemos que sea capaz. Hasta ahora no lo ha sido”, completó.
Soria recién asumirá en diez días, pero el clima político ya es efervescente en la provincia. Todo indica que esta vez, las elecciones de medio término, definirán algo más que dos bancas en Diputados.
Carreras desafió al nuevo ministro a intervenir en el conflicto de Mascardi
La gobernadora de Río Negro Arabela Carreras lamentó la designación de Martín Soria al frente del Ministerio de Justicia de la Nación. Al encabezar un acto en Luis Beltrán, la mandataria señaló que el exintendente de Roca “tiene ciertas dificultades para un diálogo razonable o un diálogo pacífico”.
“Los niveles de violencia que ha manifestado Soria en su trato con todos los demás nos generan preocupación”, enfatizó Carreras, aunque se mostró respetuosa de la decisión de Alberto Fernández.
“Son decisiones que debe tomar el presidente, lo hace en función de su criterio y eso es respetable”, añadió.
En breve declaraciones a los medios, Carreras pidió que el flamante ministro “ponga en agenda los problemas que tiene Río Negro como, por ejemplo, los problemas de ocupaciones por parte de algunas personas muy violentas en la cordillera”.
“La cuestión de Mascardi debería estar presente en la agenda de este nuevo ministro”, exigió la mandataria.
Una ideología de “mano dura y represión”
El sector gremial más cercano al oficialismo rionegrino también cuestionó la llegada de Soria al gabinete nacional.
“Más de uno se va a sorprender” porque “sus ideas se encuentran en las antípodas de ese sector político que integra el Frente de Todos”, dijo el secretario adjunto de ATE nacional, Rodolfo Aguiar.
El dirigente agregó que “sólo quienes no lo conocen pueden pensar que encaja perfectamente en el molde kichnerista”.
“Hay muchos esperanzados con la idea que Soria va a enfrentar a los jueces para transformar la justicia y creemos que muy rápido se van a desilusionar”, puntualizó.
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