Cocina criolla

Otro grave contratiempo surgió a raíz de las imputaciones formuladas contra Milani.

Redacción

Por Redacción

Acostumbrados a juzgar, aun sin comprender lo que sucede hoy en el sustrato de la sociedad ni cómo evolucionará la situación social y económica del país en el mediano plazo, los dirigentes marchan hacia las internas primarias, obligatorias y simultáneas del 11 de agosto con recetas repetidas que poco conmueven a los votantes. Los preparativos para influir en la conformación del Congreso (actualmente con mayoría del oficialista Frente para la Victoria), que funcionará en los dos últimos años de la gestión de Cristina Fernández, quedan relegados frente a acontecimientos felices –lo son las exitosas vacaciones de invierno–, infaustos –lo es el asesinato de la adolescente Ángeles Rawson– y molestos hasta el hastío –representados por unos pocos piqueteros que, con sus protestas callejeras, consiguen atormentar el tránsito de miles de personas–. El panorama es, por lo menos, confuso. Como muestra baste apuntar que el excandidato a presidente, Alberto Rodríguez Saá, postulado a senador por la capital federal, lejos de su San Luis natal, al pedir por un “cambio profundo” (que colocó fuera del alcance de Cristina, Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa), afirmó que la política está “mangerizada (sic)”. Con esa metáfora aludió al caso del portero Jorge Mangeri, preso por el atroz crimen de Ángeles, y al inexplicable silencio sobre lo que pasó en el edificio de Ravignani 2360. Por extensión, acusó a sus colegas de “fundamentalistas del odio” partícipes de “una pelea menor entre el gobierno y un multimedios”, que enmudecen al tener que exponer acerca de los grandes problemas, entre los que incluyó el empleo, el transporte público y el destino de la basura. “La oposición no se puede juntar, el kirchnerismo no puede dialogar”, sintetizó con buena dosis de autocrítica. Lo cierto es que, en los últimos días, la campaña se concentró en actos de corrupción en los que están involucrados exfuncionarios K. El caso saliente es el del exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime, quien se mantuvo prófugo por consejo de sus abogados hasta que una cámara federal dispuso anular pedidos de captura locales e internacionales. Y otro revuelo mayúsculo, que a partir de mañana tendrá su epicentro en la Comisión de Acuerdos del Senado, empezó a girar alrededor del ascenso a teniente general del nuevo jefe del Ejército, César Milani, un experto en inteligencia al que se acusa de haber actuado en la represión en Tucumán y La Rioja, como subteniente de ingeniería, apenas salido del Colegio Militar, en 1976. Milani, quien se comprometió ante Cristina a convertir a su institución “en una eficaz herramienta para el desarrollo nacional e integración regional”, negó los cargos personalmente frente a tribunales de esas dos provincias, pero deberá ahora sortear en el Parlamento el vendaval que lo cuestiona. Los organismos defensores de los derechos humanos están divididos: el CELS sostiene que no hay cargos robustos en su contra, mientras un sector de Madres de Plaza de Mayo y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel pidieron revisar exhaustivamente sus antecedentes, a la luz de lo declarado por ex presos políticos. La emblemática Hebe de Bonafini no se pronunció. En el Senado, donde el postulante oficialista Daniel Filmus renunció a la Comisión de Acuerdo para evitar el debate, el bloque de Cristina señaló que se ha politizado el tema, ya que Milani sorteó en el pasado, desde coronel para adelante, tres exámenes similares sin dificultades. Igual, habrá impacto en las elecciones, ya que los detractores del “modelo” machacarán con que el kirchnerismo está bajando banderas en materias sensibles: la violación a los derechos humanos y la soberanía energética. Esto último, debido a que tras la expropiación de la española Repsol, la YPF estatizada anunció la semana que pasó un acuerdo con la norteamericana Chevron, para explotar durante 35 años hidrocarburos no convencionales en la localidad neuquina de Vaca Muerta. ¿Traje a medida para la firma estadounidense, que podrá exportar el 20% de lo que se obtenga a partir del quinto año sin tener que pagar retención alguna? Los defensores de la iniciativa (que tras la anuencia de Jorge Sapag deberá ser ratificada por la Legislatura de Neuquén) fueron la propia presidenta y el viceministro de Economía, Axel Kicillof. “Es un convenio importantísimo. Nos decían que no traíamos inversiones extranjeras, que no nos tenían confianza y ahora son todos palos en la rueda. Se parecen a la gata Flora”, lanzó sin ruborizarse Cristina. “En un día pasamos de chavistas a vendepatrias”, reforzó Kicillof, quien irritado por “la mala onda de la oposición” pronosticó “un carnaval, un boom petrolero”, a través de un entendimiento “fifty-fifty” en el que YPF tendrá la dirección del proyecto y el acceso a tecnología de avanzada. Las disidencias en otros ítems centrales, como la investigación inconclusa del atentado contra la AMIA que dejó 85 muertos en 1994 y el tratado no firme con Irán, profundizan las divisiones entre argentinos. En paralelo, en un escalón infinitamente menor, no se sabe con certeza si Mauricio Macri pactó con Massa, en el principal distrito del país, pese a sus dichos y los de Gabriela Michetti, primera aspirante a senadora porteña.

arnaldo paganetti arnaldopaganetti@rionegro.com.ar

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