Cómo recrear la esperanza en los pueblos

Contexto

Lo que acaba de concretarse en Cervantes -en comunidad entre productores, funcionarios y profesionales- es lo mismo que un grupo de jóvenes investigadores -que en los últimos años trabaja en la recuperación de pequeños poblados del interior del país- ha logrado lo impensable para estos tiempos de crisis: frenar el lento emigrar de sus habitantes y recrear la esperanza mediante proyectos de desarrollo innovadores, con la participación y el compromiso de la comunidad.

«Lo que nosotros estamos haciendo es tratar de crear oportunidades para tentar a la gente a quedarse en sus comunidades y, en lo posible, hacer que los que se fueron, vuelvan», aseguró Marcela Benítez, titular del programa «Responde» (Recuperación Social de Poblados Nacionales que Desaparecen).

El éxito y la aceptación por parte de la gente no tardó en llegar; la localidad de Irazusta, en el departamento de Gualeguaychú de la provincia de Entre Ríos -que pasó de tener en su origen más de 1500 habitantes para descender a los 442 a fines del año 1991-, ha comenzado una leve pero significativa recuperación.

«Como la mayoría de los pueblos de menos de 2 mil habitantes, que son el objeto de nuestro trabajo, Irazusta había sido abandonado por el ferrocarril; la asistencia médica se reducía al mínimo -una vez por semana-; el asfalto se encontraba a 13 kilómetros del centro urbano, y así muchas calamidades más», relató.

A esta joven investigadora del Conicet y a sus compañeros no los amilanó el desafío, menos aún el escepticismo inicial de los pobladores que se preguntaban cómo iban a salir adelante sin que les dieran dinero en mano.

«Pero el pueblo salió adelante -aseguró con entusiasmo-; con un programa de turismo rural que les llevamos a la gente; ésta, que en la mayoría de los casos tenía alguna habitación libre de algún hijo que se había ido, comenzó a abrir sus casas para los turistas».

Hoy, tras más de un año en que se puso en funcionamiento el emprendimiento, Irazusta ha dejado de morir. Tanto que hasta se han afincado diez nuevas familias y hay un plan del Instituto Provincial de la Vivienda para la construcción de otras diez unidades. «Es un pueblo que se puso de pie sin esperar limosna de cajas de alimentos ni nada por el estilo, sino que se arremangó y sacó a relucir su creatividad y ganas de conservar su terruño», subrayó.

La tarea de estos jóvenes emprendedores tuvo su origen en un estudio de campo en el que visitaron unos 160 poblados de un total de 430 con menos de 2 mil habitantes.

Según el censo de 1991, estas localidades involucraban a una población de 163.066 habitantes, lo que representaba el 32 por ciento del total de las localidades rurales de todo el país.

«Pero en el censo del 2001 -precisó Marcela-, se obtuvo la información de que los poblados en riesgo de desaparición podrían alcanzar el 50 por ciento del total de las localidades rurales; había que actuar con rapidez».

En tal sentido, la organización «Responde» puso en funcionamiento cuatro programas específicos; la Comunidad Virtual; Turismo en Pueblos Rurales; Pueblos Dorados y Pueblos Artesanales, con el objetivo de evitar la desaparición de los poblados e instrumentar medidas para su desarrollo económico.

El programa «Comunidad Virtual» prevé la construcción de una red integrada por este tipo de poblaciones, mientras que el de «Turismo Rural» trata sobre un nuevo concepto de turismo donde el alojamiento y la gastronomía se realizan en casas de familia; se estima que un 35 por ciento de los poblados chicos está en condiciones de aprovechar este emprendimiento.

Para imitar, indudablemente.


Lo que acaba de concretarse en Cervantes -en comunidad entre productores, funcionarios y profesionales- es lo mismo que un grupo de jóvenes investigadores -que en los últimos años trabaja en la recuperación de pequeños poblados del interior del país- ha logrado lo impensable para estos tiempos de crisis: frenar el lento emigrar de sus habitantes y recrear la esperanza mediante proyectos de desarrollo innovadores, con la participación y el compromiso de la comunidad.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios