Compromete la promesa del “nunca más”
El cipoleño Juan Pablo Bohoslavsky se desempeña como experto en deuda soberana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en Ginebra. Doctor en Derecho, estudió en universidades de Argentina, Estados Unidos y Europa. Fue consultor de empresas, del Estado argentino y de la Cepal. Integró el primer directorio de AySA en representación del Estado. Ha publicado libros y artículos en diversos países sobre deuda pública, inversiones extranjeras directas y derechos humanos. Habló con “Río Negro” sobre cómo surgió este trabajo. –En los últimos años asistimos en Argentina a un desarrollo formidable de expresiones de responsabilidad –penal, civil, administrativa, política– de los actores económicos que contribuyeron a consolidar el régimen y se beneficiaron de él. Pero ese desarrollo no había sido sistematizado ni contaba con un marco teórico, que es lo que intentamos hacer con el libro. Los autores provenimos de un amplio abanico de disciplinas científicas, lo cual garantiza un abordaje interdisciplinario del terrorismo de Estado. Además, las distintas edades garantizan una mirada intergeneracional del tema, que entrelaza agendas en torno a las atrocidades del pasado, la justicia social y el fortalecimiento de la democracia. –De su tarea en la ONU, ¿qué experiencias identifica de justicia transicional que, buscando reparar los efectos del pasado, logren mejorar las perspectivas para evitar que sus causas vuelvan a suceder en el futuro? –Más allá de los juicios de Nüremberg contra empresarios que contribuyeron con el Estado nazi, no conozco casos en los que se haya abordado de manera sistemática la responsabilidad de los cómplices económicos. Esto es un problema, como indicamos en la introducción del libro, porque la falta de consideración de los factores económicos que contribuyeron a mantener una dictadura crea un peligro de ceguera histórica que puede resultar en una amnesia que comprometa la promesa del “nunca más”. Tratar sólo los factores políticos de un período de represión, omitiendo la dimensión económica, alimenta el riesgo de que esos mismos factores económicos –porque no han recibido señal sancionatoria alguna proveniente del derecho y muy en especial si resultó una actividad rentable– faciliten la nueva emergencia y el mantenimiento de un régimen similar en el futuro.
Archivo Adjunto
El cipoleño Juan Pablo Bohoslavsky se desempeña como experto en deuda soberana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en Ginebra. Doctor en Derecho, estudió en universidades de Argentina, Estados Unidos y Europa. Fue consultor de empresas, del Estado argentino y de la Cepal. Integró el primer directorio de AySA en representación del Estado. Ha publicado libros y artículos en diversos países sobre deuda pública, inversiones extranjeras directas y derechos humanos. Habló con “Río Negro” sobre cómo surgió este trabajo. –En los últimos años asistimos en Argentina a un desarrollo formidable de expresiones de responsabilidad –penal, civil, administrativa, política– de los actores económicos que contribuyeron a consolidar el régimen y se beneficiaron de él. Pero ese desarrollo no había sido sistematizado ni contaba con un marco teórico, que es lo que intentamos hacer con el libro. Los autores provenimos de un amplio abanico de disciplinas científicas, lo cual garantiza un abordaje interdisciplinario del terrorismo de Estado. Además, las distintas edades garantizan una mirada intergeneracional del tema, que entrelaza agendas en torno a las atrocidades del pasado, la justicia social y el fortalecimiento de la democracia. –De su tarea en la ONU, ¿qué experiencias identifica de justicia transicional que, buscando reparar los efectos del pasado, logren mejorar las perspectivas para evitar que sus causas vuelvan a suceder en el futuro? –Más allá de los juicios de Nüremberg contra empresarios que contribuyeron con el Estado nazi, no conozco casos en los que se haya abordado de manera sistemática la responsabilidad de los cómplices económicos. Esto es un problema, como indicamos en la introducción del libro, porque la falta de consideración de los factores económicos que contribuyeron a mantener una dictadura crea un peligro de ceguera histórica que puede resultar en una amnesia que comprometa la promesa del “nunca más”. Tratar sólo los factores políticos de un período de represión, omitiendo la dimensión económica, alimenta el riesgo de que esos mismos factores económicos –porque no han recibido señal sancionatoria alguna proveniente del derecho y muy en especial si resultó una actividad rentable– faciliten la nueva emergencia y el mantenimiento de un régimen similar en el futuro.
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