Murió Sofía Sarkany: cuáles son los síntomas del cáncer de útero y cómo prevenirlo

Cuando la diseñadora murió luchaba contra el cáncer de cuello de útero desde 2018, una enfermedad provocada por el HPV o virus del papiloma humano. ¿Qué es y cómo se detecta?

La muerte de Sofía Sarkany conmocionó al país, no solo porque hace unos días se desconocía que padecía cáncer de útero desde 2018, sino porque el pasado lunes 22 se había convertido en mamá a través de una subrogación de vientre que se llevó a cabo en Miami, Estados Unidos. A pocas horas de que se diera a conocer el fallecimiento de su hija Ricky Sarkany la despidió en en sus redes sociales. «Viví rodeada de mucho amor, ‘fui muy feliz’. 1989-2021», escribió el empresario en referencia a las últimas palabras que dijo la diseñadora antes de morir. Mientras que su esposa, Graciela Papini, posteó una imagen con su hija junto a la leyenda: «Así, para siempre. Te amo».

Más de 2.000 mujeres mueren cada año en Argentina por cáncer de cuello de útero, causado por el virus del papiloma humano (VPH), para el que existe una vacuna dentro del calendario nacional, se puede prevenir con el uso de preservativo y es posible curar si se detecta en forma temprana.

Según Fundación Huésped, el Virus del Papiloma Humano (VPH, o HPV por sus siglas en inglés) es una familia de virus que puede afectar la piel, la zona de la boca, la zona genital o anal. Existen más de 200 tipos de virus, pero poco más de 40 afectan la zona genital y pueden dividirse en dos grandes grupos:

• Los VPH denominados «de bajo riesgo«, que generalmente se asocian a las lesiones benignas, como las verrugas y que no evolucionan a lesiones precancerosas o cáncer.

• Los VPH denominados «de alto riesgo» pueden llegar a provocar la alteración de las células generando lesiones precancerosas, que con el tiempo pueden evolucionar y convertirse en un cáncer.

El tipo de cáncer más común causado por los VPH de alto riesgo es el cáncer de cuello uterino. Los demás tipos de cánceres genitales relacionados con el VPH (de pene, de ano) son menos frecuentes. El VPH se ha vinculado también a algunos cánceres de la boca y la garganta.

¿Cómo se transmite? El VPH genital se transmite de una persona a otra, mediante el contacto piel con piel en las relaciones sexuales. El virus no se contrae al usar inodoros, compartir cubiertos o en la piscina. Es un virus de fácil transmisión y es muy común. Se estima que 4 de cada 5 personas (es decir, el 80%) van a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento de sus vidas. Tanto mujeres mujeres como varones pueden contraer y transmitir el VPH.

¿Cuáles son los síntomas? La mayoría de las veces la infección por VPH no presenta síntomas evidentes y el sistema inmunológico se encarga de curarla de manera espontánea. En general los VPH de bajo riesgo producen verrugas en los genitales o ano: protuberancias o abultamientos que pueden ser de diversos tamaños y que en casos graves suelen tener forma de «coliflor». Las verrugas se pueden tratar, aunque pueden volver a aparecer si el sistema inmunológico de la persona no ha eliminado totalmente el VPH. Los tipos de VPH que provocan verrugas no provocan cáncer. Los VPH de alto riesgo no suelen dar síntomas.

Tener VPH no significa que se vaya a desarrollar una lesión. Se estima que solamente el 5% de las infecciones por VPH no desaparecen solas y se vuelven persistentes. Sólo si la infección persiste por muchos años, (se calcula de 5 a 10 años), los VPH de alto riesgo oncogénico pueden causar lesiones en el cuello del útero que pueden evolucionar al cáncer.

¿Cómo se detecta? La prueba de Papanicolau (comúnmente llamado PAP) y la prueba del Virus del Papiloma Humano son dos tipos de revisiones médicas que permiten identificar alteraciones en el cuello del útero que dan cuenta de la posibilidad de que se desarrolle cáncer cervical.

El Papanicolau es un examen pélvico que permite detectar alteraciones en las células del cuello del útero antes de que se desarrolle el cáncer. Consiste en introducir un espéculo en la vagina para separar las paredes y, posteriormente, recoger una muestra de las células del cuello del útero con una espátula o cepillo. Esta muestra se envía al laboratorio para ser analizada y detectar alteraciones celulares anormales. Se recomienda que a partir de los 25 años todas las mujeres se realicen el examen.

Por su parte, la prueba del virus del Papiloma Humano detecta los tipos de virus del papiloma humano de alto riesgo que pueden provocar cáncer cervical. El proceso es similar al del Papanicolau.


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