Cuenca defendió al cura Bergliaffa, sancionado por el Vaticano por abuso sexual de una menor

El obispo del Alto Valle leyó una carta en la misa de ayer. Dijo que no hay causa penal que impida al sacerdote residir en Roca y moverse con libertad. El religioso fue sancionado en el 2014 por el Vaticano, luego de que abusara de una menor en Córdoba.

No hay causa penal en su contra y por ese motivo puede moverse en libertad. Esa fue la idea a la que se aferró ayer el obispo del Alto Valle, Marcelo Cuenca, para defender la decisión de alojar en la sede de la Diócesis a un cura sancionado por el Vaticano por haber abusado sexualmente de una menor de edad.

Cuenca dio misa ayer temprano en Roca. Pocas horas antes había regresado desde Córdoba, donde participó de los actos por el 103º aniversario del fallecimiento del Cura Brochero.

Ya estaba al tanto de las repercusiones que generó la revelación de la semana pasada, cuando se confirmó que el sacerdote Luis Alberto Bergliaffa formaba parte del grupo que habita el inmueble de calle Rodhe casi Buenos Aires, en esta ciudad.

Por eso se presentó ante los fieles con un escrito, en el que se defendió de los cuestionamientos y cuestionó a los periodistas de “Río Negro”, Hugo Alonso y Melina Campos, autores de la nota publicada el jueves pasado, luego de una información inicial del diario nacional “Página 12”.

Cuenca dijo que estaban mal informados porque Bergliaffa no tiene causa penal en su contra, por lo tanto puede circular con tranquilidad por las calles, al igual que el Arzobispado de Córdoba -donde fue juzgado por un tribunal eclesiástico- puede disponer su traslado.

“Río Negro” nunca informó que existiese una causa penal contra Bergliaffa. De hecho, resaltó que esa característica del caso es la que le permitió llegar sin problemas a Roca, luego de que en Córdoba lo sancionaran por haber abusado sexualmente de una niña en su parroquia, en el barrio Matienzo de la capital.

El obispo confirmó que el religioso está en Roca pero en carácter de huésped y negó que tenga un cargo administrativo en la iglesia local. Cabe recordar que en publicaciones de Facebook, el personal del Obispado lo menciona como compañero de trabajo.

Por último, Cuenca señaló que sus abogados estaban trabajando para solucionar todo e insistió en que informaciones como ésta “sólo desinforman a la sociedad”, según el relato que hicieron feligreses que lo escucharon.

Hasta ayer el Obispado del Alto Valle había mantenido un riguroso silencio en torno al caso y, ante el requerimiento periodístico, sólo se había limitado a expresar que la respuesta sería dada oportunamente, por el mismo obispo diocesano, cuando regresara a la zona.

El que todavía está fuera de Roca es Bergliaffa, quien también habría estado en Córdoba durante los últimos días.


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