Puel Kona, la banda neuquina de origen mapuche que tocó con Roger Waters, editó Weftun, su tercer disco
Grabado en Paso Córdoba con la producción de Goy, de Karamelo Santo, este álbum muestra una evolución en el sonido y la composición de la banda que combina el ska punk y el rock con con elementos tradicionales de la música mapuche. Siete de sus once canciones están en mapuzugun
El sábado 10 de noviembre de 2018 se llovió absolutamente todo, en la ciudad de Buenos Aires y alrededores. Ese día, por la tarde tenían que jugar Boca y River, en La Bombonera, la primera de las dos finales de la Copa Libertadores. No pudieron hacerlo: el partido fue suspendido por la cantidad de agua caída (y aún por caer). Ese día, por la noche, en La Plata, Roger Waters tenía previsto dar el segundo de sus dos conciertos en el marco de la gira “Us + Them Tour).
Hasta último momento se esperó por una posible suspensión del impresionante show musical y audiovisual del ex Pink Floyd. La tormenta eléctrica era feroz, los rayos caían en los alrededores del estadio platense de manera brutal. Aun así, la productora confirmó que el concierto no se suspendía.
Aunque no paró de diluviar, pero con la certeza de que se hacía, una multitud llenó el estadio. Mientras el agua seguía cayendo del cielo, los Puel Kona salieron a escena para abrir, por segunda vez, la escala argentina de Waters. Y fue increíble (o no), porque, apenas sonaron los primeros acordes de la banda neuquina de origen mapuche que combina rock, ska, cumbia, hip hop con elementos tradicionales de la música y la cultura mapuches, incluido su idioma, paró de llover, el cielo se estrelló y lo que siguió fue una hermosa noche de música, la de Waters, la de Pink Floyd tocada por Waters y la de los Puel Kona que el mundo, aquella noche, conoció.
Por entonces, la banda surgida del Lofche (comunidad mapuche) Newen Mapu que cautivó a todos con su combinación sonora y estética de instrumentos originarios con aquellos propios del rock, estaba pensando en su tercer disco, de eso hablaban en cada entrevista que daban. Pero el sucesor del homónimo debut editado en 2014 y de Kintu Newen (2016) se hizo esperar acaso más de la cuenta: Weftun acaba de ser editado y créanme, sí que valió la pena esperarlo tanto.
Puel Kona: cómo hacer un tercer disco
“Parece mucho, no?”, dice entre risas Umaw, bajista y miembro fundador de Puel Kona, que en mapuzugun, el idioma mapuche, significa guerreros del este. Umaw, que también toca la xuxuka (trutruca), un instrumento aerófono hecho de caña de colihue, revela los motivos de tanta espera que, en realidad, puertas adentro de la banda, no fue tal. Todo ese tiempo estuvieron a su modo trabajando en la música. “Al más mínimo detalle”, afirma.
El disco se grabó a lo largo de una semana de octubre de 2022. Puel Kona, conformado por los hermanos Amaru (coros, teclados, xompe, xuxuka y pifvjka), Lefxaru Nawel (voz, guitarra y pifvjka), Umaw, Ignacio Gentile (batería, coros y percusión) y Franco Vázquez (guitarra), junto a Goy Ogalde, líder de Karamelo Santo y productor de todos los discos de la banda, se instaló en una casona hecha de barro, madera y piedras en la zona roquense de Paso Córdoba, sobre la margen sur del río Negro. Allí, con la ayuda de Chakal Navarro, baterista de La Estafa Dub e ingeniero de sonido del disco, montaron una especie de estudio de grabación que le dio al sonido del disco un sonido muy particular.
«Semilla», primer corte de Weftun, de Puel Kona
“Queríamos hacer un disco que fuera íntegramente grabado acá, en un espacio en el que nosotros estuviésemos cómodos, que sea familiar, porque la otra opción que teníamos era irnos a Buenos Aires, a grabar a lo de Goy, donde habíamos hecho los anteriores discos”, cuenta Umaw.
No era que en Buenos Aires no estuvieran cómodos, de hecho, se sentían como en casa. Kangrejo Records, el estudio de Goy, está a un par de cuadras de la cancha de Boca. “Imaginate, nosotros somos muy futboleros y muy hinchas de Boca. Salíamos a la terraza y veíamos La Bombonera.¡Muy inspirador!”

A la banda le preocupaba tener un tiempo muy acotado para grabar el disco. “La posibilidad que nos dio hacerlo acá fue tener nuestros tiempos, poder estar haciendo el disco en el medio del campo. Salíamos de la casa y teníamos la barda, teníamos atardeceres espectaculares, aparte nos tocó un clima hermoso, creo que no llovió en toda la semana, fue ideal para grabar. Con nuestros tiempos, con nuestras reglas, con lo que nosotros habíamos pensado. Una paz tremenda, cuando salías de grabar, siempre había un compañero que tenía mate, algún otro que estaba cocinando, por ejemplo, nos dividimos las tareas. Fue como irse de campamento durante una semana, pero con tu familia y grabar un disco”, revela Umaw.
Buscar un sonido
La idea de grabar en esa casona que no era un estudio ni nada parecido y que hubo que acondicionar para tal fin podía no ser una buena idea después de todo, más allá de lo bucólico del entorno. Pero lo fue. “Cuando le contamos a Goy que era un espacio con paredes de piedra, barro y madera, el flaco dijo ‘esto debe estar tremendo’. Y cuando vino, estuvo tocando la guitarra quedó maravillado. El Chakal también, coincidió en que sonaba muy bien, porque si no nos hubiese dicho enseguida, che, esto no suena bien, vamos a tener que meterle mucho proceso, vamos a tener que grabar muy pegado. Y la verdad es que usamos todo el espacio, y no hubo que acustizar absolutamente nada”.
“Cuando empezamos a escuchar lo que teníamos grabado y cómo sonaban algunas canciones y la verdad es que se escuchaba maravilloso”, reconoce Umaw, quien además de músico es periodista de Radio Calf Universidad, de Neuquén. “Las canciones no tuvieron mucho proceso en cuanto al sonido. Sí algunas correcciones, algo que había quedado medio bajo, detalles, pero el sonido, la instrumentalización, la sonoridad que nosotros queríamos que tuviera el disco, ya estaba todo ahí”.

De hecho, la banda se tomó todo mucho tiempo para eso, para trabajar el detalle del sonido de cada instrumento. los propios y los otros, por así decirlo. “Queríamos que todo estuviera de la mejor forma, se escuchara todo, que todos los instrumentos estuvieran con los niveles que correspondía para que sonara esa armonía musical que nosotros habíamos previsto. Y eso lo logramos a través de los equipos que tiene el Chakal, de su destreza para grabarnos y también del Goy para agarrar todo eso, juntarlo y que suene todo bien. Porque una cosa es cómo suena en tu cabeza y lo que hayas ensayado y otra cosa es escucharlo después en la máquina. Cuando nosotros escuchamos lo que nos habíamos imaginado reflejado en el sonido, dijimos, wow, es por acá, ¿no? La verdad es que por aquí era”.
Trabajamos para que plataformas como YouTube incorpore el mapuzugun como otro idioma para traducir contenidos. Es parte de nuestro objetivo musical y político”.
Umaw, bajista de Puel Kona
“Fue un laburo de mucha paciencia”, cuenta Umaw, “sobre todo porque queríamos tomarnos ese tiempo para que todo lo que nos habíamos imaginado sonara como nos habíamos imaginado. Por suerte contamos también con la gran paciencia que tiene Goy, que nos quiere un montón y que quiere que este disco suene bien. Fue un trabajo conjunto, de mucha paciencia y de mucho escuchar al otro”.
El derrotero musical de Puel Kona es más extenso que su discografía, pero sus discos son una buena hoja de ruta para seguir. “El primer disco suena muy punk, suena muy, muy punk” reconoce Umaw. “Era nuestro primer disco y queríamos grabar… queríamos grabar, y no teníamos tan afinado esto de la sonoridad, de Puel Kona. Sabíamos lo que queríamos, pero no sé si lo sabíamos expresar muy bien, entonces suena bastante punk en ese sentido, de grabar y hacer tu primera experiencia”.

Kintu Newen (Buscando la fuerza) contó con la participación de artistas como HernánDe Vega (Las Manos del Filippi) y GamBeat (productor y bajista de Mano Negra y Manu Chao solista) es un poco más tranquilo, pero no mucho más tranquilo. Quizás algo más melódico que el filoso disco debut. “No deja de tener todo el espíritu del otro, pero es como que apuntamos a eso desde otro lugar. Kintu Newen fue hecho con mucha paciencia también y fue también muy disfrutado en ese sentido. Hay un tema en ese disco que se llama ‘Sola’, un ska que creo fue el hit de ese disco. Ese tema es un ejemplo de cómo pudimos decir lo que queríamos decir, pero desde otro lugar sonoro, más reflexivo si se quiere, sin dejar de ese filo que tenía el primero”.
Kintu Newen fue un piso, dice Umaw. Cada paso que da, la banda encuentra un piso. Lo fueron en su momento los dos primeros discos. Lo fue también haber sido elegidos por Roger Waters para abrir sus dos shows de Us + Them Tour en La Plata “Fue un piso en la carrera musical de Puel Kona, por todo lo que pasó entre medio, porque pasaron muchas cosas en el contexto de Kintu Newen, digamos, hasta que empezamos a planear Weftún. Pasaron un montón de cosas, pero dijimos Kintu Newen es un piso”.
Encontrar el sonido
Que Weftun no sea el techo, que Weftun sea otro piso más fue la perspectiva desde la que produjeron el flamante disco. “Yo no sé cuántos discos más vamos a grabar, qué otras versiones o qué otra cosa vamos a hacer. Capaz que ahora hacemos, no sé, un disco de todo de covers, o un disco de canciones para niñes o no sé. No sabemos lo que va a pasar hoy, pero siempre fueron pisos, jamás fueron un techo. ¿Qué es lo que pasó? En términos generales, que queríamos que esa sonoridad que nos habíamos imaginado sonara tal cual. Entonces, bueno, también nos demoramos un tiempo por eso, pero fue trabajado con esa paciencia que creo no tuvimos en el primer disco, para mí, a tono personal”.

Wefftun tiene un trabajo sonoro diferente a los discos anteriores, entre otras cosas porque, dice Umaw, los encontró más maduros como personas, consolidados en sus familias. “Esa misma paciencia que tenemos nosotros entre nosotros en nuestros espacios familiares, en nuestros espacios laborales, la quisimos aplicar en el disco. No es que lo tomamos con calma porque se nos olvidó mandar la corrección al Goy (risas). No, escuchábamos, nos sentábamos, escuchábamos hasta el mínimo detalle, le decíamos che Goy, acá hay mucho efecto de esto, bájale un poco porque si no como que se pierde, sobre todo en la instrumentalización mapuche, eso es muy importante para nosotros y tiene un rol fundamental, tiene que sonar al mismo nivel la trutruca y el cultrún que la guitarra eléctrica. Ninguno tiene que sobrepasar al otro, tiene que haber un balance, tiene que haber un equilibrio ahí, porque la esencia de Puel Kona es esa, nace de ese lugar, de la música tradicional mapuche con la música más eléctrica, de una guitarra a un bajo”.

Weftun consta de once canciones, siete de ellas tituladas y cantadas en mapuzugun, lo que le da una musicalidad muy particular. Cantado en clave de canción, es un idioma que gana en sonoridad poética, escucharlo en la voz de su cantante Lefxaru Nawel, quiena demás toca la guitarra y la pifvjka es verdadero un viaje sonoro. “Fue una decisión deliberada para dar ese ejercicio también, no?”, dice Umaw sobre el gesto de cantar en mapuzugun sin traducción a mano del escucha. “Me animo a decirte que mucha gente está retomando el idioma. Hay muchísima gente que lo está recuperando y que al escuchar una canción como ‘Wenu Mapu’ van a entender. Y es un ejercicio para el resto de la gente también tener que acostumbrarse a que es un idioma que está muy presente en Neuquén y Río Negro, es un idioma que está vivo, que está presente en la toponimia de ambas provincias. Hablás o pronunciás mapuzugun y no te das cuenta de que lo estás haciendo. Para nosotros es una propuesta para aquellos no lo saben y quieren aprenderlo pueden hacerlo a través de las canciones. Que mejor que hacerlo a través de las letras de una canción”.
Una idea al respecto es trabajar junto a YouTube y las redes sociales para que el mapuzugun se incorpore a las plataformas como otro idioma para traducir contenidos. “Es parte de nuestro objetivo musical y político la posibilidad que se respete eso”, destaca Umaw. “El mapuzugun es un idioma súper poético. También es cierto que hay cosas que no podríamos decir en mapuzugun. ‘Sicario’ está en castellano porque ¿cómo diríamos asamblea extractivista o glifosato en mapuzugun?” (risas)
Weftun: canción x canción x Umaw
Pewmakayayu: (Seguiremos soñando los dos. “Que dos lo decide cada uno” comienza con un trompe. Esta canción tiene mucha preponderancia los instrumentos mapuches. Arranca con el cultrum y la trutruca, no tiene guitarra. Hay un bajo que suena muy allá. Entrás de a poco una guitarra, teclado y bajo.
Weftulen: es más emotivo aun que el primero. Sobre todos los coros de Melisa de We Way. Lo hace más épico. Hay algo en la canción, en la melodía que es muy emocionante. Por la forma en que cantan Lef y Meli. Lo sienten mucho a la hora de cantarlo. Tiene la guitarra de Fran. Es de los temas que más me gusta, tiene la emotividad de lo personal. En el anterior era un amor más fraternal, acá la letra y la interpretación vocal es emotiva desde lo personal. Tiene que ver con ese renacer.
Plurinacional. Mas Karamelo Santo, mas Puel Kona en modo reggae, en el ska. Con este tema arranca la banda en el disco. Su letra habla de la unión de los objetivos que tenemos como pueblo es que se reconozca la plurinacionalidad en Argentina. Hay muchísimas naciones, muchos idiomas y que tenemos mucho que aportar. No somos el problema, somos la solución a muchas de las cosas que vienen pasando. Es una reivindicación porque no es un ritmo propio nuestro. Tiene esa particularidad que su ritmo no es de nuestro territorio pero que nosotros lo tomamos para decir además del cultrún y la trutruca, existen otros instrumentos que viene de Norte, hay un bombo legüero y otras sonoridades que para nosotros es buenísimo. Crecimos escuchando eso. Tiene trompe y cultrún y una caja típica del norte. Está hecha con instrumentos originarios no necesariamente mapuche.
Semilla: otra canción de corte Puel Kona, para tocar con Ska-P si alguna vez vuelven a la región (risas). Con esta forma de ska punk que es parte de nuestro estilo musical. Tiene una parte que habíamos dejado de lado de ‘Malditas petroleras’, unos solos de viento. ´Malditas petroleras’ nace como un tema de seis minutos, pero Goy no pidió cortarla a la mitad. Esa parte que habíamos dejado afuera la retomamos para Semilla. Es un ska punk a pleno para saltar y cantar.
Aliq (Fiebre): habla de una persona que viaja, sueña, tiene premoniciones Es un poco más mística, más espiritual si se quiere. Y lo hace en forma de purrún. Nuestras compañeras de We wai y se escuhan al final. Esto es música tradicional mapuche a pleno.
Wvñelfe (lucero del alba). Es particularmente espiritual pero en otra clave que ‘Aliq’. Vuelve la parte filosa y agresiva de la música de la banda. Tiene mucha distorsión, salvando la distancia me recuerda a Foo Fighters. Esto es rock con trompe, trutruca y el cultrún un poco metido por ahí. Tiene las guitarras muy al frente y el bajo de Leo Gonzáles, en este caso.
Tiene ese espíritu más guerrero basado en esa espiritualidad que caracteriza al pueblo mapuche. Habla de un lucero que guía a la persona, que dice que no le tiene miedo a la noche, que está en su lugar y que todos esos elementos que la rodena la conocen, saben quién es, lo han visto crecer, caerse, levantar y le dan fuerza para volver a conectarse con la tierra, la gente. En clave de rock, un mensaje super espiritual. Es para roda aquellas personas que sientan que el lugar donde están es su tierra y que por ello no tienen nada que temer, que nada allí les hará daño.
Wenu Mapu: (la tierra de arriba) Tiene un mensaje que también es hermoso: estar bien en un lugar. La canción te pregunta cómo estas, cómo amaneciste y si acaso no arrancaste bien tu día ojalá eso cambie. Todos tenemos un cielo, luz y oscuridad dentro nuestro y todo eso hace a una persona. Y lo importante es lo que hacemos con todo eso.
Ayen (sonrisa): tiene algo de reggae y dub también. Muy tranqui al estilo Nompalidece o Cultura Profética.
Amutulayiñ (No nos vanos, no nos fuimos y acá vamos a estar). Pensada en clave hardcore, bien pesada como le gusta al Chakal (risas). Baterías bien al palo, guitarras bien distorsionadas, un cultrún bien pesado. Medio como ese disco de Sepultura que hizo una vez de roots, que tiene sonidos originarios de Brasil. Nosotros tomamos nuestros elementos más percusivos.
Agua: esta canción se iba a llamar aji pa tu caldo, igual que una publicación de mujeres mapuches de cura rehue. Son historias de las mujeres de territorioo mapuche, guardianas de semillas y de la ancestralidad de las recetas familiares, de cómo se plantaba, de la variedad de cosecha que había antes en territorios mapuches. La semilla es importantísima, pero sin el agua no hay nada de todo eso.
Recopila todas esas historias de cuidado y traspaso del conocimiento de la semilla, conocimientos ancestrales de la bisabuela que le dijo que esta semilla de poroto podés hacer tal y tal cosa. Historias mu chiquitas, pero con un significado muy profundo para nuestra historia del conocimiento mapuche que era oral. Te lo dicen una, dos, tres veces y listo ya te lo dije (risas).
Puel Kona presentará Weftun el sábado 19 de julio en El Arrimadero Teatro (Misiones 234, Neuquén). Invitadas: We Way
Weftun: ficha técnica e invitados:
Luis Ferri: Bajo en “Ayen”
Leo Gonzales: Bajo en “Wvñelfe”
Héctor “Chakal” Navarro: Batería en “Amutulayiñ”
Gustavo Quaglia: Triángulo, bombo y berimbau en “Plurinacional”, congas en “Semilla”, y “Sicarios”.
Melisa Cabrapan Duarte: “Pewmakayayu” y “Aliq purun”
Ivana Puel Catriel y Yuliana Paredes: voces en “Aliq purun”.
Luz Ayen Nawel: coros en “Aliq purun”.
Micaela Chauque: vientos andinos en “Plurinacional”
Juan Pablo Jaramillo Urrutia: Xuxuka y pifvjka en “Aliq purun”.
Goy Karamelo: Guitarras y coros en “Weftun”
Producción: Goy Karamelo – Puel Kona
Mezcla y Mastering: Goy Karamelo – Kangrejoz Records.
Grabación y técnica: Héctor “Chakal” Navarro por “La Toma Records”
Asistencia logística: Awka Kvpa Lopez
Asistencia en traducción al Mapuzugun: David “Weychafe” Urra.
Grabado en Escuela Playing For Change Patagonia, ruka familia Amaolo- Fundación Aldhyana, Paso Cordoba, provincia de Río Negro, Argentina, Puel Mapu, Wajmapu. Octubre 2022.
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