Cipolletti y un año para el olvido

El Albinegro dio un paso atrás en el Federal A respecto al 2021. Pasó de pelear por el ascenso a luchar por no descender y se salvó con lo justo sobre el cierre del campeonato. También volvió a tener incidentes en La Visera de Cemento.

La primera mala noticia del año para el fútbol de Cipolletti en realidad ocurrió a fines de 2021. Después de una gran campaña donde volvió a pelear seriamente por un ascenso, Gustavo Raggio anunció que no seguiría en el club para la siguiente temporada.

El 2022 del Albinegro no fue bueno en el Federal A donde recién pudo salvar la categoría en las últimas fechas, con una imagen muy distinta a la del campeonato anterior.

La planificación de la temporada tuvo su primer contratiempo con la salida del entrenador. Para su reemplazo, Cipo no fue por alguien de afuera y se inclinó por un hombre del club como Germán Alecha.

El exdelantero ya era parte de la institución como técnico en la Liga Confluencia lo que le daba el plus de conocer a los juveniles del club.

Después de varios interinatos exitosos donde le tocó asumir circunstancialmente en momentos difíciles, Alecha tuvo su primera gran oportunidad afianzado en el cargo.

Junto a Raggio, también se fueron jugadores importantes de la campaña anterior como el goleador Juan Pablo Zárate, Lucas Mellado, Nicolás Trecco, Matías Carrera y Damián Jara.

El primer desafío del año fueron los 32avos de la Copa Argentina donde fue goleado 5 a 0 con Vélez. Es cierto que un rival de primera no es medida pero Cipo se ilusionaba con competir de igual a igual como lo hizo contra San Lorenzo en 2017 cuando perdió por penales.

Para colmo, Cristian Taborda se lesionó la rodilla y estuvo 4 meses afuera de las canchas. En septiembre sufrió otra lesión que lo sacó del último tramo del torneo por lo que solo pudo jugar un puñado de partidos en el año.

Cipo no tuvo un mal arranque en el Federal A donde logró 2 victorias y 3 empates en las 5 primeras fechas, lo que lo ubicó en zona de clasificación.

En los 6 partidos siguientes no pudo sumar de a tres con 3 igualdades y 3 derrotas. El 1 a 1 como local ante Sol de Mayo de la fecha 12 le dio punto final al ciclo de Germán Alecha.

El DT renunció al cargo al sentir que no le encontraba la vuelta al equipo. Su reemplazante fue Luis Medero, otro reconocido exfutbolista como fue en el caso de Raggio.

Después de un comienzo irregular, el Albinegro tuvo su mejor racha en el campeonato con 3 victorias consecutivas que lo alejaron de los últimos puestos.

De todas maneras, esa seguidilla fue un espejismo y rápidamente volvió a caer en la inconstancia del resto de la temporada. De ahí en adelante solo ganó 2 de los siguientes 11 partidos y volvió a quedar comprometido con el descenso.

Medero se fue tras caer como local con Liniers y quedó como técnico interino Bruno Gorer que fue ayudante de campo de Alecha y quedó en ese puesto con el exdefensor de Boca.

Cipo logró salvarse con dos empates, el segundo ante Juventud Unida en San Luis en un partido que perdía 2 a 0. Los goles de Lucas Chacana y Matías Sosa se festejaron con todo en el Albinegro por el alivio que significó llegar salvado a la última fecha.

Una vez que pasó esa sensación de tranquilidad, el balance siguió en negativo más allá de ese objetivo final cumplido. No quedar entre los primeros lo privará de jugar la Copa Argentina del próximo año, un torneo donde siempre había dicho presente.

La historia del club y el antecedente reciente del campeonato anterior le exigen al Albinegro un lugar más protagonista. Los cambios de entrenador y la salida de muchos jugadores en pleno torneo evidenciaron una desorganización que afectó al rendimiento del equipo. Fue un año para aprender de los errores e intentar no repetirlos en 2023.

Por el momento, Cipo aún no anunció quién será el nuevo DT. Bruno Gorer termina su contrato el 31 de diciembre. Tampoco se informó ningún refuerzo.

La violencia volvió a ser protagonista

El Club Cipolletti volvió a sufrir este año el flagelo de la violencia en La Visera de Cemento, un mal que lo aqueja desde hace años.

La pandemia de coronavirus y las restricciones para el acceso del público a la cancha apaciguaron este tipo de problemas que se hicieron presentes de nuevo cuando se normalizó la situación este año.

El día que se tocó fondo fue en el partido con Independiente de Chivilcoy del sábado 3 de septiembre. El encuentro no se pudo completar por enfrentamientos entre la barrabrava y la policía en el ingreso a la cancha.

Ante la prohibición del ingreso de gran parte, los que pudieron entrar se encargaron de hacer que se suspenda con disturbios en las tribunas. Desde el club responsabilizaron al operativo policial y consideraron que se pudo evitar la suspensión.

La sanción fue de 3 partidos a puertas cerradas más una multa de 300.000 pesos. Un golpe para las arcas de la institución que, de por sí, no gozan de la mejor salud.

Si Cipolletti no quiere seguir alejando a las familias de La Visera de Cemento deberá resolver este problema de cara al 2023.


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