La FIFA suspende provisionalmente a Luis Rubiales, presidente de la Federación española
La intervención de la FIFA se dio luego de que la RFEF anunciara que iniciaría "las acciones legales que correspondan" contra la futbolista campeona del mundo.
Luis Rubiales, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), fue suspendido hoy por la FIFA y quedó inhabilitado por 90 días para «cualquier competición mundial» a raíz del denominado caso Jenni Hermoso, futbolista a la que el dirigente beso en sus labios sin consentimiento.
«El presidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, Jorge Iván Palacio, en uso de las facultades otorgadas por el artículo 51 del Código Disciplinario, acordó la suspensión provisional de Luis Rubiales de toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional», subrayó el comunicado oficial del ente rector del fútbol mundial.
«Esta suspensión, que será efectiva desde hoy, se extiende por un periodo inicial de noventa días, y en tanto en cuanto se tramita el procedimiento disciplinario abierto por esta Comisión Disciplinaria contra Luis Rubiales el pasado jueves 24 de agosto», añadió el comunicado oficial de la FIFA.
Además de la sanción impuesta al presidente de la RFEF, el colombiano Palacio advirtió en el comunicado que se abstengan de tomar contacto con la jugadora Jenni Hermoso.
«Con el objeto de preservar, entre otros factores, los derechos fundamentales de la jugadora de la selección nacional de fútbol Jennifer Hermoso y el buen orden del procedimiento disciplinario que se encuentre en tramitación ante este órgano disciplinario, se ordena a Luis Rubiales que se abstenga, mediante el mismo o terceros, de contactar o intentar contactar con la jugadora profesional de la selección nacional española o a su entorno cercano», advirtió la FIFA.
«Igualmente se ordena a la RFEF y a sus oficiales o empleados, de manera directa o a través de terceros, abstenerse de contactar a Jenni Hermoso o a su entorno cercano», amplió el comunicado.
La intervención de la FIFA se dio luego de que la RFEF anunciara que iniciaría «las acciones legales que correspondan» contra la futbolista campeona del mundo y después de las declaraciones de Rubiales respecto de que el beso que le dio en los labios a Jenni Hermoso en la premiación del mundial celebrado en Oceanía fue «consentido».
Por su parte, la jugadora del Pachuca, de México, había declarado sentirse «víctima de una agresión» por el beso de Rubiales en la boca tras recibir la medalla de campeona, luego del triunfo de España ante Inglaterra en el Mundial Femenino celebrado en Australia y Nueva Zelanda.
La intervención de la FIFA se aceleró debido a que tanto la RFEF, con su decisión de respaldar la actitud de su presidente con la decisión de iniciar acciones legales contra la jugadora, agravó la situación al defender la versión de Rubiales de que «el beso en los labios se trató de un gesto consentido», algo que Hermoso negó en forma terminante.
«En la Liga MX Femenil defendemos y protegemos los derechos de nuestras jugadoras, directivas y staff; tendremos tolerancia cero ante cualquier tipo de acto que atente contra su integridad», indicó el organismo.
En tanto esta noche diversas plataformas y asociaciones feministas se concentraran en Granada para pedir la renuncia de Rubiales durante el partido al que asistirá y que se jugará bajo el nombre «Amigos de Rubiales», donde dirigentes de clubes españoles le brindaran apoyo.
«Exigimos la aplicación de la Ley Integral contra la Violencia de Género, la Ley ‘Solo Si Es Sí’, el protocolo de actuación contra la Violencia Sexual previsto en la Ley del Deporte, sanción de su incumplimiento, la exigencia de responsabilidades y que el Consejo Superior de Deportes (CSD) difunda y promueva acciones de prevención ante el acoso o abuso sexual, el machismo y es sexismo», reclaman en un comunicado las organizaciones feministas, según consignó la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, realizaron un llamamiento a la sociedad para que «reaccione ante ciertos comportamientos y actitudes hacia las mujeres en la vida en general y en el mundo del fútbol en particular, que son incompatibles con una sociedad que cree en la igualdad. Es una cuestión de estado».
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