Las medidas de Massa costarán medio punto del PBI y no fueron acordadas con el FMI

Massa aplica un fuerte incremento del gasto justo cuando el Fondo pide profundizar el ajuste. El escenario electoral y la necesidad de morigerar el impacto de la devaluación post PASO, llevan al ministro a contradecir explicitamente el acuerdo que acaba de rubricarse la semana pasada.

Los anuncios oficializados por el gobierno nacional el fin de semana comenzarán a ocupar la agenda política y económica. No solo porque aún no se conoce la letra chica de varias de las medidas dadas a conocer ayer. En especial porque el costo fiscal del paquete de políticas en la previa de las elecciones, compromete seriamente el cumplimiento de las metas que acaban de acordarse con el Fondo Monetario hasta fin de año.

Con el objetivo de contener el impacto de la devaluación implementada al día siguiente de las elecciones PASO, el ministro de economía y candidato presidencial Sergio Massa, dedicó toda la jornada del domingo a desplegar una extensa batería de medidas con foco en los distintos sectores asalariados formales e informales, jubilados, beneficiarios de planes sociales, pymes y sectores productivos.

El combo de anuncios pone el foco en el cortísimo plazo, en especial en los meses de septiembre y octubre, en la antesala de las elecciones generales que determinarán quién gobierna desde 2024. En pocas palabras, el oficialismo busca aliviar el bolsillo de los sectores de ingresos bajos y medios.

Las medidas están lejos de solucionar el problema a futuro. Los beneficios otorgados en septiembre y octubre ya llegan atrasados en términos de poder adquisitivo, y alcanzan apenas a compensar una parte de la pérdida real.

Si se analiza el conjunto de las medidas, vale decir que las mismas ayudan a contener una situación pasada: a grandes rasgos se trata de inyectar dinero en la ecuación de cada uno de los actores que en los últimos dos meses han padecido una acelerada pérdida en su poder adquisitivo.

No obstante, las medidas están lejos de solucionar el problema a futuro. Todos los pronósticos anticipan entre un 10% y un 12% de inflación en agosto y un ratio similar en septiembre. Implica que los beneficios otorgados en septiembre y octubre ya llegan atrasados en términos de poder adquisitivo, y alcanzan apenas a compensar una parte de la pérdida real.

Lo cierto es que el gobierno acaba de tomar una decisión de alto costo fiscal que solo contiene de forma parcial un problema estructural y permanente. Una medida netamente coyuntural, con las elecciones como el único horizonte válido y relevante en el segundo semestre.


Cuánto costará el paquete fiscal anunciado por Massa


Los cálculos preliminares indican que el conjunto de medidas que dio a conocer ayer el ministro de economía y candidato presidencial tienen un costo fiscal de al menos $730.000 millones. La suma equivale a medio punto porcentual del Producto Bruto Interno (PBI).

El paquete de medidas anunciado por Massa el fin de semana implica un incremento del gasto equivalente a medio punto del PBI.

Vale recordar que el acuerdo que acaba de ser rubricado con el Fondo Monetario Internacional estipula un déficit fiscal primario del 1,9% del PBI para todo el año 2023.


Dicho de otra forma, el paquete de medidas que anunció Massa el domingo, incrementa el gasto en solo dos meses por una suma que equivale a una cuarta parte del déficit fiscal proyectado para todo el año.


La contradicción explícita al FMI


El «staff report» que dio a conocer oficialmente el organismo detalla la letra chica del acuerdo y lo que el Fondo espera que las autoridades argentinas implementen en lo inmediato para re encauzar la economía a tono con las condicionalidades del programa vigente.

El documento explicita que “será necesario un mayor control de los gastos durante todo el período electoral”. Es exactamente lo contrario a lo que Sergio Massa acaba de anunciar en la jornada de ayer. Mientras el Fondo pide ajustar el gasto, el gobierno acaba de decidir ampliarlo, a menos de una semana de recibido el desembolso por u$s 7.500 millones.

En otro apartado, el reporte oficial del FMI explicita todavía más la «sugerencia» de ajuste a las autoridades argentinas. El escrito señala que “alrededor del 60% de los trabajadores del sector público recibieron aumentos salariales reales de más del 10% durante el primer semestre de 2023”, y por lo tanto el Fondo entiende que los salarios estatales debieran recibir un «recorte real» de al menos el 5% en la segunda parte del año.

Es decir que si se tiene en cuenta el anuncio de una suma fija de $60.000 para trabajadores estatales nacionales, el gobierno acaba de anunciar una suba de los haberes de los empleados públicos justo en el momento en que el FMI pide recortarlos.

Dato

0,5%
El porcentaje del PBI que representa el costo fiscal del paquete de medidas de Sergio Massa.

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