Navidad con «brotecito verde»: subieron las ventas luego de seis meses de caída, ¿qué impulsó el repunte?
El comercio minorista registró una leve suba de 1,3% impulsado por las promociones. El cambio de hábito financiero: los pesos que antes iban al "colchón" ahora se volcaron al consumo.
El cierre del año trajo un alivio para el comercio minorista. Tras un semestre marcado por los números en rojo, las ventas navideñas lograron romper la racha negativa y mostraron un repunte interanual del 1,3%, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Este comportamiento, definido como un «brotecito verde», se explica por una combinación de agresivas estrategias de venta y un cambio drástico en el comportamiento financiero de los argentinos respecto al dólar.
El análisis de este escenario fue realizado por el periodista económico Pablo Wende en su columna habitual de Río Negro Radio. Allí explicó que, si bien el porcentaje de mejora parece exiguo, es significativo porque corta una tendencia de seis meses consecutivos de caída (de junio a noviembre) y marca un cambio de época para el modelo de negocios en Argentina.
Para dimensionar el 1,3% de incremento, Wende repasó la secuencia de números rojos que arrastraba el sector: las caídas habían sido constantes y profundas mes a mes, con bajas del 4% en junio y del 5% en julio, manteniendo esa tendencia negativa hasta noviembre. Que la curva haya girado hacia terreno positivo en la fecha más importante del año comercial funciona, al menos, como un alivio estadístico tras un semestre recesivo.
El fin de la «especulación» comercial
El repunte no fue magia, sino producto de la necesidad. Según el relevamiento, el 89% de los comercios tuvo que recurrir a promociones, cuotas o descuentos para poder vender. «Sin estrategias competitivas, la venta se detiene. El viejo modelo de ‘vendo poco pero caro’ y estoquear mercadería para ganar con la devaluación ya no funciona», detalló Wende.
La mentalidad de «sentarse sobre la mercadería» esperando que el dólar suba dejó de ser rentable. Hoy, si los precios no son competitivos, la demanda cae a cero, lo que obliga a los comerciantes a rotar el stock y buscar al cliente con ofertas reales.
La encuesta de CAME reveló además un dato clave sobre el cambio de ánimo en el mostrador: un 32% de los comerciantes aseguró haber vendido más de lo esperado, mientras que casi la mitad (45%) logró mantener sus volúmenes habituales. Mientras que un 21% reportó una performance por debajo de sus expectativas.
Menos dólares, más consumo
El otro gran motor de este “brotecito navideño» fue el derrumbe en la dolarización de los ahorristas. Los datos muestran una caída abrupta en la compra de dólares para atesoramiento: mientras que en meses de incertidumbre (como septiembre) se compraban entre 3.000 y 4.600 millones de dólares mensuales, en noviembre esa cifra se desplomó a solo 200 millones.
«Al no ir al dólar, esos pesos quedan circulando en la economía y se vuelcan al consumo interno o a inversiones en pesos, lo que explica de alguna manera parte del movimiento comercial de las fiestas», analizó el especialista. Para Wende, un rango «saludable» y normal para la economía actual sería una compra mensual de entre 1.000 y 2.000 millones de dólares; estar tan por debajo indica una desdolarización de facto de la cartera de la gente.
Inflación: qué esperar para el cierre del año
Finalmente, en el frente de los precios, las proyecciones para diciembre son optimistas. Se estima que la inflación del último mes del año cerrará por debajo del 2,5%, a pesar de que se registró un leve aumento en el precio de la carne en las semanas previas a las fiestas.
Sin embargo, habrá que estar atentos a enero: el INDEC ajustará su metodología de medición (ponderaciones), lo que podría recalibrar levemente los números al alza para reflejar de manera más fidedigna el consumo real de los hogares.
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