Tasas en baja: aire para empresas y desafío para ahorristas, ¿qué se espera para diciembre? 

Un informe de la consultora Equilibra revela cómo la baja de tasas impactó de forma desigual. Mientras el crédito comercial rebotó tras la caída de octubre, los hogares enfrentan un pico de morosidad que viene desde septiembre.

Las proyecciones del Banco Central anticipan una inflación del 20% para 2026. (Foto: Clarín Fotografía)

El mercado de crédito en Argentina vivió una montaña rusa en el último trimestre. Tras la incertidumbre electoral de octubre, en el que el financiamiento se contrajo por la incertidumbre cambiaria, noviembre marcó un punto de inflexión. 

La consultora Equilibra, que lidera Martín Repetti, detalló en un informe que, si bien en octubre hubo una contracción debido a la «elevada presión cambiaria y financiera», el escenario se invirtió en noviembre. El crédito al sector privado mostró una expansión del 0,3% mensual en términos reales

¿Qué significa que creció en «términos reales»? Que la cantidad de dinero prestada aumentó por encima de la inflación de ese mes. Es decir, hubo un crecimiento genuino de la actividad crediticia, no solo un aumento nominal por la suba de precios. 

Sin embargo, este rebote no fue parejo. El informe detalla una economía partida al medio, donde las empresas logran captar fondos baratos mientras las familias siguen con el grifo cerrado. 

La causa: una inyección de liquidez poselecciones 


Para entender el rebote de noviembre, hay que mirar la decisión política y monetaria del Gobierno tras las elecciones. Con el triunfo oficialista y el despeje de tensiones, se aplicaron dos medidas técnicas para bajar las tasas de interés: 

  1. Reducción de encajes: El Banco Central permitió que los bancos tengan menos dinero inmovilizado y más dinero disponible para prestar. 
  1. No renovar vencimientos: El Tesoro no absorbió todos los pesos del mercado, dejándolos «sueltos» en el sistema bancario. 

Esta «inundación» de pesos (mayor liquidez) obligó a los bancos a bajar el precio del dinero (la tasa de interés) para poder colocarlo. 

Ganadores: las empresas aprovecharon la «barata» 


El informe destaca que el crédito a las firmas creció un 0,7% real (descontando inflación y estacionalidad) en noviembre. El motor de esta suba fue el desplome de las tasas en dos instrumentos clave para el funcionamiento diario de una PyME: 

  • Adelantos en cuenta corriente: Su costo bajó 3,8 puntos porcentuales. 
  • Cheques: Su costo bajó 1 punto porcentual. 

Al ser más barato financiarse, las empresas volvieron a tomar crédito para capital de trabajo. 

Perdedores: familias endeudadas y tasas rígidas 


La otra cara de la moneda son los hogares. Según Equilibra, el crédito a las familias se mantuvo estancado en noviembre. ¿Por qué la baja de tasas no llegó a la gente? 

  1. Tasas rígidas: A diferencia de las empresas, el costo de financiarse con tarjeta de crédito (+0,7 puntos) o préstamos personales (-0,5 puntos) casi no varió. No hubo «ofertas» para el consumo. 
  1. La mochila de septiembre: Aquí aparece el dato más relevante. Los bancos están reacios a prestarle a las familias porque la morosidad (la gente que deja de pagar) alcanzó un récord del 7,3% en septiembre

Concepto clave: Cuando la morosidad sube, el banco percibe mayor riesgo y cierra el crédito o mantiene las tasas altas para cubrirse, impidiendo que las familias accedan a nuevo financiamiento. 

Qué esperar para diciembre 


El informe de Equilibra cierra con una proyección condicionada. Si durante el último mes del año se mantiene esta tendencia de tasas de interés a la baja, podría esperarse un repunte mayor del crédito en diciembre

La clave estará en ver si esa baja de costos logra finalmente trasladarse al consumo familiar o si seguirá circunscrita al mundo corporativo. 


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