El Bolsón: críticas y pedido de justicia a ocho años del asesinato de Neumann

“Desde hace ocho años queremos saber quién y por qué mataron a Guillermo Neumann”, reclamó Eda Cerda, una de sus compañeras del Ipross, al cumplirse un nuevo aniversario de su asesinato, ocurrido el 26 de marzo del 2010 frente a su esposa y sus dos hijos de corta edad.

“Fue un hecho que nos duele profundamente, porque era mucho más que un compañero de trabajo, médico y auditor de la obra social, era un amigo, un ser humano sumamente cálido y siempre predispuesto. De hecho, la noche previa a su muerte estuvimos compartiendo una cena. Tenía una familia hermosa”, graficó.

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Enseguida marcó su preocupación porque “alguien lo mató y sigue viviendo entre nosotros. Todavía creemos que la justicia existe y que en algún momento vamos a saber quien lo mató, seguimos esperando una respuesta”, insistió.

“Permanentemente nos preguntamos cómo pudo ser que pasó esto en pleno centro de El Bolsón, enfrente de sus dos hijitos, y no sepamos por qué”, agregó.

En referencia a la versión de que su muerte pudo estar ligada al reclamo por su identidad y una supuesta herencia en la provincia de Misiones, Eda Cerda destacó que “era una persona muy reservada, jamás nos habló de ese tema”.

El caso sigue impune y los únicos dos imputados en el expediente que lleva el juez Calcagno fueron sobreseídos hace ya tres años.

Aquella tarde, Guillermo Neumann estaba en Bariloche con su familia y recibió un llamado en su celular. Alguien le pidió que regresara rápidamente hasta El Bolsón porque lo necesitaban. Era el médico forense policial y había una persona muerta que tenía que examinar para definir la autopsia.

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Cerca de las 21 llegó al departamento que alquilaba en la planta alta de la avenida San Martin 2075. Su esposa bajó apurada para ir al baño y él se quedó sentado en el Peugeot 307 con los chicos, de 3 y 5 años, que estaban en el asiento trasero. Fue entonces que apareció en escena un sujeto que lo estaba esperando oculto en la vegetación del patio, se acercó por la ventanilla del acompañante, le apoyó una pistola en la cabeza y disparó. Enseguida escapó, mientras su esposa gritaba aterrada y pedía ayuda. El médico de 40 años murió minutos después.

En las inmediaciones encontraron una gorra nueva con la leyenda bordada “El Bolsón Patagonia” y un cinto de cuero, con una cartuchera. Además, el homicida dejó una campera de buzo enganchada en una reja vecina. En un bolsillo de esa campera había tres proyectiles.

Quién compró el arma la noche anterior al crimen de Neumann sigue siendo un misterio. Tampoco los cotejos de ADN arrojaron datos favorables.