El Chañar: así será su impresionante Parque deportivo y cultural

El anteproyecto ganador fue elegido en un concurso abierto organizado por el Colegio de Arquitectos de Neuquén entre 45 participantes de todo el país.

El concurso abierto, público y nacional “Parque deportivo y cultural San Patricio del Chañar” ya tiene un ganador. Estuvo organizado por el Colegio de Arquitectos de Neuquén. El anteproyecto elegido propone una situación de eje institucional con la parte administrativa y el gimnasio cubierto y con una una zona verde donde se ubica el estadio existente, con ejes transversales de recorrido y con locales comerciales.

“Propone una respuesta directa y sencilla a las necesidades planteadas”, afirma Paula Polich, presidenta del Colegio de Arquitectos de Neuquén. ¿De qué trata la gran obra pensada para esta localidad neuquina? Los autores la comentan.

Vista aérea de cómo se verá la obra una vez terminada tal cual la diseñaron los ganadores del concurso nacional abierto.

Un sitio, un parque, un complejo deportivo y cultural.

El sitio es bueno, central, de buen tamaño. Pero no está vacío. Distintos equipamientos lo fueron ocupando sin un plan, comprometiendo su desarrollo. Los equipamientos tienen un costo relativamente alto por recaer sobre una población relativamente pequeña. No se puede desperdiciar lo ya hecho, es un dato.

El parque es una necesidad de encuentro, de esparcimiento, de fruición y de contemplación. No importa que el ejido termine a pocas cuadras y la naturaleza esté cerca. Un parque es otro tipo de necesidad, una necesidad inmaterial y va a ser desde hoy el centro de una comunidad destinada a crecer y densificarse. Un regalo previsor para las próximas generaciones.

Un complejo deportivo y cultural que si se piensa extendido y fragmentado conspira contra la identidad del parque y compacto puede obstruir y a la vez dificultar su concreción en etapas.

Estos son los problemas a resolver, estos son los desafíos.


Render del Paseo Norte del gran complejo.

Cómo se pensó este proyecto para San Patricio del Chañar

Analizamos muchas versiones; desde lo conceptual, quizás todas las posibilidades. Lo mejor a nuestro criterio es agrupar los elementos abiertos junto a la cancha principal y los cerrados, lo propiamente construido, en un objeto único, l frente al hospital, sobre la calle Espinosa, abierta en la propuesta sobre la cara sur del predio, rectificada y ensanchada en forma de nuevo boulevard que refuerza la conexión oeste-este en el sur del predio. De esta manera se consolida el frente de ambos equipamientos sin afectar la zona de viviendas y esta disposición de lo edificado potencia el área destinada a parque. Este gran edificio lineal resignifica el predio, le confiere carácter y urbanidad y da marco a una gran explanada de acceso y conexión oeste-este donde se desarrollarán las fiestas regionales y eventos. Al estar respaldado en la cara sur, no arroja sombras sobre la explanada. El objeto en si conceptualiza la unidad y la posibilidad de construcción en etapas mediante una modulación marcada, consistente con la estructura metálica propuesta, técnica habitual en la zona. El sistema modular mantiene la identidad de cualquier manera que se inicie o interrumpa, clausurando las etapas mediante tímpanos provisorios y recuperables del mismo material. El sistema es fácilmente etapable.


El Polideportivo.

Como se aprecia en los dibujos, ventilación cruzada, parasoles y galerías proporcionan acondicionamiento climático pasivo, así como la calidad térmica de las placas de cerramiento de policarbonato translúcido tipo Dampalon (que también permiten minimizar el uso de iluminación artificial). Los elementos activos de

climatización, (que no afectan la concepción arquitectónica ni estructural), se dispondrán en la medida de las necesidades /posibilidades, de los distintos sectores y los recursos energéticos disponibles / sustentables.


Patio de acceso.

Un segundo volumen edificado de altura menor, contiene la mayoría de los servicios del parque y enmarca el acceso a las actividades deportivas descubiertas ayudando a su administración y control.


El espacio de eventos.

En un tercer volumen, una pérgola en galería enmarca los locales comerciales y el espacio para la feria. Se localiza sobre Malvinas Argentinas, en el cruce con la calle Alerce, reconfigurada como boulevard, que conecta con el centro. Aquí, a partir del Paseo de la feria, se estructura el acceso al predio desde el norte. Se potencia esta ubicación con los juegos infantiles y de adultos, provocando una sinergia de usos. Es de suponer que entre los locales alguno se destine a un café, complementario del que se aloja en el edificio principal.

Se agregan, como elementos construidos y complementos del parque, tres miradores (tótems, mangrullos).


El parque central.

En lo llano del paisaje, tanto de día como iluminados de noche, serán una referencia desde lo lejos en la Ruta 7. Una señal de identidad de San Patricio del Chañar. Como miradores, tendrán la función opuesta, permitir a los pobladores una mirada abarcativa e inusual de su pueblo y los alrededores. Obviamente este valor simbólico no excluye usos pragmáticos como antenas.

El parque

Se basa en lograr definiciones espaciales que a la vez rescaten y pongan en valor las diferentes sub regiones del sur argentino, representando grupos forestales con valor evocativo y didáctico. Es una propuesta conceptual a desarrollarse en el tiempo. A diferencia de la arquitectura que nace de un proyecto íntegramente especificado, el trabajo con un material vivo está sometido los avatares de la evolución y de los ajustes como ya lo descubrió Capability Brown en el siglo XVIII.


La explanada.

La estepa patagónica

La explanada paralela al edificio principal, funciona como el gran conector este-oeste requerido por las bases y estará dedicado al paisaje desolado pero intenso de la estepa. Los cuadros vegetales se plantarán con las hierbas y arbustos típicos de esa región (coirón, botón de oro, yuyo moro, neneo, molles). La antropización de esa región requirió dominar el viento. Una alameda, aportada por la inmigración italiana (populus alba) paralela a la calle Gasparri protegerá el oeste y en su recorrido se completará la protección con sauces criollos (salix humboldtiana), esos árboles que recibieron a los primeros colonos en el borde de los ríos.


El Rosedal patagónico.

El agua

Es el recurso escaso pero que posibilita la presencia del hombre en la región. El agua que se inicia como torrente del deshielo y trae la vida en los magníficos ríos. Un canal-acequia y un pequeño espejo puesto en valor paisajístico completa este plano este –oeste. La acequia, con lecho de piedra bola, se inicia en una surgente al oeste y desaparece en la profundidad al este. En realidad una cañería subterránea y una bomba de poco poder recirculará el agua, en poca cantidad real. Esta agua, libre de algas por la circulación constante podrá ser usada para riego en las épocas de escasez hídrica.

El claro central

El espacio abierto central, con senderos que alternan césped con rastreras tiene como protagonista forestal un grupo de pehuenes (araucaria araucana). El árbol más emblemático de la región andina, de muy lento crecimiento y frágil en sus comienzos. Es posible que para conseguir dos o tres ejemplares desarrollados y de buena calidad sea necesario negociar con el INTA o Parques Nacionales, en la inteligencia de que se trata de una obra pública de interés cultural. Este claro central, para funcionar como espacio tiene que estar rodeado de forestación que lo aísle de la trama urbana (Olmstead).


La zona de senderos.

El bosque andino patagónico

La representación de este bosque se establece en contigüidad con el sector deportivo descubierto y enfrente sobre la calle Malvinas, enmarcando el espacio del claro central. Del lado oeste, se desarrollará paradójicamente a partir de una alameda lineal de rápido crecimiento para protegerlo del viento. Esta alameda transicional será raleada a medida que deje de ser necesaria aunque podrán reservarse algunos ejemplares interesantes por su desarrollo. Donde el bosque patagónico se cruza con antiguos establecimientos humanos no es raro ver esa convivencia. Este homenaje al bosque patagónico se

compondrá cohiues (nothofagus dombey) y otros nothofagus, cipreses (austrocedrus chilensis), maitenes (maytenus boaria), radales (lomatia hirsuta). Cuando el bosque tome forma se propiciará la formación de un sotobosque de arbustos florales como el amancay.


Planta baja.

El monte exótico

En la esquina de Alerce y Malvinas Argentinas se generará, por su valor histórico, un pequeño monte con las especies foráneas que algunos grupos inmigrantes trajeron a principios del siglo XX de sus países de origen, como cedros y pinos. Si bien estas especies han planteado problemas de convivencia con la flora autóctona, Argentina tiene una fuerte tradición de adaptación de espacies tanto extranjeras como de distintas regiones del país, como lo demuestra la obra de Thais y Carrasco forestando la zona pampeana, otrora solo pastizal.

La forestación del trabajo

Sobre las calles perimetrales se rendirá homenaje al trabajo humano que transformó la región. Sobre la base del arbolado de las calles, maitenes y chañares, se desarrollarán grupos frutales, no solo pelones sino otros cultivos de la región, manzanos, peras, viñas típicas y olivos. También se incluirán otros cubre suelos y como notas de color algunos árboles de poca envergadura pero de gran valor paisajístico como los ciruelos rojos (prunus).


Sector planta alta

La ruta provincial 7

Corta al pueblo en dos, como es habitual en nuestro país, en cambio de ser tangencial. Esto genera una conflictividad siempre creciente. Se proponen tres rotondas en las cabeceras del pueblo y en el cruce de Gasparri, diseñadas con los criterios de Vialidad Nacional. Las de los extremos de mayor diámetro para desacelerar en tráfico de la ruta al entrar a zona urbana. Estas dos se resuelven claramente porque la traza urbana favorece la forma de encararlas. La central es más compleja, tanto por el ángulo de Gasparri como su desfasamiento. Ayuda resolverlo con una rotonda en menor diámetro dado que la velocidad ya se ha reducido. El sistema de rotondas debe complementarse con “despertadores”, luces y carteles de advertencia y cruces peatonales, con semáforos de ser necesario.

Finalmente, entendemos que este conjunto de operaciones urbanas y arquitectónicas potenciarán y articularán el desarrollo de esta población en crecimiento y serán marco de concreción de los objetivos enumerados en las bases.

Los autores del proyecto ganador

Los autores de la propuestar ganadora son: Jorge J. Cortiñas, Julián J Cortiñas, Luciano J Cortiñas, Eugenia Cortiñas y Martín Gallino.

Los colaboradores asociados: Maximiliano Mineo y Manuel Patris.

Colaboradores: Andrés Maglio, Bárbara Porcar, Paula Schroder, Lucía Solari, Natalia Marino y Ariel Wyszengrad.

Asesores:

Gabriel Rascovan: Paisaje y especies vegetales.

Jorge Cortiñas: Paisaje

Guillermo García Della Costa: Infraestructura/vialidad

Procedencia: CABA


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