El Chañar: «el proyecto ganador tiene la simpleza que necesita esta ciudad»

Paula Polich, presidente del Colegio de Arquitectos de Neuquén, habla de cómo fue el concurso que seleccionó al proyecto ganador del “Parque deportivo y cultural San Patricio del Chañar”.

Paula Polich, presidente del Colegio de Arquitectos de Neuquén, también se refirió al concurso que seleccionó al proyecto ganador sobre el “Parque deportivo y cultural San Patricio del Chañar”

“ Tiene la simpleza que se necesita en una localidad como El Chañar con una incorporación arquitectónica al espacio verde, sencilla y certera».

A través de un concurso abierto organizado por el Colegio de Arquitectos de Neuquén fue seleccionado de entre 45 participantes de todo el país el proyecto de un estudio de CABA que propone una situación de eje institucional con la parte administrativa y el gimnasio cubierto y con una una zona verde donde se ubica el estadio existente, con ejes transversales de recorrido y con locales comerciales. El anteproyecto ganador propone una respuesta directa y sencilla a las necesidades planteadas.


¿Qué responsabilidad y competencias tiene el CAN al organizar concursos de anteproyectos como en el caso del “Parque deportivo y cultural San Patricio del Chañar”?

La responsabilidad del CAN se traduce en el armado de las bases que definen las pautas y condiciones para llevar adelante los proyectos; que pautas y necesidades tiene el cliente lo que proviene de una charla previa, en este caso la municipalidad de San Patricio del Cchañar. Se redactan las bases y condiciones para poder participar y se pone la cuota de profesionalismo. Supongamos que se tratara de una casa y que se acude a un arquitecto al que se le explican las necesidades. El arquitecto va interpretar todo eso gráficamente pero hay situaciones en las cuales el comitente tiene muy claro lo que quiere y situaciones en las cuales no. El arquitecto lo que hace es contribuir a que esa claridad conceptual aparezca. En este caso el CAN tiene también la responsabilidad de funcionar como nexo comunicacional cuando los participantes leen las bases y hacen consultas. Además el CAN está presente en la jura verificando que el jurado tenga en cuenta las bases para la decisión de qué proyectos son los que tienen que tener premio.

¿Puede definir las expectativas del CAN como institución y de usted misma como presidente respecto de los concursos de anteproyectos, como se realizan y qué resultados tienen?

Lo fundamental, al menos para mí como presidente del colegio, es la horizontalidad de las posibilidades. Como los concursos son secretos (con seudónimo) no se sabe la identidad del proyectista hasta que ya están establecidos los premios y pueden estar compitiendo por un primer puesto un estudio enorme de algún lugar del país con un estudio que recién inicia de arquitectos jóvenes. Lo que se elige es el mejor proyecto y no la trayectoria. Los concursos cuando son nacionales levantan el nivel de los mismos y hacen que los participantes se perfeccionen.

Es un gran logro cada vez que hacemos un concurso con resultados espectaculares en término de participación y excelencia como el de San Patricio del Chañar: el municipio queda satisfecho, participan arquitectos de todo el país y el nombre del CAN queda prestigiado. Siempre va a ser más interesante que concursen una multitud de proyectos; entendiendo que el concurso es una herramienta válida para proyectos de cierta escala.

En este caso hubo 45 trabajos de 45 estudios de todo el país y hubo mucho para mirar y mucho para elegir.

¿Cómo es el mecanismo una vez que la institución acude al Colegio de Arquitectos de Neuquén?

En este caso en particular, como presidente me reuní con el intendente junto con uno de los coordinadores de concursos de la Regional 1 del CAN y escuchamos cuáles eran las necesidades y exigencias del proyecto y las publicamos en la página del colegio y en las redes para convocar al equipo de jurados. Nos mandan los currículums de los que se eligen las mejores opciones y tratamos de no repetir los profesionales y siempre ir agregando un arquitecto junior para que la cartera de asesores disponibles del colegio esté siempre en crecimiento . De esa forma se confeccionan las bases siempre en diálogo directo con el cliente (en este caso el municipio de San Patricio del Chañar).

Cuándo se realiza la entrega de trabajos se hace la jura en donde el Jurado, dos por el CAN (un senior y un junior), dos por el cliente y un jurado más de la Federación Nacional de Arquitectos (Fadea) hacen la selección. Una vez elegido el proyecto y a través de un procedimiento de registro informático se identifica cada trabajo con el estudio correspondiente.

¿Qué respuesta existe en general en los arquitectos colegiados respecto de estas iniciativas y qué expresan del concurso como mecanismo?

La respuesta a los concursos siempre fue buena. No todos los estudios de arquitectura participan de concursos pero siempre es buena y no hay oposición a los concursos como herramienta porque es la manera más democrática y transparente de hacer un proyecto.

¿Puede observarse un interés mayor en el concurso para la elección de proyectos por parte de profesionales que concursan y por las instituciones que recurren al mecanismo de concurso?

Los arquitectos siempre tienen interés en los concursos y las instituciones algunas tienen interés en participar y otras no tanto y yo creo que es porque no conocen las posibilidades y ventajas del concurso como herramienta o aún no lo entienden como mecanismo de gestión.

¿Tiene el CAN capacidad técnica para llevar adelante múltiples concursos a la vez en caso de que se presente la necesidad?

El CAN tiene capacidad técnica para llevar adelante varios concursos a la vez perono es aconsejable hacer que se superpongan fechas de lanzamiento de entregas de concursos para que cada uno tenga buena participación. Si se lanzan los concursos en paralelo los estudios tienen que elegir en cuál participar; pero respondiendo a la pregunta específicamente el colegio tiene esa capacidad.

Un mensaje final a responsables de instituciones estatales o privadas que estén pensando en acudir al CAN para realizar un concurso de anteproyectos.

Es importante la realización de concursos cuando hablamos de instituciones públicas, ya sean espacios o edificios públicos porque es la forma más democrática, abierta, participativa y transparente de llevar adelante un proyecto. Es la forma de tener el mejor proyecto que se puede tener para esa para esa necesidad. La experiencia del CAN permite redactar bases con fundamento y convoca a los mejores jurados. Es importante que las instituciones se vayan sumando para enaltecer sus ciudades con edificios de valor arquitectónico.

Una impresión sobre el proyecto seleccionado.

Con respecto a los trabajos seleccionados estoy muy contenta sobre todo por carácter transitivo de la alegría del Jurado y los asesores ya que el nivel de los trabajos fue excelente y no quedaban dudas que tenían que estar premiados. Cuando me lo mostraron me pareció que tiene la simpleza que se necesita en una localidad como El Chañar con una incorporación arquitectónica al espacio verde, sencilla y certera; con una implantación del edificio que pone el acento dónde lo tiene que poner y coincido con el jurado de que es un trabajo que “se planta” en el terreno y que funciona muy bien en ese sentido.


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