El desesperado pedido por electricidad de familias que viven en 12 puestos, en Puente Cero

Decenas de vecinos deben alumbrarse con velas. Cuentan con generadores, pero les sale caro comprar el combustible.

Redacción

Por Redacción

Las familias de unos 12 puestos ubicados cerca de Puente Cero, en Cervantes, están desesperadas por acceder al servicio de energía eléctrica.
Hace décadas sufren la falta de electricidad y deben acudir a generadores que se alimentan con nafta. Sin embargo, como el precio del combustible no ha parado de subir ya no pueden costearlo.

Gladys Sosa es una de las vecinas que vive en uno de esos puestos y que no tiene acceso al servicio eléctrico.
“Nos abastecíamos con un generador, pero como está la situación no nos alcanza ni para prender un foco. Hay que ponerle 5 litros de nafta para que dure, es un litro por hora”, explicó.

Glays contó que son 12 puestos que están en la misma situación. “Tenemos muchos chicos y adolescentes que van a tomar el colectivo en Puente Cero y no hay ni un farol que los alumbre, el camino es un peligro”, expresó.
La vecina detalló que entre los afectados hay adultos mayores y personas con discapacidad.

Señaló que han presentado notas a la empresa Edersa, a la intendencia de Cervantes y a Defensoría del Pueblo, pero no tienen respuestas.
Gladys dijo que el tendido eléctrico está a unos 400 metros de su casa.
“Hace años que sufrimos este problema. En verano no se puede comprar carne ni manteca ni mayonesa u otro alimento que necesite frío”, remarcó.
“Estamos cansados desde hacer notas, hemos hablado con la intendenta Claudia Montanaro de Cervantes y siempre no responde que no les alcanza, que no hay presupuesto”, contó.

Natividad es otra vecina de esa zona y tiene un merendero donde asisten unos 70 chicos.
Si bien el comedor está conectado al servicio eléctrico suelen registrarse problemas con la tensión y tiene que elegir que electrodoméstico va a usar.
“En el merendero tengo la heladera, pero no puedo enchufar un freezer tampoco usar el lavarropas automático”, explicó.

Mencionó que presentó una nota a la prestataria Edersa y no tienen una solución. En la casa con los problemas tensión varios artefactos “se me rompieron como el lavarropas o microondas”, mencionó.
Natividad está preocupada porque hace un tiempo se le quemó la bomba de agua y teme que por la energía que no es constante vuelva a ocurrir esto. “Estaba cerca de $80.000 pudimos comprarla, pero está muy caro ahora”, señaló.

Daniela es otra vecina de cuatro hijos que vive en ese sector. “Cada vez que la tensión baja se quema algún electrodoméstico”, expresó indignada.

Los pocos vecinos que tienen electricidad deben elegir que van a enchufar. La mayoría opta por la heladera con el riesgo que sea afectada por los desniveles de corriente.
En cuanto a las familias de los 12 puestos solo se alumbran con velas.
“No podemos en verano ni comprar un aire acondicionado para pasar el calor porque no tenemos servicio de luz y a los que acceden un poco tienen el riesgo de que se queme”, dijo.

Además de la falta del servicio eléctrico las familias señalaron que no están conectadas a la red de gas. Por este motivo deben usar leña para cocinar y calefaccionarse lo que representa otro importante costo ya que el precio subió un poco durante esta temporada de invierno.
Solo la madera de algarrobo dura un poco más mientras que la fruta se consume más rápido.

El merendero necesita ayuda

Navidad contó que el merendero “Las Lumbreras” subsiste con la colaboración de comercios y las madres de los chicos que asisten.

Señaló que varios de estos niños y adolescentes juegan a la pelota y no tienen que ponerse en los pies para practicar este deporte.

“Necesitamos calzado para que puedan jugar del talle 34 al 44”, detalló.
Explicó que, si bien hay muchos chicos, algunos son muy robustos por eso requieren un número grande.

“A uno se le rompieron todas las zapatillas y para poder llegar a su casa se las ató con alambre”, mencionó.
La mujer comunicó que necesitan un tanque de agua de 500 litros para almacenar agua potable y ropa de diferentes talles.

Ella tiene su casa en Roca, pero desde que comenzó la pandemia eligió quedarse en Puente Cero atendiendo el merendero.
Las personas interesadas en ayudar pueden comunicarse al celular 2984 359167.


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