El fiscal dijo que los Reggioni «son un clan» y pidió declararlos culpables

El juicio contra el exintendente de Fernández Oro llegó a la instancia de alegatos. Las defensas pidieron absolver a los cuatro acusados. El martes se conocerá el veredicto.

“Son una familia clan, en la que todo es para todos”, sostuvo esta tarde el fiscal Guillermo Merlo antes de pedir que se declare culpable al exintendente de Fernández Oro, Juan Reggioni, de los delitos de negociación incompatible con la función pública y estafa.

El representante del Ministerio Público también consideró acreditado el accionar ilegal de la pareja del dirigente del PJ, Eva Maldonado, de su hijo Diego Quintero y de Julia Susana Arellano Sánchez.

Todos están acusados por la compra irregular de un terreno en el Loteo Social III de Fernández Oro, que originalmente había sido cedido por el municipio a una mujer de escasos recursos. El escándalo se desató cuando hubo incendio en la casa construida en el lote y el inquilino de la familia Reggioni, Carlos Vázquez, se presentó a reclamar asistencia.

En la jornada de alegatos de hoy, la defensa de Reggioni manifestó que no se configuró el delito, y mencionó conversaciones de WhatsApp que se encontraban en el celular de Vázquez. Esos mensajes no fueron ofrecidos como prueba durante las dos audiencias previas del juicio.

Otro audio, en el que dialogan Reggioni y Vázquez, sobre el contrato de alquiler que inició en mayo de 2017, sería la prueba que para Fiscalía tiene mayor valor.

No obstante, el fiscal Merlo explicó que se sustenta en los testimonios del ingeniero Baffoni, que mostró una coincidencia en la fecha de creación del archivo, con el día en que el arrendatario situó la reunión con el exintendente. Además, el tamaño del material no varió, por lo que no habría sido adulterado. También se apoyaron en lo expuesto por el policía Joaquín Vanacloig, y por las declaraciones de la escribana, María Paula Álvarez Machicote.

El fiscal Merlo, en los alegatos de esta tarde.

En su alegato, Merlo buscó invalidar el testimonio del único testigo que citó la defensa, y que también fue perito de parte, Cristian Vila. Lo calificó como un “hacker ético” y dudó de sus aptitudes y experiencia. “Terminó espiando una conversación ajena” disparó, en relación a un chat de WhatsApp entre el asesor legal del municipio, Martín Reballiati, y Vázquez, que no fue ofrecido como prueba. Además, manifestó que en su testimonio hubo “falta de coherencia, contramarcha”, y aseguró que “se desdijo” sobre la información técnica del mencionado audio.

Para él quedó probado que el objetivo de la maniobra que “triangularon” Reggioni, Arellano Sánchez, Quintero y Maldonado, era “escriturar y vender”, y que mientras tanto “construyeron, explotaron y administraron” el lote, todas acciones prohibidas por ordenanza. “Son una familia clan, en la que todo es para todos”, acusó Merlo, y solicitó que todos los imputados sean declarados culpables, Reggioni como autor de negociación incompatible, y el resto en condición de participe necesario. En el caso de Maldonado se suma el delito de estelionato, ya que alquiló una casa sobre la que no tenía ningún poder.

Para el abogado de Reggioni y Maldonado, Antonio Barrera Nicholson, el dirigente del PJ no escrituró a nombre de Quintero, y sostuvo que “no está configurado el delito” de negociación incompatible. Además explicitó que, llegado el caso, se debería traer al banquillo a Fernanda Reggioni, que también figura en la rúbrica de la escritura. “Hay un olorcito a político muy fuerte”, opinó.

“Es llamativo, muy llamativo que Mariano Lavín no mencionó nada en la Comisión de Loteos”, deslizó.

Por su parte, el defensor de Arellano, Pablo Barrionuevo alegó que el delito de negociación incompatible prescribió, ya que el acuerdo mutuo que realizó con Miriam Canale fue en 2010, y en 2011 fue sustituida por Quintero. Por eso pidió la absolución.

Por último, alegó la defensora de del hijo de Reggioni, Silvana Ayenao, quien aseguró que los testigos no pudieron señalar a Quintero en ninguna participación directa, más que por “ir a buscar la escritura”, pero sostuvo que fue “un mero transporte”. “No aparece el dolo directo”, argumentó.

“No le podemos pedir a Quinteros que declare en contra de su padre”, deslizó reconociendo la irregularidad de la operación, y buscó desligar a su cliente.

El juez Álvaro Meynet leerá el veredicto el martes que viene al mediodía. Posterior a eso, en caso de que haya culpabilidad, se realizará el juicio de cesura y las correspondientes instancias de apelación.


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