El operario neuquino que dominó la supergrúa

Con una pluma de 40 metros se desmontó ayer el montacargas del edificio de 100 metros en Argentina y Doctor Ramón.

Hubo que cortar el tránsito para trabajar sin sobresaltos.
Florencia Salto

Ayer el centro de la ciudad recibió la visita de una grúa poco frecuente. Se trató de un equipo de 80 mil kilos que se instaló durante una jornada de ocho horas para sacar el montacargas que había en la construcción del edificio más alto de la Patagonia.

Cuatro operarios y un maquinista fueron los encargados de realizar la maniobra que se elevó a más de 30 metros en el hotel Hilton ubicado sobre la intersección de avenida Argentina y Doctor Ramón. Según algunos de los responsables, no es cotidiano que grúas de dichas características opere dentro de las ciudades, mientras que para otros es una situación de rutina.

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El vehículo especial es característico de obras en el petróleo o en el montaje de parque eólicos. Puede elevarse a una altura máxima de 40 metros y levantar hasta 40 toneladas.

En esta oportunidad se trasladó a la ciudad para desarmar el montacargas que se instaló en el hotel durante más de dos años, ya que el edificio tiene en funcionamiento los ascensores desde hace unos seis meses.

Antes de comenzar con la jornada, los que integraron la operación debieron reunirse para detallar cada momento y etapa del desarme. El objetivo fuer prevenir cuestiones como el clima, principalmente el viento y el largo de la pluma.

Nicolás Bialous (40) fue el operario encargado de manejar y maniobrar cada movimiento de la grúa. Con una experiencia de ocho años, se dejó en evidencia que su concentración fue uno de los puntos claves.

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“Hay que estar pendiente de cada integrante que está atando las cosas o desmontando las estructuras, para evitar cualquier tipo de error, observar las manos de cada uno es un punto clave”, afirmó.

Lo cierto es que cuando la cadena global Hilton decidió desembarcar en la Patagonia, llevando a delante la construcción del Garden Hilton Hotel en la capital neuquina, las máquinas de grandes dimensiones se convirtieron en visitantes cotidianos.

La torre mide 100 metros desde el cordón de la vereda hasta el tope. Tiene por arriba de la terminación del edificio una antena de 10 metros que señaliza y es referencia para los pilotos de la aviación civil.

Tiene 28 pisos, los primeros 10 serán parte de un hotel. Los restantes, departamentos.

Desde la panorámica a 90 metros de la vereda se ve, como si fuera un mangrullo, hacia los cuatro puntos cardinales .

“Hay que estar pendiente de cada integrante que está atando las cosas o desmontando las estructuras para evitar errores”.
Nicolás Bialous tuvo a cargo el concentrado manejo del equipo.


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