El primer incendio del que hay registro en Neuquén

Se produjo el 18 de septiembre de 1905, en la vivienda del inmigrante rumano, José Edelman. Dos niñas pequeñas lograron escapar milagrosamente. La casa quedó reducida a cenizas.

Habían pasado solo seis días del primer cumpleaños de la flamante nueva capital del territorio del Neuquén.
Todavía estaba latente la alegría por haber celebrado un año desde que el paraje Confluencia se anotaba en la historia con un prometedor futuro. Y la colectividad chilena venía de celebrar un nuevo aniversario de la independencia de su país. Todo era fiesta en la ciudad.

Pero el regocijo fue rápidamente interrumpido la noche del 18 de septiembre de 1905, cuando comenzó a correr la voz sobre un incendio de grandes proporciones que se está desarrollando en la vivienda de unos de los pobladores más reconocidos. Las consecuencias fueron pérdidas materiales totales, pero no hubo víctimas fatales.
El hecho conmocionó a toda la población porque dos niñas lograron milagrosamente escapar de las llamas y salvar su vida.

Dos niñas dormían en una habitación de la casa de la familia Edelman, cuando la vela con la que se iluminaban desató el fuego. Las niñas lograron despertarse y salir de la casa a tiempo. El inmueble quedó reducido a cenizas”, relatan las crónicas que se guardan en el museo Paraje Confluencia. Este hecho es considerado el primer incendio documentado de la historia de la ciudad.

Ese mismo mes, el dueño de la vivienda destruida, había sufrido la muerte de su esposa, María Esther Schapiro, que falleció a causa de una enfermedad pulmonar desatada por las duras condiciones climáticas que reinaban por aquellos años en estas tierras.

Edelman, era un inmigrante rumano, que se quedó sin nada y así como lo hizo cuando junto a su familia llegaron por primera vez a la confluencia de los ríos Neuquén y Limay, tuvo que empezar de cero con su vida.
En cuanto a las causas que ocasionaron el inicio del incendio, las crónicas relatan que se debió a la conjunción de tres factores. Hay que pensar que la ciudad de 1905 era un poblado pequeño de viviendas dispersas y la casa de Edelman estaba bastante más alejada que el resto.

A esto hay que agregar que en esas épocas no se contaba con recursos eficientes en calidad y cantidad para extinguir rápidamente el fuego. Y si se suma que cuando se produjeron las primeras llamas, casi toda la población ya dormía después de un día agitado de festejos, ese combo fue implacable con la residencia de Edelman.


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