De la primera F-100 a los videos virales, así maneja el pulpero de Las Grutas

Cristian Firmapaz contó que su tío Juan le enseñó a manejar a los 12 años en un Fiat 125. La primera Ford tardó en llegar, pero cuando la tuvo siguió apostando a esas camionetas. "Les tenés que poner cuerpo, porque son duras, y sin amortiguación. Pero es lindo, porque es como que todo se borra. Ves el camino, y ahí estas sólo vos”, dijo a Río Negro.

Aunque deslumbró a todos con una F100, la historia de Cristian Firmapaz empezó a bordo de un auto. Era un Fiat 125. Y fue su tío Juan, que por entonces tenía 22 años, quien le enseñó a manejar. Él era un nene de 12, que quería abrirse camino en ese mundo en el que sus mayores iban y venían entre la naturaleza y la ciudad, atravesando montes y playas en chatas tan nobles como la que por estos días lo volvió popular. 

Juan es hermano de su mamá, y el más cercano de sus cuatro tíos. “Con él casi que nos criamos juntos. De chico yo lo seguía para todos lados. Él me enseñó también todo lo que sé sobre mecánica. Lo veía arreglar los ‘cachirulos’ que usábamos para ir a pulpear. Y me pagaba por hacer changuitas, cuándo tenía que reparar los autos que le llevaban, porque él también vivía de eso” recordó el pulpero. 

Mirando hacia atrás, ahora reconoce que su pasión y talento “fierrero” los heredó tanto de Juan como del resto de sus tíos maternos, que se daban maña para reparar cualquier cosa, y, como ahora ocurre con él, se destacaban al volante.

Lo siguen haciendo, porque como la mayoría de los Firmapaz tuvieron hijos desde muy jóvenes, en su familia las barreras generacionales se atraviesan de un tranco. “Juan ahora tiene 45 años, y siempre le agradezco que me dejara andar con los fierros” apuntó Cristian. 

Cristian Firmapaz al volante de su primera F100. «Esta camioneta tiene muchas historias», cuenta.

De ese Fiat inicial pasó a un Peugeot, y de ahí a un Chevrolet con motor de Falcon, que se compró en una época en la que estuvo alejado de las playas y del monte, dedicado a trabajar en la construcción y en una empresa que elaboraba asfalto. 

Luego, vendió ese móvil y vino su primera F100. Días atrás, en la página de Facebook que sus seguidores crearon para que Ford le regale una camioneta, el pulpero posteó una foto de esa primera chata. 

Después, llegaría la que le dio una fama inesperada, a través del video que se volvió viral. 

“Ésta la tengo hace un año, y es fiel y aguantadora” se enorgulleció Cristian. 

También compartió sus sensaciones al manejar. “Cuando estás ahí, llevando el volante, te olvidás de todo. A estas camionetas les tenés que poner cuerpo, porque son duras, y sin amortiguación. Pero es lindo, porque es como que todo se borra.  Ves el camino, y ahí estas sólo vos” reflexionó. 


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