Los recuerdos de Eufemia sobre la crecida que «barrió» Sauzal Bonito hace 13 años

Esta semana el río Neuquén tendrá un importante incremento, pero aseguraron que no afectará a las viviendas y familias del lugar. El relato de aquel complicado 2006.

“La inundación que nos barrió fue de 1,30 metros. Ahí sí quedó todo inundado”, recuerda Eufemia Zapata, pobladora de Sauzal Bonito. Ahora, aunque el río Neuquen aumentó su caudal no se salió del cauce natural. De todos modos, las familias que habitan este paraje estaban advertidos de una crecida.

El aumento del potente río Neuquén es casi normal. Desde la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) que realiza el monitoreo permanente, se anunció un aumento de los caudales pero nunca como en los niveles como los 2006.

Ésa fue la inundación “histórica” y la que obligó salir de las viviendas a los pobladores y buscar lugares elevados. El agua ingresó y tiró todo lo que encontró a su paso.

Eufemia tiene 92 años y va para “93 en noviembre”, se encarga de aclarar. En la década del 60 se instaló junto a su esposo y sus diez hijos. La casa se levanta en la vera norte del camino principal del paraje y más cerca del río.

La inundación de 2006 la afectó y mucho. “Esa fue la que nos barrió. Llegó hasta acá (y señala la altura de la pared) 1,30 metros y se quedó todo inundado”, recuerda. Contó Ufe -como la llaman sus seres queridos- que había salido a la mañana y tenía pensado viajar hacia Cutral Co cuando los alertaron que debían dejar las viviendas porque “venía todo el río”. Y fue como una sola avalancha de agua. “De acá, de allá y quedó todo bajo el agua”, sostiene.

Eufemia Zapata tiene 92 años y vivió en primera persona la inundación de 2006. Foto: Fernando Ranni.

El ingreso del agua dañó todos los muebles que había en el interior de la casa. La heladera flotaba, la mesa grande quedó en otra habitación. Hubo que hacer un intenso trabajo de limpieza, una vez que el agua empezó a bajar.

Los hijos, hijas y nueras de Eufemia se dedicaron al reacondicionamiento de la casa que hoy trece años después no muestra rastros de aquella inundación. “No perdí ni una aguja”, dice sonriendo la vecina.

El caudal podría llegar hasta los 1.000 metros cúbicos por segundo pero no afectará a las viviendas de la localidad. El pico de la crecida será antes de los embalses y llegaría a mitad de semana.

Las frazadas, las sábanas y la ropa fueron lavadas. Los enceres y muebles. Todo se recuperó.

“Y ahora, los sismos”, menciona porque también debió aprender a convivir con los movimientos telúricos desde hace unos años atrás. “No alcancé a asustarme porque estaba en la cama. Pero soy de las personas que pienso: lo que pasó, pasó y que los demás si quieren, lloren. Yo no soy de llorar”, concluye.

Las familias de Sauzal Bonito fueron advertidas del aumento del caudal, en especial, para que los animales no queden en una zona de peligro.
El presidente de la Comisión de Fomento, Sebastián Ariel Zapata explicó que la información fue enviada desde AIC, a través de los bomberos voluntarios del paraje y, a partir de ahí se avisó a los vecinos.

Agregó que para que haya desbordes el caudal tiene que superar los 2.500 metros cúbicos por segundo. “Ahí empieza a llegar hasta los lugares donde está habitado”, acotó. En 2006, llegó a los 13.000 metros cúbicos por segundo.

Esa fue la que nos barrió. Llegó hasta acá (y señala la altura de la pared) 1,30 metros y se quedó todo inundado”.

Eufemia Zapata, pobladora de Sauzal Bonito.

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