En Bariloche rechazaron personal de salud foráneo que se quiso vacunar

Agentes de otras ciudades de la provincia y otras jurisdicciones que están de vacaciones en la ciudad quisieron aplicarse la segunda dosis de la Sputnik V, pero hay un listado estricto con los que recibieron la primera dosis.

Personal de salud de Viedma y otras localidades se presentaron en el hospital Ramón Carrillo para recibir la segunda dosis de la vacuna Sputnik V en Bariloche, donde vacacionaban, pero en la ciudad hay un listado estricto y solo accedieron a la dosis los 450 trabajadores

El hospital solo tenía las dosis y orden estricta de aplicar la segunda vacuna al personal de la primera línea contra la covid-19 que recibió la primera dosis en diciembre. Sin embargo se dieron situaciones imprevistas.

Víctor Parodi, jefe del Departamento de Actividades Programadas para el Área, indicó que se presentaron personas de Viedma u otros lugares de Río Negro, que habían recibido en su ciudad la primera dosis y llegaron a Bariloche en licencia. Al trabajar en el ámbito de la Salud Pública rionegrina entendían que podían completar la vacunación en Bariloche.

Otros venían de otras provincias en vacaciones con la misma situación. Incluso recibieron en el hospital a empleados de sanatorios privados, cuyas entidades no los anotaron para la primera o segunda dosis.

Estos casos fueron rechazados porque en el hospital solo se aplicaron las vacunas a quienes recibieron la primera dosis. También tuvieron situaciones de personal del hospital de Bariloche que recibió la primera dosis y salió de vacaciones, considerando que se vacunarían a su regreso.

Algunos lo aceptaron y otros no. Algunos se ponen como si fuesen más prioritarios que otros. Pero a los fines de la población del hospital zonal y las listas de los sanatorios, todos se consideran prioritarios de covid-19, desde el médico terapista hasta la mucama”, señaló Parodi en un comunicado de prensa oficial.

Salud explicó que cada ampolla de la vacuna alcanza para cinco personas, por eso se aplican en grupos. “Si el quinto se demora, por ejemplo, corremos el riesgo de perder dosis», explicó el médico.

Parodi resaltó que en Bariloche se completó la segunda dosis y señaló que entre la primera y esta nueva etapa hubo un cambio de actitud y creció la aceptación.

“Hay quienes no quieren dársela por miedo, incertidumbre o porque cree que le causará efectos adversos. Tuvimos cerca de un 7% de efectos secundarios leves, que no impiden la aplicación de la segunda dosis. De 4.367 aplicaciones de la primera dosis en Río Negro, sólo alrededor de 300 tuvieron efectos leves, un muy bajo porcentaje”, explicó.

Agregó que “en esos casos y en otros de resistencia, vemos que con las explicaciones acceden, salen de la incertidumbre o el miedo, y confían en la vacuna”.


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