Transición energética: una línea de acción en el plan por el cambio climático en el país

El Gobierno Nacional presentó un borrador sobre el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al cambio Climático. A pesar de tener pocas medidas explicitas, buscarán reducir casi un 10% del consumo del gas y la electricidad, como así también desarrollar más fuentes de energía renovable.

A través del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático (PNAyMCC) el gobierno nacional delineó sus intenciones para abordar la temática hasta 2030. A pesar de tener pocas medidas explícitas, se definió apuntar a la transición energética mientras se reduce el consumo de gas y electricidad y se apuesta a las energías renovables.

Este documento -que está en borrador- está destinado a contener las medidas y acciones a realizar en el país para alcanzar las metas de adaptación y mitigación detalladas en la Segunda NDC (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional). En ella, Argentina se comprometió a no exceder la emisión neta de 349,16 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) en el año 2030.

Para ello, establecieron seis líneas estratégicas, cuatro enfoques transversales y cuatro líneas instrumentales. Serán ejecutadas a través de más de 170 medidas que estarán a cargo de distintos sectores y organismos. En el escrito no hay adelanto concreto de ellas.

La visión climática para 2030 y las medidas que se plantearán, según los objetivos, «se enmarcan dentro de una estrategia de largo plazo que orientará nuestros modelos hacia un desarrollo bajo en emisiones, resiliente, justo y solidario, que no deje a nadie atrás«, detallaron en el escrito.

En el borrador, a su vez, aseguraron «la evidente necesidad de un cambio de paradigma«, que requiere «una acción política renovada y un compromiso activo de todo el pueblo argentino para ponernos de pie y reconstruirnos mejor».

Las líneas estratégicas del plan se establecieron como «ejes centrales para alcanzar los compromisos nacionales a partir de objetivos, líneas de acción y medidas específicas de adaptación y mitigación». Estos se dividen en: transición energética; agricultura, ganadería, pesca y bosques; conservación de la biodiversidad y bienes comunes; transición productiva y territorios sostenibles y resilientes.

Por otra parte, los enfoques transversales apuntan a incluir temas de la agenda pública y de realidad social que atraviesan a las políticas climáticas. Los cuatro que nombra el plan se dividen en: Géneros y diversidad, Gestión integral del riesgo, Salud y Transición laboral justa.


Transición energética, un objetivo claro para 2030


La línea estratégica de transición energética es una de las más desarrolladas en el documento. Señalaron que para lograrla «implica un cambio estructural en los sistemas de abastecimiento y utilización de energía, lo cual tiene consecuencias inciertas en el modo de organización social».

A su vez, se planteó como «una transición consciente para trascender del paradigma fósil«. Para lograr este objetivo y contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, expusieron líneas de acción que impactarían en los sectores de la industria de la energía y de las manufacturas, la construcción, el transporte, el residencial y el agropecuario.

En números

8,5%
es la reducción en el consumo de electricidad y gas que se buscará alcanzar para 2030.

Una de ellas, es apuntar a la eficiencia energética, donde buscarán reducir hasta un 8,5% del consumo de electricidad y gas en los distintos sectores para el año 2030 a través de usos más eficientes de la energía.

Otra línea se titula «energía limpia en emisiones de GEI», para la que establecen que más del 90% del incremento de la potencia instalada entre 2022 y 2030 se producirá en fuentes energéticas bajas en emisiones. Así, aumentaría significativamente su generación con respecto al promedio de los últimos años, superando el 55 % de participación en la generación eléctrica y relegando las centrales térmicas.

Este camino a la descarbonización reduciría cerca del 25 % de la intensidad de carbono de la matriz eléctrica en comparación con la actualidad. También aseguraron que la potencia renovable distribuida alcanzará el 1 GW en distintos puntos de consumo residenciales, comerciales e industriales, sin mencionar los planes al respecto.

Por otra parte, dentro de la transición energética señalaron que habrá medidas relacionadas con la movilidad sostenible. El objetivo al año 2030 es que las 80 ciudades más pobladas del país desarrollen e implementen planes locales de transporte sustentable, principalmente en ciudades de más de 50 mil habitantes.


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