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Una maniobra de Irán pone en riesgo la principal ruta petrolera del mundo 

El país del golfo pérsico secuestró dos buques al principal propietario de cisternas del globo. El hecho sucedió en el Estrecho de Ormuz 

La semana pasada Irán secuestró dos buques petroleros de Grecia, el propietario de barcos cisterna más grande del mundo, que circulaban en el Golfo Pérsico y generó una nube de incertidumbre sobre la principal ruta de transporte de energía. El hecho sucedió en el Estrecho de Ormuz, en el que circulan más de 25 millones de barriles diarios. 

Cualquier disputa que involucre a los barcos de nacionalidad griega y el Estrecho de Ormuz es potencialmente grave para el mercado global. Según datos de mercado, el 27% de los buques petroleros del mundo, son de Grecia.  
 
En detalle, Irán detuvo dos buques que transportaban 1 millón de barriles de petróleo cada uno, cuando ingresaron a su territorio. Se estima que fue en represalia por un buque iraní que incautó Grecia hace unas semanas, en coordinación con autoridades de Estados Unidos.  

Vale recordar que el país norteamericano ejerce fuertes sanciones sobre Irán, con el objetivo de perjudicar su economía para limitar el desarrollo del programa nuclear. El año pasado las partes retomaron el diálogo para intentar restablecer el acuerdo nuclear de 2018, aunque por ahora no hubo una definición.  

Ante esta situación, desde Grecia alertaron a todas las empresas de transporte de petróleo que se deberán «adaptar a la inaceptable situación» cuando circulen por el Golfo Pérsico. Actualmente, hay cerca de 17 buques petroleros en la región que ya fueron amenazados por parte de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) que, además, es la que secuestró los dos barcos esta semana. 


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