«Esperamos brindarle al personal un empujoncito para salir adelante»

Ariel García es enfermero del Hospital de Clínicas y llegó esta mañana a Neuquén para reforzar los equipos de salud frente al aumento de la demanda por los casos de covid-19. Junto a él, aterrizaron otros 11 profesionales.

Ariel García (36) había preparado su valija con «ropa para el norte», con el objetivo de aterrizar esta semana en Jujuy, pero los planes cambiaron a último momento. Un llamado el sábado a la noche, cuando cumplía su turno en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, le avisó que el destino sería Neuquén: llegaría hoy a la provincia como parte de una comitiva de 12 enfermeros que ayudarán a reforzar los equipos de salud, agotados por el incremento de casos de covid-19 de las últimas semanas.

Ariel fue uno de los profesionales que se apuntó voluntariamente a una propuesta del ministerio de Salud de la Nación para viajar a diferentes provincias del país con dificultades para enfrentar la pandemia. «No tenía pensado venir a Neuquén, pensaba que iba a ir para Jujuy y de repente nos cambiaron el destino», relató este mediodía a RÍO NEGRO, pocas horas después de su aterrizaje en el aeropuerto Presidente Perón.

Es enfermero estable en el área de traumatología de ese nosocomio de Buenos Aires, pero tiene experiencia en guardia, en el área coronaria y en la sala Covid. Llegó a la provincia sin más precisiones que su horario de partida y una estadía de 15 días, pero con la vocación de «ayudar».

«Nos dijeron que el sistema de salud acá está colapsado y que el personal está cansado, necesita un respiro, un empujoncito para salir adelante. Esperemos poder brindar eso, esa ayuda que están necesitando», sostuvo.

Ariel tampoco está ajeno al desgaste: tuvo dos francos desde el inicio de la pandemia, porque en el Hospital de Clínicas donde trabaja unos 100 profesionales tuvieron que tomar licencias por ser población de riesgo y contar con enfermedades preexistentes.

«Cansa bastante y desgasta ver a compañeros cercanos que se contagian. Se vive con el miedo de llevar eso a tu casa, a tu familia, pero a eso se suma el querer ayudar al paciente», aseguró.

Ariel García dejó tres hijos en Buenos Aires para venir a colaborar con el abordaje de la pandemia en Neuquén, pero aseguró que «lo entendieron». Estará 15 días junto a sus 11 colegas que llegaron esta mañana para integrarse a los equipos del hospital Castro Rendón y luego habrá una rotación con personal de otras regiones.

Al mediodía, los alojaron en un hotel a pocas cuadras del centro de salud donde prestarán servicio, pero a las 15 ya estaban citados para los preparativos, pues el objetivo es que se incorporen «lo antes posible» a las tareas. Harán turnos de 12 horas y descansarán por igual período.

«Vine para ayudar. En Buenos Aires ya había hecho un voluntariado para vacunar. También me tocó estar tres días internado bajo sospecha de tener covid-19 y es muy feo estar en aislamiento sin que venga un personal de salud a verte y saber cómo estás, a alcanzarte una toalla o un jabón», relató Ariel.

Dijo que, día a día, los equipos se fueron perfeccionando en cómo usar los equipos de protección y perdiendo el miedo para tratar mejor al paciente. «Antes era pasarles la comida detrás de la puerta y, cuanto menos contacto con la persona, mejor. Hoy tenemos mejores maneras de protegernos porque el hospital cuenta con recursos para enfrentar esta pandemia», planteó.


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