Día internacional de acción contra la Migraña: cinco millones la padecen en Argentina

Es uno de los 20 cuadros más incapacitantes en todo el mundo, solo el 40% reciben un diagnóstico y tratamiento adecuados. Cuál es la prevención y el tratamiento.

La migraña es una de las veinte enfermedades más incapacitantes en todo el mundo.

Cada 12 de septiembre se celebra el Día Internacional de Acción contra la Migraña, una fecha clave para poner en el centro de atención los efectos de esta condición, que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, la migraña es una de las enfermedades más discapacitantes, impactando al 14% de la población mundial. En Argentina, se estima que alrededor de 5 millones de personas la padecen, aunque solo un 40% recibe el tratamiento adecuado.

Este tipo de cefalea, más común entre mujeres que entre hombres, es una de las principales causas de pérdida de productividad laboral. Los pacientes con migraña pierden un promedio de 19.5 días de trabajo al año. A nivel regional, la situación es alarmante, ya que la migraña se ha posicionado como la segunda causa de discapacidad entre los 15 y 49 años, especialmente en América Latina, donde el impacto económico es significativo.

Un estudio realizado por el Instituto WifOR detalla que las pérdidas en la región ascienden a cerca de 304.900 millones de dólares, afectando tanto a las actividades remuneradas como no remuneradas. En Argentina, las consecuencias de la migraña se traducen en pérdidas del 1.38% del PIB, lo que revela un fuerte impacto económico y social.

La importancia del diagnóstico:


La falta de un diagnóstico rápido y adecuado es uno de los grandes desafíos en el tratamiento de la migraña. Obtener un diagnóstico certero puede demorar entre 7 y 10 años, y muchos pacientes abandonan el tratamiento en los primeros meses, lo que agrava las consecuencias de la enfermedad en su vida cotidiana.

7 y 10
años puede demorarse un diagnóstico certero de migraña.

La migraña no solo afecta el ámbito laboral, también altera las actividades diarias, como el cuidado de los hijos y las tareas domésticas. Diversos estudios señalan que las personas de menores ingresos están más expuestas a sufrir migrañas, ya que factores como la mala alimentación, el sedentarismo y el estrés agravan la condición.

En los últimos años, se ha avanzado en el desarrollo de tratamientos más específicos para esta enfermedad. Hoy en día, el enfoque terapéutico se centra en tres pilares: el tratamiento agudo para detener las crisis, el preventivo para reducir su frecuencia y las medidas no farmacológicas, que incluyen cambios en el estilo de vida y la alimentación.

La comunidad médica insiste en la importancia de continuar concientizando sobre el impacto de esta enfermedad y la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos adecuados. Los esfuerzos para abordar la migraña no solo se traducen en una mejora en la calidad de vida de los pacientes, sino también en beneficios para la economía y la productividad de las sociedades.

A pesar de los avances científicos, la migraña sigue representando un reto significativo tanto para los pacientes como para los sistemas de salud, que aún deben encontrar maneras de reducir el tiempo de diagnóstico y garantizar que quienes la padecen reciban el tratamiento necesario para llevar una vida plena.

Migrañas: un dolor incomprendido


Esta enfermedad suele manifestarse en la pubertad y el pico de prevalencia es entre los 25 y 55 años de edad. Es más frecuente en mujeres en una relación de 3 de ellas por cada varón. Existen desencadenantes que favorecen la aparición de episodios, como situaciones de estrés y ansiedad, ciertos olores o perfumes, ruidos intensos y luces brillantes, alcohol y tabaco, cambios hormonales durante el ciclo menstrual, uso de pastillas anticonceptivas, ejercicios intensos, cambios en los patrones del sueño, ayuno prolongado y algunos alimentos como chocolate o quesos duros.

“A veces se corre el riesgo de minimizar esta enfermedad poniéndola a la altura de los dolores de cabeza comunes, lo que puede hacer sentir muy incomprendidos a los pacientes que la sufren. Es una enfermedad en la que, muchos días al mes, la persona puede verse inhabilitada de trabajar, hacer ejercicio, jugar con sus hijos o verse con amigos, incluso no querer salir a la calle y solo pensar en recostarse en la habitación”, explicó el Dr. Alejandro Andersson, médico neurólogo, Director del Instituto de Neurología Buenos Aires (I.N.B.A.).

“Históricamente, siempre se trataba en forma aguda cada episodio de migraña intentando reducir sus síntomas e intensidad, pero -en los últimos años- a partir de haber alcanzado un entendimiento más profundo sobre los mecanismos que desencadenan la enfermedad, se abrió todo un nuevo horizonte terapéutico, que tiene que ver con tratar preventivamente la migraña, sin esperar a que se desencadene el episodio. Un abordaje no excluye al otro, pueden convivir el tratamiento preventivo, que reduce la cantidad de episodios al mes, con el agudo, que mejora cómo el paciente atraviesa cada episodio”, explicó el Dr. Andersson.


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