Estrés: una roquense integró el equipo que descubrió por qué enferma y acorta la vida

"Sería interesante ver qué sucede en mamíferos o en humanos con estrés postraumático o ataques de pánico", alentaron.

Científicos que se desempeñan en Bahía Blanca lograron caracterizar por primera vez lo que sucede a nivel molecular durante la persistencia al estrés, es decir, experimentarlo en un tiempo prolongado.

Si bien los especialistas aclararon que su trabajo se dedicó a un tipo de gusanos, el sitio web del Conicet dejó planteada el interrogante acerca de si ocurriría algo análogo en humanos con estrés postraumático o ataques de pánico.

«En varios animales, incluidos mamíferos, se ha reportado que la perpetuación de la ‘respuesta de escape’ disminuye la capacidad de responder a estresantes ambientales, aumenta le prevalencia de enfermedades asociadas a la edad y disminuye duración de la vida».

Sitio web del Conicet

Los bioquímicos María José de Rosa y Diego Rayes, investigadores del Conicet, son quienes dirigen el equipo en el que participan la roquense Tania Veuthey, Natalia Andersen y Gabriela Blanco. Colaboró Mark J. Alkema, del Departamento de Neurobiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts.

El dato se dio a conocer este miércoles en la edición online de la prestigiosa revista Nature, publicó Clarín. La publicación reconoció el logro del Laboratorio de Neurobiología de Invertebrados del Instituto de Investigaciones Bioquímicas (INIBIBB-Conicet).

Foto: www.conicet.gov.ar

«Respuesta de escape»


Las conclusiones del grupo fueron el resultado de cuatro años de trabajo, estudiando gusanos del tipo caenorhabditis elegans, cuyos procesos pueden compararse a los de mamíferos como el ser humano.

Profundizaron en el concepto “respuesta de escape”, proceso que ocurre cuando el cuerpo genera una respuesta de lucha ante una situación de estrés, para lograr la adaptación al contexto y sobrevivir. La adrenalina es, en los humanos, la responsable de que aumente la frecuencia cardíaca, se contraigan los vasos sanguíneos, se dilaten las vías aéreas, todo lo necesario para lograr la reacción rápida.

En situaciones similares pero prolongadas en el tiempo, notaron que los animales invertebrados como los gusanos (cuya hormona es la tiramina) empezaban a manifestar consecuencias. «Dejan de tener posibilidad de responder a nivel celular a otras situaciones estresantes habituales –como los cambios de temperatura, la falta de oxígeno, o el déficit nutricional-, y contraen enfermedades relacionadas con la edad muy temprano, o sufre un deterioro general de la salud».

Opuesto al «estrés convencional», afirmaron que el ‘oxidativo’ es una de las causas por las que los seres vivos envejecen.

“Hay un interruptor, una neurona que libera la hormona de escape, adrenalina o tiramina, que si bien debe ‘prenderse’ cuando el animal tiene que huir de una situación de estrés, también debería apagarse para responder al estrés ‘oxidativo’. Pero si se prolonga el tiempo del estrés, el cuerpo del animal no logra responder al estrés oxidativo”

Diego Rayes

Según relató el Conicet, los científicos midieron el tiempo de vida de los gusanos sin ningún estímulo ambiental exógeno –ni aumentos de temperatura ni cambios en la presión del oxígeno, por ejemplo- y comprobaron que si el animal libera tiramina frecuentemente vive menos.

Ataques de pánico


El hallazgo de este informe argentino «toma relevancia sobre todo en un contexto en el que, en los últimos años proliferaron los diagnósticos de ataques de pánico o estrés postraumático en seres humanos», destacó el organismo nacional.

“Veinticinco o treinta años atrás estas enfermedades en los seres humanos estaban subdiagnosticadas. Y alrededor de 2010 empezaron a existir estudios epidemiológicos en los que se observó que en individuos que habían sido diagnosticados así existe mucha más frecuencia de patologías asociadas a la edad, como diabetes, hipertensión, enfermedades neurodegenerativas”, explica el científico.

“Así como vimos ese proceso en caenorhabditis elegans, sería interesante ver qué sucede en mamíferos o en humanos con estrés postraumático o ataques de pánico».

Publicación del Conicet

«En esos casos, los niveles de adrenalina están extremadamente altos, aun cuando no hay peligro real, y se sabe que esos individuos desarrollan enfermedades relacionadas con la edad mucho más temprano», concluyeron. 


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