Final feliz para el “eterno viaje” del petrolero pampeano

Se reencontró con su familia en Duval, donde le habían impedido ingresar. "Fue inhumano lo que hicieron conmigo, pero no guardo rencor", dijo a su llegada.

Redacción

Por Redacción

De La Adela a Duval, el último recorrido de Ricardo Alvarez para volver a casa y reencontrarse con Ana y sus hijos Axel, Karen y el bebé de dos meses, Ezequiel

Después de pasar casi dos meses alejado de su casa, vivir aislado y viajando por distintos lugares, el petrolero pampeano Ricardo Álvarez se reencontró anoche con su familia en Gobernador Duval. Había salido el 2 de abril con autorización para ir a trabajar al yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén.

Al regresar, quedó atrapado en medio de las reestricciones y protocolos que impone el coronavirus. No lo dejaron entrar al pueblo pampeano que limita con Río Negro, pese a que traía un certificado de apto médico de la petrolera y pidió aislarse sólo en el albergue.


“Cuando me fui de casa, mi bebé no llegaba al mes de vida. Ahora me ve y ya sonríe. Fue muy fuerte reencontrarme con mi familia”, explicó ayer a RIO NEGRO el trabajador. Dijo que por la emoción y las ganas de hablar no pudo dormirse hasta las 4 de la madrugada.

Anoche cerró el viaje de regreso a casa en su Volkswagen Vento, tras cumplir la cuarentena en La Adela. Vino por la polvorienta ruta provincial 34, que corre paralela al Colorado.

No guardo rencor por las trabas que me pusieron las autoridades de mi pueblo. Sólo era usar el sentido común y ser más humanos».

Ricardo Álvarez


La odisea de Álvarez se hizo pública hace dos semanas. Fue cuando este diario reveló que llevaba tres días varado en el puesto rionegrino de La Japonesa , durmiendo en su auto, a sólo cuatro cuadras de su casa.

El retén sanitario-policial de Duval, del otro lado del río Colorado, no lo dejó pasar. Ni el apto de salud que le extendió la petrolera de Neuquén para su regreso ni su intención de ponerse en aislamiento en el albergue del pueblo alcanzaron.

Ricardo Alvarez ayer a la mañana, con su VW Vento, al salir de La Adela. Luego lo esperaba la polvorienta ruta 34 que corre paralela al río Colorado.

El mismo subcomisario del pueblo, que le había extendido el permiso de circulación para salir y entrar cuando fuera a trabajar, lo desconocía.
La situación se destrabó cuando terció el intendente de La Adela, Juan Barrionuevo, quien le brindó un lugar para hacer la cuarentena obligatoria de 14 días que impone el gobierno pampeano a todo aquel que regrese a la provincia.

Tras cumplir con el aislamiento, Álvarez le agradeció a Barrionuevo “el gesto de humanidad que me negaron en mi pueblo”.
Ayer volvió a Duval y recibió los abrazos de su esposa Ana y los de sus tres hijos: Ezequiel, Axel y Karen.


Diferencias con La Pampa


Detrás de la situación de Ricardo Álvarez se reflejan los números y políticas sanitarias distintas.

La Pampa registró sólo cinco casos de coronavirus y todos ya están recuperados. Río Negro acumula 342, con 17 muertes . La vecina provincia considera “casos sospechosos” a toda persona que tenga historial de viaje en Río Negro, Neuquén, Buenos Aires y Chaco.

Cuando se conoció la situación del petrolero, que llevaba varado tres días en Duval, el comisario mayor Alberto Fix, Jefe de la Unidad Regional IV con asiento en 25 de Mayo (La Pampa), explicó el caso en declaraciones que publicó el diario La Arena. «Ocurre que con esta pandemia estamos aprendiendo todos y se dan distintas situaciones. Primero hay que tener en cuenta que en cada localidad la autoridad es el Comité de Crisis que presiden los intendentes Y en los que la Policía tiene una injerencia relativa. También que estamos en una realidad inédita en la que nuestra Provincia tomó decisiones extremas, acordes con ésta realidad, que han dado óptimos resultados», señaló.



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