Abuso sexual: «el se adueñó de mi cuerpo, de mi infancia», dijo la palista que denunció a su abusador

Victoria Carrión tiene 21 años. Como el río que rema desde niña, atravesó un largo proceso desde los hechos hasta la denuncia y sigue por la visibilización de los abusos en el deporte. "Él se adueñó de mi cuerpo, de mi infancia", dice. ¿Ley Micaela para clubes y las entidades deportivas?

Un río atraviesa la amplia geografía de la provincia, desde la confluencia con el Limay hasta la desembocadura en el Mar Argentino: el río Negro es una pieza fundamental para quienes viven en territorio patagónico sometido a condiciones extremas. Es el motor de la actividad económica productiva, un factor clave en la organización de ciudades y pueblos ubicados a lo largo de la cuenca. Aquí el río no es sólo paisaje. Es agua, es vida y es alegría. Y no tiene dueño. Aunque durante mucho tiempo se haya escrito lo contrario. 

Hace dos años, la destacada palista, nacida en Viedma, Victoria Carrión tenía 19. Estaba en China y al día siguiente corría el Mundial de Canotaje de maratón. “¿Viste que Aldo es un (viejo) verde?”, le preguntó su compañera. Y ahí le cayeron todas las fichas, la causa de sus enfermedades recurrentes sin explicación y del bajo rendimiento escolar. “Sentí todo, como que la mano del tipo me pasaba por el cuerpo. En ese momento reconocí que a los 14 había sido abusada por el padre de mi entrenador Néstor Pinta”, sostiene en una charla con RÍO NEGRO.

Néstor Pinta es un reconocido palista cuyo desempeño deportivo lo posicionó como uno de los máximos referentes del canotaje a nivel regional, nacional e internacional. Casi un mito viviente. Ganó 15 veces la histórica Regata del río Negro, que desde 1965 une Neuquén con Viedma y está catalogada como la más larga del mundo. Por todas esas veces, Pinta fue tapa de los diarios que lo titularon como “El campeón”, “El Rey”, “El dueño del río”. La escuela municipal de canotaje aún lleva su nombre y su cara está en los carteles de promoción turística de la ciudad. Actualmente está siendo investigado por su responsabilidad en el abuso sexual que Victoria denunció, y por el que renunció al cargo de director de Deportes del municipio de Patagones y de la Escuela Municipal de Canotaje. 

En julio de 2020, en plena cuarentena por Covid-19, Victoria Carrión formalizó la denuncia penal por abuso sexual en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales de Bahía Blanca. En su presentación, expuso que los abusos fueron cometidos por Aldo Pinta -el “padre del campeón”, como todos lo conocían-, en el contexto de los entrenamientos a cargo de su hijo Néstor en la escuela de canotaje de Patagones, entre 2015 y 2016, cuando ella tenía 14 y 15 años.

Horas antes de que ingresara la denuncia en la Justicia, Aldo se suicidó y con su muerte la acción penal quedó prescripta. Sin embargo, la investigación sigue abierta y la Fiscalía analiza la imputación contra Néstor por el delito de «promoción y facilitación a la corrupción de menores».

Victoria Carrión denunció por abuso sexual a Aldo Pinta , quién luego se suicidó. Su hijo, Néstor Pinta, es investigado por la justicia como entregador. Foto: Marcelo Ochoa

¿Qué rol formal tenía Aldo en la escuela de canotaje? Ninguno. Era el “padre del campeón”, estaba presente en las regatas y los campeonatos acompañando siempre a su hijo. Posaba en las fotos y vestía la ropa identificatoria del gran equipo del “Piri Pinta”. Era presentado como “utilero” pero “no era empleado municipal, no ganaba un sueldo como tal y utilizaba toda la indumentaria de la escuela municipal”, cuenta Victoria. 

En el mundo del canotaje de la Comarca Viedma-Carmen de Patagones, la relación entre las familias Pinta y Carrión era estrecha, histórica y estaba atravesada por el remo. La madre de Victoria es palista también y se conocía de chica con Néstor. “Él era la persona de máxima confianza de mi mamá, era como un hermano para ella y para mí, un ídolo total. Estuvo en mi bautismo y en mi cumpleaños de 15”, agrega. Por esa historia común, por la confianza, por la trayectoria y el peso del apellido Pinta, sus padres aceptaron la propuesta de Néstor de cambiarla de club y sumarla al equipo bajo su mando, porque “había muchas chicas” y ella entrenaba sola. 

Durante el año y medio que Victoria perteneció a la escuela municipal la dinámica se repetía igual a sí misma, como “un ritual siniestro”. Dice que “estaba todo cronometrado”. Entrenaban en el río de 2 a 4 de la tarde, después Néstor los llevaba a todos en el jeep a la casa de sus padres a merendar y luego iban a su gimnasio que quedaba enfrente.  

Recuerda la escena con la que se encontraba al entrar a la casa: sentados a la mesa estaban el padre y la madre del entrenador, uno frente al otro, la televisión prendida, y alrededor todas las medallas, las copas y los reconocimientos. “Ahora me doy cuenta lo intimidante que era. Estaba en la casa del campeón, el dueño del río y el dueño de todas las niñas que practicábamos el canotaje en la escuela de Patagones. Él se adueñó de mí, de mi cuerpo, de mi infancia y nos intimidaba con todas sus glorias”, dice.

Todos los días a la misma hora, a las 16.30, cuando la madre de Pinta se iba a trabajar, servían la merienda. Mientras tomaban té con pan, cuenta que Aldo se levantaba e iba a buscar una botella con agua caliente preparada en la mesada. “La ‘botellita sanadora’, le decían mis compañeros y Néstor”, recuerda, “entonces te hacía una seña, tenías que pararte, te hacía pasar al dormitorio matrimonial y cerraba la puerta. Adentro, en la habitación oscura, sin ventanas, sobre la cama perfectamente tendida, te hacía recostarte y cometía los abusos. Afuera, estaba el resto y Néstor seguía tomando mate”. 

“Saber que él estaba afuera y permitía que esto pasara aún hoy me duele y me entristece”, admite, “porque no tengo dudas de que su padre no hubiese abusado sin la complicidad de Néstor. Él era la figura, era todo, nos metía en la cabeza que eran masajes. ‘Papá te va a hacer masajes y te va a sacar las tensiones’, nos decía”. 

Luego el entrenamiento continuaba en el gimnasio. No fueron pocas las veces que Victoria aguantó las ganas de hacer pis porque, como el gimnasio no tenía baño, tenía que volver a la casa donde estaban Aldo y su botella. Asegura que Néstor nunca le preguntó a ella o a alguna chica por qué tardaban tanto al ir al baño o por qué volvían temblando. 

Victoria Carrión es una deportista de alto rendimiento, campeona sudamericana y nacional, una apasionada del río y el entrenamiento. Foto: Marcelo Ochoa

Su caso no fue el único. Varias de sus compañeras declararon como testigos en la investigación y además una nueva víctima hizo su denuncia luego de la repercusión pública que tomó el caso. “Yo sabía lo que habían visto mis ojos, las vi entrar a la habitación de Aldo”, asegura, “lo que me pasó a mí también les había pasado a ellas”.

El día en que Victoria no pudo remar por un ataque de pánico al cruzarse con Pinta y su equipo, fue el punto de inflexión y resolvió dar el paso. “Lo peor es no poder pasar la pala, no poder encontrarme con el río, sentí miedo, una angustia terrible. Ahí me bajé y le dije a mi mamá que vayamos a hacer la denuncia”, cuenta. 

Uno de los momentos más duros en este proceso fue al enterarse del suicidio de Aldo el 1 de junio del año pasado, un día antes de hacer la denuncia y cuando estaba por subirse al auto para ir a Bahía Blanca. “Me agarró otro ataque de pánico, de ira y ansiedad. No podía creer lo que había hecho: otra vez, seguía violentando y manipulando hasta muerto. Fue una variable que no supe manejar, trabajé mucho en el denunciar para que este hombre venga y se suicide. Tuve que empezar otra vez de nuevo. No le pude decir nada a mi abusador, no lo pude llevar a juicio”, lamenta. 

Después comenzó “otro caos”. Cuando la denuncia contra Néstor Pinta por su responsabilidad en los hechos tomó estado público, seguidores y alumnos del palista comenzaron a hostigarla por las redes sociales, escribían barbaridades sobre ella y su familia y la amenazaban. Dice que se sintió “totalmente intimidada, como si fuera yo la culpable de que su padre sea un abusador, de que Néstor sea cómplice y de que Aldo se haya matado”.  

La contracara de esa violencia fue el acompañamiento que recibió no solo de la familia sino de parte de las organizaciones de mujeres. El 4 de julio del 2020, cientos de personas se movilizaron en la Comarca bajo la consigna “El río no tiene dueño y nosotras tampoco”. Visibilizaron los abusos en el deporte y plantearon la obligación que tienen autoridades e instituciones deportivas de garantizar el derecho de las mujeres y las infancias a una vida sin violencias en el ámbito deportivo. Iniciaron un reclamo para cambiarle el nombre a la escuela de canotaje que hasta ahora no se concretó. El intendente de Patagones, José Zara afirmó públicamente que la escuela “va a seguir llevando su nombre hasta que la justicia diga que de lo que se acusa es responsable”. Por el tema, Victoria y su abogada se reunirán con integrantes de la Comisión de Género, Mujeres y Diversidad del Concejo Deliberante de Patagones.

Deportista de alto rendimiento, campeona nacional y sudamericana, una apasionada del remo, el río y el entrenamiento; así es Victoria. Varias veces sintió la mirada en la calle, los comentarios al pasar y la presión social de ser “la víctima perfecta”. En ese punto reconoce el inicio de una reconstrucción: “mi vida no es sólo lo que pasó en la casa de Néstor Pinta, también es salir a remar, estudiar, reír, ir al cine, juntarme con amigas”. Todas esas cosas que había perdido y con las que tuvo que reencontrarse. 

Por alzar la voz, se quedó sin la Regata y sin el mundial -al que había clasificado-, se tuvo que mudar de Patagones a Viedma, pero pudo recuperar el disfrute que creyó perdido en el peor momento. “Hoy agarro el bote y bajo a remar y a hacer el deporte que amo. Yo soy agua, me crié en este río y estoy convencida de que nadie me va a bajar del bote, aunque sea complicado y difícil. No voy sola. Conmigo van las organizaciones feministas, mi familia y mi abogada”, asegura. Así Victoria sigue reconstruyendo su vida, un día a la vez, en un movimiento constante que abre aguas. El río le pertenece a ella también.

«Yo soy agua, me crié en este río y estoy convencida de que nadie me va a bajar del bote, aunque sea complicado y difícil. No voy sola», dice Victoria Carrión. Foto: Marcelo Ochoa.

El estado de la causa


La abogada de Victoria Carrión, Fernanda Petersen, explicó que tras la denuncia penal, comenzó la investigación en la Fiscalía especializada en Delitos Sexuales de Bahía Blanca. “Ya se reunió la mayor cantidad de prueba testimonial por parte de otras seis chicas de la escuela de canotaje de Patagones, familiares de Victoria, personas que formaban parte de la escuela y que sirven para poner en contexto a la Fiscalía”, detalló a RÍO NEGRO. 

Luego de la repercusión pública del caso, “apareció otra víctima que se contactó con la Comisaría de la Mujer y formuló una denuncia. Su relato se incorporó a la causa, se le hizo la pericia psicológica y se le dio el mismo trato de víctima. Ella pudo formalizar su denuncia una vez que tomó conocimiento de la primera, no antes”, agregó. 

La abogada explicó que hasta esta semana estaban pendientes dos declaraciones testimoniales. Una se hizo el martes pasado y queda otra para la semana que viene. Falta que el municipio de Patagones informe quiénes eran empleados municipales, sus rangos y el listado de las personas que integraban la escuela.

Un paso importante en esta primera etapa de la investigación fueron las pericias psicológicas a las dos víctimas y a Pinta y ya están hechas. 

Petersen estimó que a fin de septiembre u octubre, la fiscal tendrá reunidas todas las pruebas y definirá si imputa o no a Néstor Pinta. Explicó: “Si considera que hay elementos para hacer una imputación hace la requisitoria de elevación a juicio, previo a citarlo a indagatoria. Es el primer acto de defensa real que tiene la persona denunciada. Después de esa audiencia se está en condiciones de pedir la elevación a juicio” .

De lo contrario, advirtió que “si la  fiscalía considerara que no hay elementos para imputar a Néstor Pinta lo podemos hacer en forma particular nosotras justificando el pedido como particulares damnificadas. El pedido de indagatoria lo hace la fiscal como cualquier medida de prueba, el abogado defensor de Pinta puede oponerse y fundamentar y quien define estas situaciones es el Juzgado de Garantías interviniente”. 

Néstor Pinta, el múltiple campeón de la Regata del Río Negro, referente del canotaje a nivel internacional. Foto archivo.

Abusos en el deporte


El Comité Olímpico Internacional, el máximo organismo del deporte a nivel mundial, publicó en 2020 un manual para “la protección de los atletas ante el acoso y el abuso en el deporte” dirigido a comités olímpicos, federaciones internacionales y a todos los actores sociales del deporte organizado. 

En este documento, el COI asegura que hay “evidencias” que indican que el acoso y el abuso tienen lugar en todos los deportes y en todos los niveles”. Alerta que “esto puede agravarse por la falta de políticas y procedimientos reguladores en las organizaciones deportivas”. Define que “el acoso y el abuso son consecuencia de una forma de abuso de autoridad; es decir, el uso inadecuado de una posición de influencia, poder o autoridad, de una persona en perjuicio de otra”. Y por último, considera que la protección de los deportistas “debe ser una inquietud compartida” por toda la comunidad y que “el acoso y el abuso no deben tolerarse ni en el deporte ni en la sociedad”. 

El pasado 11 de agosto la Legislatura de Río Negro sancionó en primera vuelta un proyecto de Ley Micaela para clubes y entidades deportivas de la provincia que establece capacitación en perspectiva de género para autoridades y todo el personal que allí se desempeñe. 

La legisladora Helena Herrero (JSRN), una de las autoras de la iniciativa, consideró necesario repensar las violencias que se generan en los espacios deportivos, donde la mayoría de las dirigencias son masculinas. “Las decisiones las toman hombres con una cosmovisión de sesgo patriarcal entonces hay un montón de cuestiones aprehendidas que tenemos que modificar”, dijo a RÍO NEGRO. 

“La capacitación es fundamental porque echa luz a un montón de conductas que están establecidas y naturalizadas socialmente. Los clubes y las entidades deportivas son parte de una sociedad y no escapan a la realidad que nos atraviesa”, agregó.

La propuesta es que el área de Género de la secretaría de Deportes, y la secretaría de Políticas Públicas con Perspectiva de Género sean quienes articulen y efectivicen la capacitación. “Luego hará falta que se protocolicen formas de actuación en los casos más extremos como el abuso. Hay un montón de situaciones que ocurren a diario y que pasan inadvertidas y esas también son las que hay que trabajar para no llegar a situaciones más graves”, opinó.

“Los abusadores tienen una manera particular de presentarse socialmente en las entidades deportivas, religiosas o educativas”, señaló, “se presentan sociables, amigables, entradores y tienen una doble fachada que hace que la gente quede desconcertada cuando hay una denuncia y la víctima sea revictimizada cuando hace pública una situación de abuso o violencia”. Destacó la importancia de “apropiarnos de la temática porque “es una manera de estar más cerca de las víctimas o de las potenciales víctimas”. 


Escuchá la columna de Natalia López en RN RADIO, donde dio detalles del caso:


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