Helechos: secretos para cuidar esta planta difícil y hermosa

Los consejos de dos hermanas santafesinas, que residen en Choele Choel y tienen una florería y vivero, para que embellezcan el interior o exterior de la casa y nos acompañen por mucho tiempo.

Si hablamos de plantas decorativas, dueñas de una particular belleza natural, no podemos dejar de nombrar los atractivos helechos. Es una de las plantas más antiguas en la historia de la humanidad. Muchos expertos las consideran fósiles vivientes que se han adaptado a los diferentes cambios climáticos, además de sobreponerse a catastróficos eventos de nuestro planeta. Sin embargo, a muchos no les resulta tan sencillo mantener un helecho con vida, por mucho tiempo en casa.


Los consejos de dos hermanas santafesinas, que residen en Choele Choel nos enseña cómo cuidarlos para que vivan por años y nos acompañe por mucho tiempo.

Aunque hay una enorme variedad de helechos, la mayoría de ellos cuentan es con una particularidad en el detalle de la formación de sus hojas, a las que se las llaman frondes o frondas. En su interior tienen varios conductos por donde circula la savia. Este sistema radicular cumple la función de absorber nutrientes y la humedad del suelo transportados por el tallo. “Los helechos son muy delicados y ellos eligen en realidad el lugar donde estar, por decirlo de alguna manera, ya que muchas veces colocamos las plantas de modo decorativo para un determinado espacio, sin verificar antes, que el espacio a ocupar sea el adecuado”, explica María Laura Pietrasanta, a RÍO NEGRO.

Los helechos son plantas vasculares -es decir -los vasos de las plantas o conductos por donde circula la savia; además, no tienen flores, tienen hojas dentadas y algunas especies suelen ser grandes. Pertenecen al grupo de las pteridofitas y se reproducen mediante esporas, las cuales necesitan del agua para completar el ciclo biológico.

Estas plantas son sensibles a las heladas. Se desarrollan muy bien en lugares de clima cálidos, pero en nuestras zonas se pueden ver helechos en el exterior, en algunos canteros o macetas porque se han adaptado a nuestro clima.


Datos fundamentales



¿Cuál es el secreto para que esta planta que sobrevivió por millones de años tenga una buena vida en nuestro jardín?

“Necesitan un lugar con mucha luz y deben tener un suelo ácido y aireado. Esto se logra agregando resaca de pino a la tierra que le ponemos en la maceta” explica Liliana Pietrasanta. Y agrega: “El riego tiene que ser abundante y con esto quiero decir que no tenemos que esperar a que el suelo este seco”.

“En nuestra zona, la mayoría de las variedades, se tienen que cultivar adentro, aunque hay algunas de estas especies que se pueden tener afuera y se adaptan muy bien con algo de reparo, ya sea bajo algún alero, porche o debajo de otras plantas en el jardín”, señala Liliana.

Laura y Liliana Pietrasanta, en su vivero


Esas especies son: helecho serrucho común, helecho cyrtomium o piedra, asparagus setaceus comúnmente conocido como “helecho pluma”, helecho pteris y el helecho platycerium o cuerno de alce. “Pero también existe una excepción a la regla que no precisa tanto cuidado y es el helecho arroz, que no necesitade tanto riego y cuyo suelo no debe tener gran cantidad de resaca de pino”, indica Liliana.

Recordemos que la resaca de pino se puede comprar en cualquier vivero, florería o comercios de agro, en la región.


Claves para considerar



– Lugar: debe ser un lugar húmedo donde no le de sol directo y si lo recibe directo debe de ser el de la mañana, ya que el de la tarde para ellos es fatal. Si no, se mueren o permanecen totalmente amarillos.

– El sustrato: debe de ser esponjoso con buen drenaje y que retenga la humedad.

– El riego: los helechos disfrutan de la humedad, pero no significa que los saturen de agua porque se pudren. Demasiada humedad atrae los hongos. En días de temperaturas altas regar cada 3 o 4 días. Temperatura media cada 6 o 7 días y si es frío, cada 15 o 20 días.


– El abono: se aconseja abonos orgánicos que son bien asimilados como el abono de lombriz, compost a base de pasto que le proporciona nitrógeno. Realizarlo cada 2 meses. Si se trata de guano de animal no se debe poner directo a las plantas porque las quemarían. El guano debe estar procesado, significa con el tratamiento natural por varios meses en el patio a través de riegos y dando vueltas hasta que se eliminen los gases y sustancias tóxicas y se transforme en el nutriente natural.


El vivero de Choele: un poco de historia



Nacidas en Santa Fe, en la ciudad de Gálvez, las hermanas Pietrasanta forjaron sus destinos con sus respectivas familias en pleno corazón del Valle Medio. Primero llegaron sus padres, en 1978, junto con María Laura a la localidad de Choele Choel. Hasta 1999, se dedicaron al comercio gastronómico.

Un año más tarde, Liliana llegaba con su familia. Las hermanas querían hacer algo diferente aportando vida y belleza al lugar y qué mejor que volcar todo el conocimiento que su abuela paterna, Juana Rossi, les había inculcado cuando eran pequeñas.

“Mi abuela nos regalaba muchas plantas de gajos en latas de durazno”, recuerda María Laura. Fue entonces que desde el año 1997 con su hermana Liliana emprendieron el proyecto del vivero y florería llamado “El tulipán negro”, un local construido con grandes vidrieras en la tradicional esquina de Alsina al 1000 y Tello, de Choele Choel, que toda la gente de la zona visita no solamente para obtener variedades de plantas, sino también el asesoramiento de las hermanas Pietrasanta.

“Emprendimos con el proyecto de vivero y florería en el centro de la ciudad y diseñamos el local con grandes vidrieras para tener la luz suficiente y desarrollar la actividad que elegimos”, concluyó María Laura, a Río Negro.


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