Hoy parten hacia Neuquén 56 repatriados desde Chile y esperan ver a Jaramillo

Tiene 78 años y no pudo viajar en colectivo por ser persona de riesgo. Los intentos de traslado en auto se suspendieron por las condiciones climáticas.

Jaramillo Miguel Israel Bravo es uno de los 56 repatriados que regresarán hoy a Neuquén desde Chile. A principios de marzo partió hacia el país vecino, sin imaginarse que tardaría más de cinco meses en volver a su casa, en Centenario. Allí lo espera su esposa, Elia Gacitua, con mucha urgencia, pues una enfermedad que «arrastra hace mucho tiempo» la apura para poder volver a tomarle la mano.

Antes de partir hasta el paso fronterizo Pino Hachado, Miguel Bravo, uno de los seis hijos de Jaramillo, habló con Río Negro para contar alguno de los inconvenientes que su familia tuvo que sortear para poder traer de regreso a su padre desde Chile. El hombre tiene 78 años y es factor de riesgo, por lo que buscarlo en un auto particular fue la mejor alternativa para protegerlo del contagio de coronavirus.

Jaramillo nació en Chile, pero a los 18 años se estableció en la provincia de Neuquén, en la ciudad de Centenario. Después de jubilarse, aprovecha todo lo que puede para visitar el país chileno y por eso viajó a principios de marzo hacia Villa Rica, donde tiene una casa.

Su esposa lo encontraría allí el fin de semana largo por el feriado del Día de la Memoria. Pero antes se cerraron las fronteras como medida para evitar la propagación del coronavirus, que ya comenzaba a hacer estragos en la Argentina. El encuentro entre los dos jamás llegó y a más de cinco meses de su partida, la tristeza se hace cada vez más pesada de aguantar.

Miguel contó que su madre «arrastra una enfermedad hace mucho tiempo» y necesita verlo cuanto antes. «Se quiere venir. Mi madre está muy grave de salud. Estuvo internada 20 días y quiere verlo», relató Bravo.

Mónica Bravo, una de las hijas, enfatizó que hace muchos meses que Jaramillo está solo en Chile. Preocupada por la salud de su padre y su madre, que se ve deteriorada por la angustia, Mónica le explicó por mail al consulado porqué era prioritario que regrese. Así lo autorizaron a volver.



Jaramillo intentó volver en el primer programa de repatriados en mayo, pero tantas horas en colectivo hasta Neuquén inquietaba a la familia, ya que el hombre tiene 78 años y es persona de riesgo. Miguel prefería ir a buscarlo, pero la gran cantidad de casos de coronavirus en Chile durante los primeros meses de pandemia dificultó que se autorizara el regreso a través de esa modalidad y prefirieron esperar.

Ahora, Migraciones habilitó el regreso de 56 neuquinos y un rionegrino hacia el país en sus autos particulares, entre ellos Jaramillo. Un familiar lo llevará desde Villa Rica hasta el paso fronterizo Pino Hachado, donde se encontrará con Miguel para retornar a Centenario.

«Es una especie de intercambio en la Aduana. No se muy bien cómo va a ser. No hay mucha información», señaló Bravo. Aún tienen mucha incertidumbre sobre si Jaramillo podrá volver efectivamente, pues no se hizo el hisopado obligatorio, sino que se realizó un test rápido: «Todavía no sabemos si lo van a dejar pasar».

Mónica explicó que su padre fue solo, en colectivo, a realizarse el test para saber si tenía coronavirus y no se dio cuenta de que no era el examen PCR, que es el que exigen para ingresar a Argentina.

Ayer se dieron cuenta de que el testeo no les servía para emprender el retorno, pero ya no daban los tiempos para hacerse un hisopado. Pese a las dudas, Miguel partió de todas formas a buscar a su padre, con la esperanza de poder traerlo de regreso a Centenario.



Mónica Bravo, una de las hijas de Jaramillo, fue quien se encargó de tramitar el regreso de su padre en el consulado. Manifestaron que la atención fue ágil, por medio de correos electrónicos y mensajes de Whatsapp.

Por medio de este canal, hoy les informaron que para salir del país debían llevar el tanque lleno, ya que una vez que ingresen a Neuquén no podrán detenerse hasta llegar al lugar de destino. Además, se solicita llevar cadenas para la nieve, el Documento Nacional de Identidad, una copia del certificado de ingreso a Chile y el resultado del hisopado.



Una vez en Centenario, si todo sale bien, tanto Jaramillo como Miguel deberán realizar el aislamiento social preventivo obligatorio por 14 días, por haber estado expuestos al virus. Miguel tendrá que suspender su trabajo por dos semanas, pero al fin podrá estar con su padre.

Después de más de cinco meses Jaramillo y su esposa podrán reunirse, para poder afrontar la enfermedad y la pandemia juntos. «Esperemos que en la Aduana no le pongan peros y pueda volver. Hace muchos meses que está mi padre está solo», enfatizó Mónica.


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