Condenaron a un policía de Neuquén tras dispararle por la espalda a un joven que huía tras un robo

Un tribunal de Neuquén declaró responsable a un cabo de la policía por disparar a un joven que huía tras un intento de robo. Le extirparon el bazo por la herida recibida.

Un tribunal de Neuquén declaró responsable a un cabo de la policía provincial por disparar sin justificación a un joven que intentaba escapar en moto tras un robo. La víctima recibió el disparo por la espalda y debió ser intervenida quirúrgicamente: le extirparon el bazo.

El hecho ocurrió en la madrugada de febrero del año pasado, en el barrio Santa Genoveva. Los jueces consideraron que el accionar del efectivo no fue ni accidental ni fruto de un error, sino una decisión consciente y agravada por su rol como funcionario estatal.


Disparo sin amenaza


De acuerdo con la reconstrucción del caso, la víctima y otro joven fueron sorprendidos mientras intentaban sustraer una motocicleta de una vivienda. Al huir en moto, el ahora condenado efectuó un disparo que impactó directamente en la espalda del muchacho. El balazo causó heridas internas tan graves que los médicos debieron extraerle el bazo.

Durante el juicio, el tribunal integrado por Lucas Yancarelli, Marco Lupica Cristo y Natalia Pelosso remarcó que no existía una amenaza real hacia el agente ni hacia terceros, por lo que el uso del arma fue injustificado y deliberado.


Un acto deliberado


Testimonios y registros fílmicos fueron determinantes para demostrar que el cabo actuó con intención. No solo disparó sin causa, sino que además ocultó la vaina servida y no reportó el uso del arma, dos acciones que revelan la conciencia de haber cometido un hecho ilícito.

Los magistrados valoraron que el policía contaba con el entrenamiento y la experiencia suficiente para prever las consecuencias de su accionar. Lejos de un impulso irracional, los jueces vieron en su conducta un uso indebido del poder otorgado por el Estado.


Un fallo con mensaje


Al dictar el fallo, el tribunal dejó en claro que lo que se juzga es la conducta individual de un funcionario y no a la Policía como institución. Subrayaron la importancia de mantener la legalidad y el control en el accionar estatal, especialmente cuando se ejerce fuerza sobre la ciudadanía.

En una próxima audiencia se conocerá la pena que deberá cumplir el imputado, en función de la gravedad de las lesiones provocadas y los agravantes por su rol como funcionario público y el uso de arma de fuego.


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