Crio al hijo de su pareja como propio: la Justicia de Río Negro reconoció su amor con una adopción

La Justicia de Luis Beltrán hizo lugar a una adopción por integración, reconociendo el vínculo afectivo entre un hombre y el hijo adolescente de su pareja.

Adoptó al hijo de su pareja en Río Negro: una historia de amor que la Justicia convirtió en derecho. Foto Ilustrativa.

En una historia marcada por la convivencia, la ternura y los años compartidos, un hombre que acompañó la crianza del hijo de su pareja desde la primera infancia podrá, finalmente, ser reconocido como su padre adoptivo. Así lo resolvió el Fuero de Familia de Luis Beltrán, al hacer lugar a una adopción por integración que reconoce la existencia de una familia ensamblada.

La sentencia destacó el valor del vínculo afectivo y la importancia de garantizar el derecho del adolescente a vivir en familia, teniendo en cuenta el principio del interés superior del menor establecido por la Convención sobre los Derechos del Niño.


Una historia de afecto y convivencia


El hombre convive con su pareja desde hace más de siete años y, desde la infancia del adolescente, asumió un rol activo en su crianza. Lo acompañó en su alimentación, cuidado personal, escolaridad y actividades cotidianas. Según la resolución, ese lazo “se caracteriza por la presencia de profundos y genuinos lazos afectivos” y por “el ejercicio responsable y amoroso de la autoridad parental”.

El fallo reconoce que la realidad socioafectiva de la familia ya estaba consolidada, y que la adopción representa la formalización jurídica de ese vínculo. Desde ahora, el adolescente llevará también el apellido de su adoptante.


Consentimiento y respaldo judicial


Durante el proceso judicial se cumplieron todas las instancias requeridas: se tomaron testimonios, se realizaron pericias socioambientales y audiencias, y se incorporaron los informes de antecedentes penales. El padre biológico prestó su consentimiento a la adopción, lo que permitió avanzar sin objeciones.

La Defensora de Menores también emitió un dictamen favorable, destacando que la decisión protege los derechos del adolescente a la identidad, al afecto y a vivir en un entorno familiar estable.


Un fallo que reconoce nuevas formas de familia


La jueza subrayó que el caso refleja una filiación “establecida por el afecto y la convivencia” y que, por ello, debía ser protegida y formalizada. La adopción por integración, en este contexto, no reemplaza vínculos previos, sino que los amplía y les otorga reconocimiento legal.


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