Imputaron a un anestesiólogo por la muerte de un niño tras una cirugía en Roca: «Impericia y negligencia»
El pequeño Valentín Mercado Toledo murió tras una cirugía en un sanatorio de Roca. La Fiscalía imputó al anestesiólogo por "negligencia" médica y lo acusó de homicidio culposo.
El caso que conmocionó a Roca sigue avanzando en la búsqueda de justicia. Esta mañana, en los tribunales de la Ciudad Judicial, imputaron al anestesiólogo que participó de la cirugía de Valentín Mercado Toledo, el niño de cuatro años que falleció en julio tras un procedimiento quirúrgico programado en el sanatorio Juan XXIII. La acusación formal lo responsabiliza por homicidio culposo.
Valentín había ingresado al quirófano para tratar una hernia diafragmática. La cirugía, que debía ser sencilla, se extendió más del tiempo previsto. Aunque los médicos aseguraron a la familia que todo había salido bien, el pequeño nunca recuperó la conciencia. Su muerte, días después, despertó dudas sobre fallas en el manejo médico.

«Impericia y negligencia»: la acusación contra el anestesiólogo
En la audiencia de formulación de cargos, la fiscal Norma Reyes detalló los puntos centrales de la acusación. Según la teoría del caso, el médico anestesiólogo Mauricio Atencio Krause no verificó el correcto funcionamiento del capnógrafo, un equipo esencial para monitorear los niveles de dióxido de carbono en el paciente. La autopsia confirmó que la causa de muerte fue hipoxia, es decir, falta de oxígeno en el cerebro, que derivó en un daño irreversible.

«La intervención debió ser controlada con mayor precisión», señaló la fiscal durante la audiencia, apoyada por la querella que representa a los padres del niño. Los informes técnicos del quirófano, junto con entrevistas al personal del sanatorio y los análisis forenses, fueron presentados como evidencia contra el acusado.
Valentín y una cirugía que nunca debió complicarse
El 11 de julio, Valentín fue ingresado al quirófano del sanatorio Juan XXIII. Para su madre, Ariana, era una cirugía programada que no debía representar riesgos significativos. Sin embargo, después del procedimiento, los médicos informaron que el niño debía permanecer en terapia intensiva bajo soporte vital.

Pese a los esfuerzos del equipo médico, Valentín no mostró mejorías. Siete días después, su familia recibió la peor noticia: muerte cerebral. Según explicó la Fiscalía, la falla en el uso de los equipos de monitoreo durante la cirugía fue determinante.
Una audiencia clave en el avance del caso
En la audiencia, la fiscalía presentó pruebas contundentes: la autopsia que determinó una muerte por encefalopatía causada por la obstrucción de la vía aérea producto de una cirugía, los registros técnicos del quirófano y las declaraciones del personal de salud que estuvo presente en la intervención.

La jueza Natalia González dio por formulados los cargos y calificó el hecho como homicidio culposo. «Queremos condena y una inhabilitación. No estuvo, no cumplió con su deber de cuidador. El tenía que estar en ese quirófano y es responsable de lo que pasó», y agregó Ariana Toledo al salir del tribunal.
Con la imputación formal del anestesiólogo, el caso de Valentín avanza hacia un juicio que podría esclarecer las circunstancias que llevaron a su muerte. Mientras tanto, la familia del niño y su equipo legal sostienen su lucha para evitar que más familias pasen por una tragedia similar.
El caso que conmocionó a Roca sigue avanzando en la búsqueda de justicia. Esta mañana, en los tribunales de la Ciudad Judicial, imputaron al anestesiólogo que participó de la cirugía de Valentín Mercado Toledo, el niño de cuatro años que falleció en julio tras un procedimiento quirúrgico programado en el sanatorio Juan XXIII. La acusación formal lo responsabiliza por homicidio culposo.
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