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La cárcel, el único refugio para el padre que mató a su hijo en Cipolletti

Hugo Díaz presentó habeas corpus por las condiciones de precariedad que vive en el penal. En la audiencia se conoció que su entorno no logra conseguir un alquiler para que puedan pedir la prisión domiciliaria.

Un reclamo por las condiciones del sistema carcelario en Cipolletti desvistió la crisis habitacional a tal punto que un interno de 72 años seguirá preso porque su familia no logra conseguir un alquiler para que le otorguen la prisión domiciliaria.

En la cárcel vive en condiciones de precariedad porque el servicio penitenciario no puede garantizar su seguridad con otros internos: afuera, no puede hacer frente al mercado inmobiliario con su sueldo de jubilado. La única salida alternativa es su traslado a Pomona.

La ley de ejecución penal prevé el beneficio para cualquier persona mayor de 70 años, independientemente del delito que haya cometido. Hace algunas semanas se concretó la domiciliaria para Víctor Cufré, el exjefe de policía y funcionario en el segundo gobierno de Alberto Weretilneck, condenado por los crímenes del Alto en Bariloche.

Hace dos semanas Rodolfo Díaz, condenado a prisión perpetua por matar a su hijo, interpuso un habeas corpus por la situación del penal de Cipolletti. Su abogada planteó que desde el 1 de diciembre se encontraba en el preingreso en situaciones precariedad y que no podía ir a un pabellón: en el auto disciplina 1 porque tuvo problemas con otros internos –hay una denuncia en curso- y en el auto disciplina 2 porque para las autoridades del penal no está garantizada su seguridad.

Ante ese escenario, la defensa solicitó el traslado a Pomona, pero antes debe realizarse una serie de estudios médicos y cirugías que lo aquejan.

En la audiencia la defensora adjunta Patricia Fernández detalló que la hija del condenado hace tiempo que no logra encontrar un alquiler y que por esa razón no solicitó la prisión preventiva. El juez de Ejecución Lucas Lizzi citó también al director del penal 5 de Cipolletti, Comisario Lucas Matamala para que pueda brindar detalles de la situación del servicio penitenciario.

En la audiencia, el agente detalló que en el autodisciplina 2 no hay lugar para alojarlo. “Las camas están justas. Se están haciendo divisiones, pero las plazas de auto disciplina 2 implica que no exista lugar, no se puede colocar una cama”.

Lizzi consultó si era posible dormir en el preingreso y tener el resto de las actividades en el penal, pero Matamala descartó esa posibilidad: “Si se le da a uno no se le puede dar a todos”. El responsable del penal reconoció las falencias que tiene el servicio para alojar presos. Como el resto de los penales de la provincia se encuentra en el límite de su capacidad.

Ante la insistencia Díaz para que lo trasladen al autodisciplina 2, Matamata reiteró que hay internos que no quieren recibirlo y que no está garantizada su seguridad.

El escenario es complejo para el preso que en su celda actual no tiene acceso al patio, pero no puede ir a ninguno de los dos autodisciplina por problemas con los internos: la responsabilidad es del Estado.

La imposibilidad de costear un alquiler con su jubilación lo obliga a sostenerse en una cárcel. Por eso el juez Lizzi dispuso un informe de la situación del servicio de Pomona para su pronto traslado.

Díaz fue condenado en 2012 por matar a su hijo


La justicia de Cipolletti condenó a prisión perpetúa e Hugo Díaz el 7 de junio de 2012, dos años después del hecho que consternó a la ciudad valletana. Los jueces no creyeron la versión del imputado quien en el debate aseguró que trastabilló y se cayó y en esas circunstancias se produjo el disparo que mató a su hijo. El hecho que ocurrió el 23 de septiembre de 2010 en la vivienda familiar del barrio Don Bosco.

La ex Cámara Criminal Segunda condenó a Díaz a prisión perpetua por el asesinato de su hijo Johnatan, que recibió un tiro en la cabeza después de una fuerte discusión. También se ordenó su detención que se mantiene hasta la fecha. En ese momento Díaz tenía 60 años.

Según la investigación, Díaz estaba muy molesto porque el muchacho había cargado nafta con la tarjeta de crédito de su hermano mayor. En esas circunstancias, discutieron y el imputado buscó una pistola en la habitación y le disparó a Johnatan en la cabeza.


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