Uno de los policías más complicados por el crimen de Gatica en Cipolletti solicitó declarar

La fiscalía acusó a cinco policías de torturar y matar al hombre dentro de la comisaría 45, pero hay dos señalados como los responsables de la golpiza.

Uno de los policías acusados por el crimen de Jorge Gatica (36) en la comisaría 45 solicitó a la fiscalía de Cipolletti prestar declaración. En la audiencia realizada el 14 de enero fue uno de los imputados que no habló.

La jueza de Garantías de Cipolletti Agustina Bagniole dictó la prisión preventiva para los cinco policías acusados por el asesinado de Jorge Gatica, tres de ellos en la modalidad domiciliaria, porque entendió que hubo un intento de entorpecer la investigación.

Los policías señalados por la fiscalía son cuatro hombres- Gastón Moraga, Walter Carrizo, Jorge Sosa y Alcides Quintrel– y una mujer, Andrea del Carmen Henríquez. 

Tres de ellos en la audiencia prestaron declaración, Andrea del Carmen Henríquez, Walter Carrizo y Gastón Moraga. Los tres se desligaron del crimen, y apuntaron contra dos efectivos policiales.  

Los dos efectivos más comprometidos y que no prestaron declaración en la audiencia fueron Jorge Sosa y Alcides Quintrel. Ahora, trascendió que este último solicitó al Ministerio Público Fiscal prestar declaración. No se conoce el motivo, pero su declaración buscará desligarse del crimen y apuntar contra su compañero. 

Según informaron ahora la causa está a cargo del fiscal Santiago Marquez Gauna, y la audiencia se realizará durante la próxima semana. 


Una policía complicó a dos compañeros



En la audiencia realizada el 14 de enero, la sargento primero Andrea Henríquez complicó a uno de sus cuatro compañeros; Jorge Sosa y lo acusó de ser autor de los golpes que provocaron la muerte de Gatica. También dijo que todo ocurrió en presencia de Quintrel, que estaba parado al lado de Sosa.

Según declaró la sargento, Gatica le pegó un cabezazo a Sosa mientras lo trasladaban al hospital para realizar un chequeo cerca de las 22. Ese golpe, así lo creen también fiscales y querellantes, fue el disparador de las torturas posteriores en la unidad policial. 

En su declaración, Henríquez dijo que vio a Sosa sobre la víctima apretándolo con la rodilla en la zona del pecho y que cuando solicitó que se retirara, este le proporcionó un último golpe mientras el detenido estaba en el suelo, sin poder defenderse porque permanecía esposado.

Luego de ese hecho, Henríquez mandó a Carrizo para que custodiara a Gatica. Minutos después salió a un operativo, mientras se encontraba fuera de la unidad recibió una llamada en la que le informaron que le estaban haciendo RCP a la víctima y que solicitara una ambulancia.

Fue alrededor de las 23.30. Media hora más tarde Gatica fue trasladado al hospital de Cipolletti, pero ya estaba muerto.

Según las declaraciones de los policías, la víctima murió en manos de Carrizo, producto de los golpes que le dio el oficial Sosa con Quintrel de testigo. La autopsia determinó que Gatica recibió más de 50 patadas, le fracturaron siete costillas, una de ellas le generó un shock hepático que desencadenó su muerte.

Si bien la investigación se encuentra en una etapa inicial, los acusadores apuntarán principalmente contra Sosa y Quintrel como los principales responsables de las torturas, pero deben definir el grado de responsabilidad de los otros tres agentes acusados por el homicidio que ocurrió la semana pasada en la unidad 45.


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