Keanu Reeves, entre el cielo y el infierno

El obsesivo Keanu Reeves volvió a la ciencia ficción en "Constantine", una película en la que puso todo para interpretar a un hombre que ve los demonios de las demás personas.

NUEVA YORK (DPA).- La carrera de Keanu Reeves ha tenido numerosos altibajos. Sin embargo, el actor ha logrado no sólo mantener su constancia, sino también convertirse en una de las celebridades de Hollywood más populares del mundo.

A los 40 años, Reeves es consciente de que muchas de sus decisiones a lo largo de su carrera no fueron necesariamente las correctas pero para el actor hasta sus papeles más criticados fueron una experiencia positiva.

Su más reciente proyecto lo devuelve al mundo de la ciencia ficción, en el que ya experimentó con éxito en el pasado, especialmente en la trilogía «The Matrix», que solidificó su fama a nivel internacional.

En «Constantine», Reeves encarna a un antihéroe dotado de un don particular, el de reconocer a los demonios que viven entre las personas. Desesperado ante la claridad de sus visiones, intenta suicidarse pero es resucitado contra su voluntad.

A partir de ese momento, se dedica a recorrer la frontera entre el cielo y el infierno, cuando una mujer detective busca su ayuda para resolver la muerte misteriosa de su hermana. Ambos terminan atrapados en un mundo de ángeles y demonios, con el único propósito de lograr recuperar su paz interior.

Como es su costumbre, Reeves puso mucho empeño en la preparación de su papel. El actor y el director del filme, Francis Lawrence, se reunieron con un sacerdote para aprender sobre los diferentes versos utilizados en las ceremonias de exorcismo.

«Contratamos a un experto que trabajó con Mel Gibson en 'La pasión de Cristo' para que ayudara a Keanu a dominar el latín», comentó el cineasta en una entrevista con la revista «Premiere».

Reeves es conocido en Hollywood por su meticulosidad y su obsesión a la hora de preparar un rol. Esta pasión lo lleva a trabajar largas horas, aun cuando el equipo de producción terminó su jornada laboral.

«Keanu tiene siempre una carpeta que lo acompaña a sus reuniones de preproducción, cuando está aprendiendo sobre el personaje. Escribe constantemente y mantiene sus notas en secreto», comentó su colega Shia LaBeouf, una de sus coprotagonistas en «Constantine».

«Siempre pensé que por un lado está el papel y por el otro el actor. Estas dos entidades se unen y en el proceso aprendo sobre el personaje y el personaje aprende sobre mí», resumió Reeves.

«Keanu es tan exigente consigo mismo, que es hasta deprimente. Es más que un arte para él, si piensa que estuvo mal en una escena se v del set enojado, se levanta enojado y regresa enojado hasta que repite la escena. Si sale bien, estonces todo su cuerpo se relaja», agregó LaBeouf.

Muchos de los productores de Hollywood consideran que Reeves debe su fama a su atractivo tanto con el público femenino, como con el masculino.

«Nunca me consideré un ídolo sexual», confesó el actor. Sin embargo, su efecto sobre las mujeres, de todas las edades, es evidente.

«Una vez lo acompañé a una audición y una productora, de unos 40 años, quedó fascinada después de conocerlo», comentó Ione Skye, coprotagonista del actor en el filme «Rivers Edge».

Para la cineasta Nancy Meyers, que lo dirigió junto a Jack Nicholson y Diane Keaton en «Alguien tiene que ceder», la honestidad de Reeves tiene un fuerte atractivo.

«Se emocionó mucho cuando conoció a Diane. Creo que en realidad se sentía atraído por ella. Entrevisté a muchos actores para el rol de Keanu (un médico cardiólogo que se enamora de una mujer mayor que él) y todos estaban preocupados con el tema de la diferencia de edad entre los personajes. Esto nunca le molestó a Keanu», dijo Meyers.

La directora recordó una de las escenas en la que Keaton besa a Reeves por primera vez. «Quería que la reacción de Diane fuera más bien de curiosidad y cautela. Pero cuando Keanu la besó, ella terminó besándolo apasionadamente. Tuve que parar las cámaras y recordarle cómo debía ser la escena», afirmó.

Para Sandra Bullock, que actuó con Reeves en el filme de acción «Máxima velocidad», el actor no sólo conquista a las mujeres, «las entiende y las ama».

A nivel personal, Reeves atravesó por momentos dolorosos cuando su novia Jennifer Syme perdió su embarazo en 1998 y en 2001, después de su separación, murió en un accidente de auto.

«Cuando comenzamos a rodar 'The Matrix', Keanu sufrió una serie de tragedias. Pero su fuerza interior lo sacó adelante», opinó el productor Joel Silver. «Para mí, Keanu es Neo (personaje principal de The Matrix). Me encanta su imagen segura, la fe que se tiene a sí mismo», concluyó.


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