La 25: dos décadas en la ruta eterna del rocanrol

Entrevista: La 25 llega a Neuquén

La gran gira nacional de La 25 que los traerá el próximo fin de semana a Neuquén empezó allá por febrero en Baradero, siguió con otros 21 conciertos en los siguientes siete meses para cerrar el 26 de noviembre en el estadio de Atlanta. La cita en la región será este viernes a las 21 en Tiket (avenida Olascoaga y Purmamarca), de Neuquén.

Con veinte años de trayectoria la banda de Quilmes está conformada hoy por Mauricio “Junior” Lescano en voz y guitarras; su hermano Marcos, en viola y coros; Darío Bruschi, en acústica; el bajo y los coros de Diego Reinholz; Heber Darío Vicente, en batería; la armónica de Juan Ildarraz; los saxos de Claudio Pinto y Alejandro Chomicz, el trompetista Marcelo Barletta, Ricardo Palumbo en los teclados y Hugo Rodríguez en guitarras y coros, con quien dialogó “Río Negro”, a minutos de retirar a su hijo mayor de la escuela.

P- Cuando la tierra esté en mis pies / y en mi sendero vuelva la luz, / llegaré hasta este lugar, / me parece, he estado ayer, decís al comienzo de “Mil canciones”, el cuarto tema de “Así es el rock and roll” (02). que también aparece en los CD “Vivo x La 25”, recientemente editados, junto a un DVD.

R- Precisamente, “Mil canciones” fue el corte de nuestro nuevo disco en vivo, y si bien quedaron temas afuera, es como un resumen de toda la carrera de la banda. Así que si uno de los temas emblemáticos es ese, realmente lo sentimos de ese modo. Como en “Ruta 25” también tenés “me parece haberte visto alguna vez aquí”. Sí, cuando uno está en una ciudad y en otra, va conociendo gente ese día como si fuera desde hace bastante tiempo atrás. Todo por el hecho de la familiaridad que da la música, totalmente.

P- Repasando imágenes del video aparecen banderas de Mendoza, Berazategui, de otras ciudades de provincia, identificando un conglomerado fiel que los sigue…

R- Mientras fueron pasando los años, se fue entendiendo que lo importante es La 25, y que, desde un lado, la formamos todos. Si yo creo que es por mí, Junior por él está, y lo mismo para el que viene de San Juan o de Avellaneda… Si cada uno se cree La 25, se arma una rivalidad y creo que logramos separar la banda, sus temas y en esa, respondemos todos. No hay nada personal, es una comunión que se da, de respetar los espacios donde estamos, las provincias. La otra vez, estuvimos en Tierra del Fuego y la mayoría fue de Río Grande, después anduvimos por Corrientes en un festival grandísimo (10 de setiembre, Taragüí Rock) y había un montón de chaqueños y nosotros saludamos a todos por igual, aunque alguno chifle un poco. Estamos afuera de la división entre provincianos. Eso se entendió e hizo que nos sintamos entre amigos…

P- En Tolhuin (17-9) fueron más de dos mil quinientas personas, notable en un pueblo con alrededor de tres mil habitantes.

R- Sí, no lo podemos creer. Se vuelve a reflejar lo de “ he estado ayer”, por las banderas, y si no me equivoco fue la primera vez que una banda de rocanrol tocó allí. Veías a la gente y decías que ya conocían la película. Tocamos al aire libre a eso de las once de la noche, con cinco grados bajo cero.

P- Cuando estás solo, pensás qué te va dejando este tiempo de nómade musical, lejos de la familia. Este año, salvo enero y diciembre, el resto anduvieron tocando.

R- Yo me comprometí de movida con el proyecto, igual que Marcos, Junior, los que arrancamos con esto desde un principio… Siempre tuvimos claro que tiene eso que dijiste, irnos, dejar la familia que ya nos conoció así y adoptó esa forma de vida. Cuando regresamos a casa, tratamos de pasar el mejor tiempo con ella. Lo que nos lleva a subir a un micro e ir a lugares desconocidos y que el público nos trate tan bien, tiene un valor que hace que al regresar, tengamos ganas de volver a salir y tocar. Mientras estén esas ganas y ese afecto, lo seguiremos haciendo. En realidad, me va dejando experiencias nuevas, conocimientos al haber recorrido todo el país llevando nuestra música. Me va dejando amistades, aprendizaje, un montón de cosas.

P- Se aprende a vivir lejos de los afectos, también, de cuestiones diarias que a más de mil kilómetros de distancia resulta imposible manejar.

R- Eso también depende de tener un buen sostén familiar. Sí, nos ha tocado irnos en épocas jodidas, pero hay que asumir ese papel y andando lejos, a nuestra manera estamos presentes. Igual, uno va tomando responsabilidades. Hoy vos conocés la banda porque también fuiste profe de Herman (Ringer, violinista en el último trabajo discográfico de La 25) y ves que nos hemos nutrido de personas que tocando son unos monstruos. Podés formar la mejor banda del mundo, pero si no respondés a los cambios, quedaste fuera del circuito. Hay que estar a la altura musical. Si no te formás para acomodarte a las situaciones nuevas, se nota.

P- La convivencia grupal también se debe aprender.

R- Sí, la verdad es que tenemos un grupo bárbaro, hace mucho tiempo que andamos dando vueltas y nos apoyamos entre todos. Nosotros siempre bajamos ese mensaje y hoy la banda es así, nos conocemos, sabemos qué le molesta al otro y tratamos de pasarla lo mejor posible.

P- ¿Tu hijo mayor (siete años), te pregunta por tu trabajo?

R- El viene a verme, como los hijos de mis compañeros, y por ahí se va enfilando para algún instrumento. Son muy despiertos. A los míos les gusta el fútbol y también la música, pero no los presionamos. Que hagan lo que les va gustando y los apoyamos. Están todo el tiempo conmigo, imaginate.

P- Vos jugaste con la 9 de Quilmes en el Nacional B, cuando ascendió en 1991.

R- Claro. Si ellos siguen mi camino, contento, los apoyaría pero también les diría que siempre tengan los pies sobre la tierra. Porque la gente sobrevalora lo que somos y si te lo creés, estás en un problema. No es así y yo les diría que hagan lo que les gusta pero que no piensen que todo es tirar manteca al techo. Si tocás y pensás que sos Charly García, no vas a durar mucho, me parece. Hay un montón de personajes que venden una película y para ser un roquero hay que vivir de una manera determinada y la verdad no es así. Me llenaría de orgullo que sean buenas personas, después sí los voy a impulsar para que estudien. Música, arquitectura, lo que sea, para asegurarse algo y después que hagan paralelamente lo otro, de lo contrario se les va a complicar…

Las entradas, a 350 pesos, en venta en: Límite Sur y Viejo Oeste (Neuquén), Malibú, (Cipolletti), Malek (Centenario), Hey Jude (Roca) y Generación Mutante (Cutral Co).