La banda de narcos y policías de Neuquén nunca detuvo la venta de drogas

Once personas, entre civiles y policías, irán a juicio oral por tráfico y comercialización. Se conocen más detalles de la banda.

La fiscalía federal declaró cerrada y lista para ir a juicio la causa penal contra siete civiles y cuatro policías de Neuquén que integraban una banda dedicada a la venta de cocaína en la ciudad.

La novedad es que si bien el grueso de la banda mixta fue desbaratada en diciembre del 2020, una parte continuó en actividad y nunca dejó de vender estupefacientes por lo que se supone que mantuvo el financiamiento de los integrantes de la organización.

Recién en febrero de este año, durante un allanamiento, dos personas fueron detenidas con cocaína y dinero en efectivo en su poder en el inmueble de la calle Tierra del Fuego 1243, según consigna la investigación de la fiscalía.

El líder de la banda, sobre cuyas actividades informó ampliamente Río Negro, es Omar «El Turco» Asef (49) un expolicía que estaba en pareja con Florencia Soto (26). Ambos compartían una vivienda en Vista Alegre. El 19 de marzo de 2019, la mujer apareció muerta de un balazo en la cabeza. Para la fiscalía de Homicidios provincial, fue un suicidio.

Asef era el jefe directo de los policías, Catalán les pagaba un «sueldo» semanal por sus prestaciones

Asef presumía de su poder en el negocio de las drogas por la protección policial que compraba. En los audios secuestrados en la causa se lo escucha decir: “…los milicos los manejo yo amigo, los milicos van a hacer toda la vida lo que yo hago. Los milicos son fieles a mí, porque yo cuando todo el mundo los dejó tirado, cuando nadie les pagó, siempre les dí plata amigo, siempre les dí mucha guita a los milicos”.

En la cumbre de su «negocio», decía: “Papi tengo el mundo en mis manos, es mío Neuquén”.

Hoy Asef está con prisión preventiva confirmada e irá a juicio por un rosario de delitos: «organizador del delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en la modalidad de comercialización y tenencia con fines de comercialización agravadas por haber intervenido en los hechos tres o más personas organizadas para cometerlos y por haber sido cometidos por funcionarios públicos encargados de la prevención o persecución de los delitos previstos en la ley 23.737, (artículo 7 de la ley 23.737, en relación los artículos 5, inciso ‘c’, y 11, inciso ‘c’ y “d” de la ley 23.737; 45, 55, del Código Penal de la Nación)» y coautor del delito de «tenencia de armas de fuego de uso civil sin la debida autorización legal (artículo 189bis del Código Penal de la Nación)».

Los demás civiles imputados son Braian Aarón Catalán, alias O’Coner, mano derecha del «Turco»; Yamil Andrés Asef, hijo de Omar; Mariano Alejandro Carrizo, quien ocupaba un rol similar en la banda al de Yamil, y Juan Ignacio De Gennaro, vendedor en una de las oficinas.

Captura de uno de los chat entre miembros de la organización.

A ellos se agregan Aila del Carmen Rodríguez Rubilar y Carlos José Rubilar, detenidos en febrero en la casa de calle Tierra del Fuego. Son los que, según la acusación de los fiscales Cristina Beute y Diego Iglesias, siguieron con el negocio de la venta de drogas después de los operativos de diciembre, cuando cayó el grueso de la organización.

Los policías que irán a juicio son del comisario Miguel Ángel Muñoz, alias «takajara», jefe de la comisaría 18; oficial principal Christian Damián Navarro, alias «sangre»; oficial principal Pablo Ángel García Saldías, alias “soldier” o “Van Damme” y sargento Gustavo Samuel Ortega, alias “colibrí”.

El pedido de elevación a juicio de la fiscalía federal afirma que «los aquí imputados conformaron una única organización narcocriminal, que funcionó al menos desde el 24 de junio de 2019 al 3 de diciembre de 2020, con una dinámica de división de roles enmarcada en una estructura jerárquica»

Las actividades delictivas tenían «un objetivo ilícito común: la introducción de material estupefaciente, principalmente clorhidrato de cocaína, en la ciudad de Neuquén, para su posterior fraccionamiento y comercialización al menudeo, mediante la instalación de diversas bocas de expendio en inmuebles ubicados principalmente en la zona sur de esta localidad».

Los domicilios que señala la investigación como puntos de venta de droga son: Pasaje Currilipi 146, Echeverría 9, Mitre y Linares, Santa Teresa 1761 y Tierra del Fuego 1243.

La investigación fue dirigida por el Ministerio Público Fiscal federal y contó con la colaboración de la División Antidrogas Cipolletti y la División Operaciones Federales -ambas dependientes de la Policía Federal Argentina- y el Departamento de Seguridad Personal de la Policía de Neuquén.

El rol de los cuatro policías neuquinos, a cambio de un salario fijo y de otros favores, consistió en realizar allanamientos a otras bandas para barrer con la competencia de Asef y avisarle de operativos que podían perjudicar a su organización, entre otras prestaciones.


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