Preventiva y embargo para civiles y policías de la banda narco de Neuquén

El juez federal Gustavo Villanueva procesó a los nueve detenidos. Confirmó todos los detalles de la investigación fiscal y los anticipos de Río Negro.

El juez federal Gustavo Villanueva dictó el procesamiento con prisión preventiva de cinco civiles y cuatro oficiales de policías que integraban la banda narco desbaratada a principios de diciembre en Neuquén. Se dedicaba a la venta de cocaína en varias viviendas, a las que llamaba «oficinas», en especial en la zona del bajo.

Los procesados civiles son Omar Andrés Asef, expolicía, líder de la organización; Braian Aarón Catalán, alias O’Coner, su mano derecha; Yamil Andrés Asef, hijo de Omar; Mariano Alejandro Carrizo, quien ocupaba un rol similar en la banda al de Yamil, y Juan Ignacio De Gennaro, vendedor en una de las oficinas.

En cuanto a los policías, se trata del comisario Miguel Ángel Muñoz, alias «takajara», jefe de la comisaría 18; oficial principal Christian Damián Navarro, alias «sangre»; oficial principal Pablo Ángel García Saldías, alias “soldier” o “Van Damme” y sargento Gustavo Samuel Ortega, alias “colibrí”.

El juez les imputó los delitos de tráfico de estupefacientes -en la modalidad tenencia con fines de comercio y comercialización, agravado por haber sido cometido por más de tres personas organizadas y con la intervención de funcionarios públicos encargados de su prevención y persecución, y tenencia de armas de fuego sin autorización, con excepción de De Genaro.

Además de la detención preventiva, Villanueva les trabó embargo sobre los bienes y/o dinero de Asef hasta cubrir la suma de $ 2.000.000; de Catalán, Muñoz, García Saldías, Navarro y Ortega, en la suma de $ 1.500.000, de Yamil Andrés Asef y Carrizo en $ 1.000.000 y, respecto de De Gennaro en la suma de 750.000 pesos.

Todos los imputados se negaron a declarar cuando fueron citados a indagatoria.

El juez estableció que la banda funcionó al menos entre el 24 de junio de 2019 y el 3 de diciembre de 2020, mediante la instalación de diversos puntos de venta, principalmente en la zona sur de la ciudad de Neuquén, pero con posible proyección de sus actividades hacia otras localidades.

La investigación fue dirigida por el Ministerio Público Fiscal federal y contó con la colaboración de la División Antidrogas Cipolletti y la División Operaciones Federales -ambas dependientes de la Policía Federal Argentina- y el Departamento de Seguridad Personal de la Policía de Neuquén.

Al respecto el juez Villanueva destacó que la policía de Neuquén actuó «con profesionalismo, mucha dedicación y un gran compromiso». Añadió que «no es posible por ende estigmatizar a todos los que forman parte de ella por los comportamientos ilegales de unos pocos».

Al dictar los procesamientos el magistrado federal puso de resalto «el rol preponderante de dos de los integrantes de la estructura delictiva: Omar Andrés Asef, apodado “el viejo” o “Turco”, y Braian Aarón Catalán, alias “O’Conners”».

Ellos eran los encargados en el marco de la empresa criminal de decidir respecto de apertura, abastecimiento, funcionamiento, custodia y cierres de los locales de venta de droga al menudeo, circunstancia que acaecía en distintas viviendas del “bajo” de esta ciudad, lugares en los que empleados y/o subordinados eran los encargados de atender los “kioscos” y entregar la mercancía a eventuales compradores».

En cuanto a la labor de los policías, consistió en cuatro tareas: les avisaban a los cabecillas de la banda sobre allanamientos; realizaban acciones para perjudicar a los otros vendedores de drogas; los abastecían de drogas y armas secuestradas en operativos policiales, y les hacían consultas en la base de datos de la Policía de Neuquén.


«Volviste a ser el comisario corrupto»


Como ya informó Río Negro, los audios telefónicos fueron uno de los pilares de la investigación. Uno de ellos permitió conocer la particular relación entre Asef, líder de la banda, y el comisario Muñoz, quien actuaba como su subordinado.

El contexto del diálogo es el siguiente: Asef le había pedido a Muñoz que allanara un kiosco de venta de drogas de la competencia, y el comisario se demoraba. Entonces el «turco» lo apretó:

“Vos sos comisario Taka, un allanamiento de mierda, ¿cuánto tiempo te estoy pidiendo para que me hagas un allanamiento a una oficina de mierda?. Taka, vos antes yo te decía algo, plack allanamiento, plack allanamiento. Ahora tengo que esperar 20 días y vos sabes que hay FT [en clara alusión a dinero] Taka vos te haces tu sueldo. Vos hacés mérito y cobrás más Taka. No es mala onda, amigo. No es que yo esté enojado ni nada por el estilo, pero son cosas claras, Taka. Sos un tipo grande viejo. Trabajás con esta empresa hace cinco años Taka. ¿Qué querés, que vaya con la v… mía en la mano y te c… Taka?. ¿Como en los viejos tiempos?”.

El juez señala: «Se infiere en estos audios que la mecánica solicitada por el líder no era novedosa».

Cuando Muñoz cumple con el allanamiento, Asef desborda de alegría:

«Te quiero. Gracias Taka. Por fin la c… de tu hermana, por fin, Taka volviste a ser el comisario corrupto de antes, eso es lo que vale. Me emocionas mirá, se me caen las lágrimas”.


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