La calle Buenos Aires todavía espera su inauguración

El emblema tradicional, la calle Buenos Aires, marca el rumbo cotidiano de los viedmenses y de sus visitantes. Sin embargo, el proyecto de modernización nació, luego fue concluido, y se mantiene bajo el signo de la polémica. Es que la ignorancia sobre su apertura oficial y el cierre administrativo en cuanto a los papeles de la obra por 16 millones de pesos, tiene carácter universal.

“Creo que la inauguración no se va a concretar, y sería ridículo pretender que se haga”, sostuvo el presidente de la Cámara de Comercio, Turismo y Producción de Viedma, Agustín Moggio.

El directivo dijo desconocer el motivo ante una consulta de “Río Negro”, a la vez que hizo referencia a que existen cuestiones pendientes en cuanto a la administración de lo que ahora -en la práctica usual- se transformó en un nuevo complejo comercial que es asiduamente visitado.

Algunas versiones extraoficiales indican que los trabajos tuvieron una “recepción provisoria, y que se encuentran en período de garantía” aunque cuando se intentó obtener una precisión no hubo respuesta por el ente gubernamental administrador, en este caso la Unidad Provincial de Coordinación y Ejecución del Financiamiento Externo (Upcefe).

A este organismo se le consultó -en vano- desde cuándo existe una “recepción provisoria” y por cuánto tiempo es el período de garantía.

Asimismo, se preguntó si existen reclamos por parte de la Upcefe a la contratista Planobra sobre la realización de algunas tareas de soterramiento de coaxiles de servicios públicos y acerca de supuestos incumplimientos en pagos a terceros contratistas.

El acto oficial estaba previsto para mediados de mayo pasado, y sufrió dos postergaciones. Una por el viaje que el gobernador Alberto Weretilneck realizó a China como parte de la comitiva que acompañó al presidente Mauricio Macri en momentos que se acordó la instalación de una central nuclear en Río Negro. Y posteriormente como consecuencia de los violentos incidentes registrados el 24 de ese mes frente a la Legislatura provincial cuando manifestantes de ATE buscaron interrumpir la sesión que trataba la aprobación del Plan Castello.

Este proyecto surgió por iniciativa del fallecido intendente Jorge Ferreira, y merced a su gestión ante el gobernador Miguel Saiz, fue incluido en un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En el curso de ese lapso burocrático, sufrió un recorte presupuestario.

Pues, de casi siete cuadras que ocupa esta arteria, se concluyeron menos de cinco, entre la intersección de la calle Álvaro Barrios donde se ubica la plaza Alsina, y la avenida 25 de Mayo. Fuera del monto quedó también la modernización de esta última arteria y el muelle de lanchas.

Otro pecado burocrático

La participación privada para darle vida al nuevo viaducto está transitoriamente aplazada. Junto con la puesta en funcionamiento oficial, debía otorgársele al sitio la figura de Centro Comercial a Cielo Abierto impulsado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Se trata de espacios en áreas urbanas definidas en las que se encuentra una adecuada densidad de comercios, que mediante obras públicas – remodelación de veredas, control de cableado aéreo, eliminación de contaminación visual, incorporación de mobiliario urbano, reorganización de desagües pluviales-, convierten el lugar en un atractivo paseo de compras.

Este modelo facilita, a la vez, mejor calidad de vida en los centros de las ciudades y permite combinar adecuadamente actividades culturales y sociales que posibilitan recobrar la identidad de cada ciudad o de los barrios de una localidad. Por esa razón es que en otros sitios de la Argentina se está trabajando en proyectos similares.

Entre sus particularidades se contempla la aplicación de un bono de fidelización a los comercios adheridos que tiende a materializar todo tipo de descuento otorgados por los comerciantes a su público consumidor. Para ello toda persona que compre en los comercios del Centro Comercial a Cielo Abierto recibiría bonos denominados “Comerchees”, con los cuales podrá integrarlos a posteriores compras en cualquiera de los mencionados comercios.

El derrotero de la obra durante una década

16 millones de pesos se invirtieron para la obra.

La idea original data de 2007.

El levantamiento del antiguo asfalto comenzó el 19 de octubre de 2015 para dar lugar a un funcionamiento semipeatonal con pasaje de vehículos y paradas de pocos minutos de proveedores.

Luego de permanecer varios meses neutralizada desde el punto de vista comercial, y debido a lentas modificaciones en su infraestructura y estética, los operarios comenzaron a retirar el obrador en los primeros días de mayo de este año.

La Provincia -como administradora- tuvo que dar explicaciones en más de una oportunidad ya que se puso en duda la solidez de la contratista.

Planobra entró en proceso de quebranto, y por caso en mayo pasado se retiró de la obra de refuncionalización de la calle Mitre de Bariloche dejando a los obreros sin la paga.