«La catástrofe pudo haberse evitado» concluyó un informe independiente ordenado por la OMS

Desde hace 8 meses este grupo de expertos analiza el impacto socioeconómico y de salud a nivel mundial. Los principales cuestionamientos apuntaron contra la misma OMS, Europa y Estados Unidos.

Fueron contundentes las conclusiones a las que arribó un panel de 13 expertos independientes convocado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para analizar la actuación del propio organismo y de los gobiernos del mundo frente la pandemia de Coronavirus. El informe se llama «COVID-19: que sea la última pandemia” y fue coordinado por la exmandataria de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, y la exprimera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark.

Durante la presentación del documento, Clark dijo que la emergencia global podría haber sido declarada el 22 de enero, tras la primera reunión del Comité de Emergencia de la OMS, pero que «la mayoría de gobiernos optaron por esperar a ver lo que pasaba». Empezaron a actuar cuando vieron que las unidades de cuidados intensivos se llenaban pero «ya era demasiado tarde», señaló.

Desde septiembre del año pasado, el Panel Independiente para Preparación y Respuesta ante una pandemia ha venido analizando el impacto socioeconómico y de salud a nivel mundial que la Covid-19 nos está dejando. Para eso, en los últimos 8 meses realizó cientos de entrevistas.

El informe fue encargado por la OMS para evaluar su propia actuación ante la pandemia.

Como primer punto indicó que sigue siendo un «desastre global. Y lo que es peor aún, era un desastre evitable». Los principales cuestionamientos apuntaron contra la misma OMS, Europa y Estados Unidos por no haber declarado la emergencia sanitaria internacional a tiempo aunque admitió que «la Organización Mundial de la Salud tenía poco poder» y que «el liderazgo político global estuvo ausente».

«El Panel Independiente ha encontrado eslabones débiles en todos los puntos de la cadena de prevención y respuesta. La preparación fue inconsistente y con fondos insuficientes. El sistema de alerta era demasiado lento y demasiado modesto», agregó.

El informe también elevó el pedido a los países más ricos para que donen 1.000 millones de dosis de vacunas a los más pobres y que financien un mecanismo internacional que mantenga una capacidad de respuesta continua frente a posibles pandemias.

Con respecto al daño económico de la pandemia, el grupo de expertos concluyó que es «incalculable» y que las respuestas instrumentadas profundizaron las desigualdades.

La exprimera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark.

Otras conclusiones:

– Hubo «un cóctel tóxico» de vacilaciones y mala coordinación que hizo que las señales de advertencia no fueran atendidas.

– Las primeras respuestas al brote detectado en Wuhan, China en diciembre de 2019 «carecieron de urgencia».

«Febrero fue un mes perdido en el que muchos más países podrían haber adoptado medidas serias para contener la propagación del SARS-CoV-2″.

– Las instituciones «fallaron en proteger a las personas».

– Los líderes que negaron los argumentos científicos erosionaron la confianza pública en las medidas sanitarias.

Por último, planteó que lo esperable es que sea la última pandemia y que para ello el sistema de alarma global necesita una urgente revisión.


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