La cláusula desconocida que condiciona un acuerdo con el gremio docente en Neuquén

Fue firmada por el resto de los gremios. Qué dice la letra chica que se trasladó a la negociación con los docentes.

El conflicto docente parece estar estancado en Neuquén. Las clases que debían comenzar el 3 de marzo no tienen un desenlace a la vista. El gremio ATEN endureció su planteo, pese a que entienden que no están lejos las posiciones para arribar a un acuerdo, y el gobierno fue tajante en ratificar que la oferta presentada fue definitiva. Si para una de las partes no hay una distancia superlativa, ¿qué impide acercar posiciones? Un cláusula acordada por los gremios estatales ATE y UPCN podría ser la respuesta.

La última propuesta del Ejecutivo incluyó una suba del 12% sobre el valor punto y adicionales remunerativos a partir de marzo (en la primera el ofrecimiento había sido del 10%), una suma mensual en negro de 3.500 pesos equivalente a 2.636 puntos en el año y una bonificación extraordinaria de 5.000 pesos de bolsillo para el cargo testigo de 25 horas y proporcional a las horas trabajadas.

Según los cálculos extraoficiales se trataría de una suba global del 28% para los cargos iniciales. Según los números del gobierno, incluso, podría superar ese porcentaje en un par de puntos. El pedido de ATEN era del 36%, pero tratándose de una recomposición sobre el año de la pandemia y con la posibilidad de volver a negociar en julio, las diferencias no parecen sustanciales, siempre y cuando las partes estén dispuestos a acordar.

La oferta que acercó la ministra Vanina Merlo y su par Guillermo Pons implica para la Provincia una erogación cercana a los 4.500 millones de pesos sobre la masa salarial. Arribar a lo que pretende el gremio docente, según surgió de los debates previos, implicaría unos 1.500 millones de pesos más.

Si bien el monto es significativo, no parecería ser una erogación fuera de rango. Pero acá es donde entra la cláusula de la que poco se conocía hasta el momento y que se convirtió en una verdadera traba para desatar el conflicto docente.

Los gremios estatales ATE y UPCN, que firmaron sus acuerdos salariales el 26 de febrero, aceptaron incorporar una cláusula para evitarse un descontento con sus afiliados.

«El PEP (Poder Ejecutivo Provincial) asume el compromiso que en caso de arribar a un acuerdo con condiciones superadoras con otra entidad gremial, será trasladada a los sectores representados» por el gremio firmante del acta.

Si bien la clausula, que figura en los actas de ATE, UPCN y Viales, tiene cierta ambigüedad en su redacción es un salvavidas para las conducciones gremiales firmantes en caso de que haya acuerdos superadores a los alcanzados tempranamente con el Ejecutivo. Históricamente el gremio docente fue el que marcó la pauta salarial estatal en la provincia, por eso el ítem también puede leerse con un guiño a quienes accedieron a solucionar rápidamente sus demandas salariales, con una suerte de «cláusula gatillo».

Las mejoras que pudiera alcanzar el gremio docente, de aplicarse la cláusula en forma literal, deberían ser trasladadas a ATE y UPCN. De esa forma las erogaciones del Poder Ejecutivo pasarían de 1.500 a 4.500 millones, lo que se convierte en una suma que mete presión a las cuentas del Tesoro.


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