La economía frente a un panorama desolador en los próximos meses

Economistas consultados por RÍO NEGRO advirtieron que la recuperación demorará. Y anticiparon más pobreza y desempleo.

Tras la continuidad de la cuarentena por el coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y otras regiones del país y con ya más de 100 días de parate casi total, diversos economistas advirtieron que el primer semestre terminó con una caída del PBI cercana al 15% y que en la segunda parte del año se va a observar “el tendal” que dejó el aislamiento obligatorio en el país, con una desocupación estimada para fines de 2020 superior al 14%, un pobreza de un nivel de alrededor del 50% y un derrumbe económico en todo el año que oscilará entre el 14 y el 17%.

Así lo expresaron a RÍO NEGRO distintos economistas consultados acerca del balance que se podía hacer del primer semestre del año y perspectivas de la segunda mitad de 2020, en un contexto del país y a nivel global quizás el más dramático desde la gran depresión de 1929.

Para trazar un balance del primer semestre, la economista Melisa Sala, de la consultora LCG, advirtió que “la economía está operando en el nivel más bajo desde 2005. Podemos presumir que en un piso, dado que el dato de abril refiere a momentos en los cuales el confinamiento era bien estricto”.

“Pero aun cuando en los próximos meses pueda esperarse un mínimo rebote, será muy mínimo. Estimamos una caída del PBI no menor al 15% en 2020, quizá más cerca de -17%. Pero, aun en este contexto, el desafío grande vendrá en 2021. Asumiendo que posibles rebrotes de covid-19 no obliguen a nuevas cuarentenas, no creemos que la recuperación a niveles previos pueda alcanzarse fácilmente. Esperamos que 2021 refleje un crecimiento, pero solo por rebote”, recalcó la economista.

En ese sentido apuntó que “de hecho, entendemos que el año que viene el Gobierno se enfrentará al dilema de decidir qué crisis afrontar: la de poner un freno a la actividad a partir del desafío de corregir la cuestión fiscal y absorber los pesos excedentes o no hacerlo e imprimir más presión a la dinámica de precios”.

Datos

50%
es el índice de pobreza estimado para fin de año. El Gobierno anticipó que no podrá medirla.
14%
es el índice de desocupación con el que podría terminar el año, según estimaciones privadas.

El economista Aldo Abram, de la Fundación Libertad, enfatizó que “el resultado del primer semestre es malo, pero lo que preocupa es el diagnóstico que pretende imponer el Gobierno en el sentido de que esto que estamos viviendo, esto tan malo, es producto exclusivamente de la pandemia”.

“El diagnóstico del Gobierno es que la cuarentena es la causa de este desastre y yo creo que no es tan así. Hay que recordar que el primer trimestre de este año la economía cayó casi cinco por ciento contra el último trimestre del año pasado. Entonces es cierto que no veníamos bien, que se enfermó nuestra economía, pero la verdad es que teníamos patologías anteriores que nadie quiere curar, y cuando uno se enferma de covid, el daño es mayor: en términos económicos, sería tener una crisis terminal”, expresó Abram.

El especialista fue categórico al considerar que “lo que vamos a ver pronto es un desempleo superior al 15%, un nivel de pobreza de casi la mitad de los argentinos”. “Si nos quedamos con el diagnóstico del Gobierno estamos sonados, porque ahora están diciendo bueno, en mayo hubo algo de recuperación, lo cual es una mentira, porque lo que uno va ver en las próximas cifras es un leve incremento de algo, muy bajo, con respecto al mes de abril, pero después ¿cómo hacemos para sacar a los argentinos de la pobreza o bajar el nivel de desempleo del 15 por ciento”?, se preguntó.

Pronóstico sombrío

Abram trazó un panorama muy sombrío para el segundo semestre, al considerar que de cara a ese período queda una situación económica y social sumamente grave.

“Puede ser que se acuerde el tema de la deuda, quizás haya una leve mejora en algún sector, porque además la gente ahorre un poco menos y pueda haber un poco de movimiento. Yo veo muy difícil que el segundo semestre no veamos una caída para entrar en crisis nuevamente si no se empiezan a resolver los problemas de fondo. Si no se avanza en las reformas estructurales la Argentina está condenada a tener una crisis sumamente profunda, que yo la veo iniciándose en el segundo semestre del próximo año e incluso un poco antes”, sentenció el economista.

En una sintonía similar, María Castiglioni, economista y consultora, fue enfática al sostener que “lo que vemos es que el primer semestre va acumular una recesión o caída del PBI del orden del 15”.% “La realidad es que algo se atenuó en mayo y junio con cierta reapertura de la cuarentena, pero en julio vamos a tener un retroceso con la cuarentena en el AMBA. Sin dudas, un primer semestre es para el olvido. Si uno mira punta a punta contra diciembre es peor la caída: da cerca del 20 por ciento”.

Sobre este último punto, Cstiglioni acotó que “ya en marzo hubo un efecto de la pandemia, pero en enero y febrero, no había pandemia y ya venía cayendo. Hay que considerar que la economía durante el año pasado repuntó abril, mayo, junio, julio, hasta los primeros días de agosto, pero después de las PASO allí se empezó a caer en forma constante, sin ser una debacle”.

“Para el segundo semestre y la pospandemia nosotros vemos alguna recuperación desde el subsuelo, aunque con leve retroceso también en julio. Mucho depende de las medidas que adopte el Gobierno. Entonces, podría haber alguna recuperación mensual a partir que se empiece a liberar la cuarentena, pero de todas formas, los niveles de recuperación van a estar terriblemente bajos”, subrayó la economista.

Castiglioni anticipó que “en julio el nivel de actividad estimamos podría caer un 23%, un 18% en agosto y el año va a cerrar en 14% de caída. Y el desempleo va a terminar el año alrededor del 15%, pero es difícil estimar”.

“Hay que considerar que hay muchos empleos que no se pierden porque están todas las trabas, como prohibición de despidos, doble indemnización. Aunque también va haber una catarata de quiebras. No se va a poder mejorar si se quiere aplicar más impuestos al sector privado y manteniendo 15 tipos de cambio”, agregó la economista.

Por último, Jorge Neyro, titular de la consultora ACM, consideró que la economía en el primer semestre hay que definirla en tres planos, relacionados. “Está el efecto del covid en el aparato productivo, los ingresos y en el mercado laboral. Esto es algo muy pesado porque tiene efectos muy rápidos en el bienestar de la gente. Eso requirió muchas medidas del Gobierno, del esfuerzo social, y mucho esfuerzo por el aislamiento. Después está el tema del aumento del déficit fiscal y la emisión monetaria. Y la situación fiscal en el comienzo de la gestión no era mala, porque además se corrigió bastante con el impuesto PAIS sobre la compra de divisas y algunos otros impuestos mantuvieron un resultado bastante equilibrado”, resaltó Neyro.

Al evaluar la situación de crisis del primer semestre, el consultor admitió que “por más que se hayan tomado algunas medidas, el efecto de recesión fuerte va a seguir durando, con una caída muy fuerte, similar a la de 2001, por otras razones, por otras cuestiones”.

“Ahora hay sectores muy maltratados que por ahí en el 2001 no estaban tan así. Digamos los bancos ahora están sólidos, en el 2001 eran un incendio, pero por ahí el que vendía ropa en la feria quizás en ese momento le iba mejor que ahora”, manifestó.

Para el economista, el último plano del primer semestre tiene que ver con la situación inflacionaria, que mostró un descenso, aunque por la misma naturaleza de la pandemia”.

Neyro agregó que “para el segundo semestre hay que ver cuánto tiempo va a durar la cuarentena, pero es factible que quizás en forma paulatina se pueda recuperar, pero reitero en manera muy lenta y va a faltar mucho para tener un nivel de actividad económica pueda generar inversión y empleo”.


El gobierno dice que no podrá medir la pobreza


El gobierno nacional advirtió que no tiene cifras reales de pobreza en el país y que el Indec no podrá medirla con eficiencia debido a la imposibilidad de realizar encuestas presenciales por el coronavirus. Así lo aseguró el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien sin embargo reconoció que los datos que dará a conocer el Indec en septiembre, respecto al primer semestre 2020, “van a dar sin dudas un aumento en la pobreza y en la desigualdad”.

El Indec terminó de relevar el martes la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del segundo trimestre de este 2020. De allí saldrán los indicadores sociales que incluyen la medición de pobreza e indigencia del primer semestre que se conocerá recién en dos meses. Según informó el Ejecutivo, en la gran mayoría de las provincias del país el sondeo del Indec se realizó de forma telefónica.

“El Indec midió un 35% de pobreza en el último semestre de 2019, pero en el último trimestre era de 38,7%. Está claro que subió la pobreza, no hay ninguna duda. Nosotros a principios de año teníamos 40% de pobreza general y 50% en los niños, pero es muy difícil tener números reales porque no se pueden hacer encuestas presenciales”, dijo el ministro Arroyo en una entrevista radial en los últimos días.

Según el Indec a fines de marzo, el índice de pobreza alcanzó al 35,5% de los habitantes en el segundo semestre del 2019, 3,5 puntos porcentuales más que el registrado en igual período del año anterior. La indigencia medida entre julio y diciembre del año pasado fue de 8%, 1,3 puntos más que el 6,7% del segundo semestre de 2018.

Arroyo aseguró que el gobierno comenzó con un 40% de pobreza, dato que sólo informó el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.


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