La jueza Fontela dijo que estaba “desbordada” y que limpiaba hasta el baño

La magistrada de El Bolsón es sometida a juicio político. Hoy se defendió y habló de la falta de personal en el organismo. Negó ser "maltratadora" aunque admitió tener un lenguaje poco apropiado para el cargo.

La jueza multifueros de El Bolsón, Erika Fontela, se defendió hoy de la acusación por la que llegó a juicio político y habló de un cuadro de estrés, “desborde” y sobrecarga de tareas que la llevó incluso a “limpiar el baño” del juzgado por falta de personal.

Fontela, que fue suspendida del cargo en 2019, está acusada por graves desórdenes de conducta y mal desempeño de funciones y hoy participa del jury que lleva adelante el Consejo de la Magistratura en Bariloche. La jueza fue denunciada por empleados del juzgado y abogados particulares.

La jueza se presentó en persona en la sala de tribunales junto a su abogado defensor Rodolfo Rodrigo e hizo una férrea defensa de su accionar al frente del organismo judicial en El Bolsón: “Nunca fui violenta”, insistió y remarcó que se encontraba “desbordada” y con un cuadro de estrés por la multiplicidad de tareas.

Según relató, en el juzgado que lideraba en 2018, no había personal para determinadas tareas y no contaba con letrados ante la licencia de dos personas por estrés. Por eso, justificó haber solicitado tareas que no se ajustaban al cargo a empleados del organismo aunque aclaró que no fueron pedidos de tareas “denigrantes”.

“Había empleados que tenían tareas por fuera de lo que la ley ordena porque no había quien lo pudiera hacer. En 2018 estuve sin secretario, sin jefe de despacho, sin jefe de división, concretamente con cargos de escribientes, lo que significaba que no solo tomaba las audiencias”, enumeró Fontela y agregó que ese año “además de no tener personal que me pudiera ayudar, tenía que hacer todas las tareas, hasta limpiar un baño”.

Respecto a la denuncia de los empleados, la jueza dijo que le fue “muy difícil” de admitir por lo cual requirió asistencia psicológica. “No soy una persona de maltratar, no me nace el maltrato, sí debo reconocer que tengo un vocabulario un poco no adecuado al lugar donde estaba”.

“Estaba desbordada”, insistió Fontela en varios tramos de su defensa y dijo que hizo saber a los superiores de que no contaba con personal en el juzgado. También señaló que trabajaba “por lo menos 10 a 12 horas por día y a diferencia de otros jueces, desde que asumí estoy de turno todos los fines de semana. Soy la única jueza de El Bolsón, no tengo quien me suplante”, esgrimió al referirse a su tarea cotidiana en 2018, cuando surgieron las denuncias en su contra.

También la magistrada indicó que en el inicio del procedimiento, ante las denuncias, no fue consultada ni informada por superiores para revertir la situación y apuntó que el detonante de su malestar y “desborde” ocurrió tras una publicación de la prensa en la que supuestamente el camarista informó que los “empleados estaban quemados” y tenía “un atraso de 60 sentencia”.

Ante un hecho puntual denunciado por el abogado José Luis Bianco, en el contexto de una intervención vinculado al acceso a Lago Escondido, la jueza justificó su actuación y dijo que le generó “malestar” el retiro del letrado de una audiencia. “Si le dije que era un traidor o no, sinceramente no lo recuerdo, en ese momento estaba ofendida por la situación”, argumentó.

Consultada por su abogado defensor, Fontela dijo que revisó su carácter en este tiempo fuera de la actividad y que «con el nivel de estrés con el que estaba, no me pude adecuar a determinadas pautas que la sociedad pide de un juez«.

Fontela tomó licencia por estrés en abril de 2019 y en mayo fue suspendida del cargo.


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