La pasión hecha cerveza

Lúpulo Negro es la marca que comercializa Miqueas Trani. Después de varios experimentos encontró el sabor ideal que lo caracteriza. Todo el proceso de producción es artesanal.

Lúpulo Negro es una fábrica de cerveza artesanal que nace producto de un camino de emprendimientos cerveceros de Miqueas Trani. Hace 7 años que el proyecto se empezó a gestar cuando Miqueas le sacaba de la cocina las ollas a su madre e improvisaba cocinando para llegar a la cerveza anhelada.

La vida lo llevó a trabajar en una fábrica de cerveza artesanal, donde aprendió mucho y contribuyó a su crecimiento. Con las herramientas que adquirió en la fábrica, emprendió el primer punto de recarga en Neuquén: Black Hop. “Me tomó días sin dormir, pero instalamos el growler y nos fue muy bien. Intenté darle una vuelta de rosca para que no sea solamente una despensa de birra o un kiosco cervecero, yo quería que sientas una experiencia al tomar la cerveza. Para eso necesito atención exclusiva, para explicar de qué es la birra, cómo es la historia y transmitir esa pasión”, explicó Miqueas Trani.

Al tiempo llegó el boom cervecero donde se instalaron múltiples centros de recarga de cerveza artesanal, pero sin la explicación de los procesos de la bebida lupulosa. “Se ensució el concepto, porque empezaron a vender cerveza rubia, roja, negra. Abrieron tantos negocios, con tanto desconocimiento que vi cómo había cambiado todo en un año y medio y me di cuenta de que ya no me sentía parte”, agregó.

El maestro cervecero sintió que ya era momento de abrir su propia fábrica. Luego de 6 meses de búsqueda del lugar, cálculo del presupuesto e instalación de los bloques de cocción, se asentaron en Valentina Sur. Comenzaron produciendo 2.000 litros, luego aumentaron a 8.000 y en la actualidad producen 15.000 litros. Tienen el objetivo de llegar a los 20.000 litros este verano.

“La gente valora lo que es el concepto de lo artesanal. El tener en cuenta lo que hay detrás de ese vaso de cerveza. ¿Es una megacorporación? No”, dijo. Miqueas enfatizó en que detrás de la producción de cerveza artesanal no hay empresarios que buscan generar dinero, sino personas apasionadas por su trabajo. Lúpulo Negro tiene variedades como American Ipa, Golden Ale, Cream Ale, American Porter, American Strong y Vainilla Porter. Aunque Miqueas confesó que la variedad estrella es American Ipa que constituye el 60% de sus ventas.

La gente valora lo que es el concepto de lo artesanal. El tener en cuenta lo que hay detrás de ese vaso de cerveza”.

Miqueas Trani vende en otras provincias.

“Esa cerveza es la que más nos identifica, la verdad nosotros estamos contentos y orgullosos de eso. Cuando hacemos una cerveza lupulada estamos todos de muy buen humor”, contó.

El rubro de la cerveza -y de la gastronomía en sí- es muy exigente en términos de higiene. Por esta razón a partir de aprendizajes, aciertos y errores hay varias reglas de limpieza, función de objetos y separación de espacios para no contaminar el producto. “Tenés que acatar las normas, porque la gente lo va a ingerir. El proceso de fermentación lo hace la levadura, entonces vos tenés que darle las condiciones para que no haya otra bacteria que pueda bastardearte la cerveza”, dijo Miqueas.

El joven explicó que lo más difícil es estar en todos los procesos, en la cocción, control de higiene, el equipo de trabajo, el trato con los clientes y la comercialización en otras provincias como Mendoza, Córdoba, Comodoro Rivadavia y Rosario.

Y el primer premio es para…

Lúpulo Negro participó en la Copa Comahue donde se premian las mejores variedades de cerveza artesanal. En el 2018 ganaron la medalla de bronce con Black Ipa; en el 2019 tomaron revancha y ganaron la medalla de oro.

En la cocción de la cerveza experimentaron con sabores no convencionales como vainilla porter, ipa con maracuyá, con ananá y con mandarinas.

“Me gustan las birras hechas tradicionalmente porque son reales, que se hacen con las mismas ganas, el mismo amor y arte con las que se hacen todas las birras. No puedo tomar una birra común y meterle la esencia de un sabor. Hacemos todo el proceso de forma artesanal, sin traicionarnos haciendo cosas sin corazón”.

El maestro cervecero explicó que cuando se cocina un sabor nuevo la jornada laboral comienza más temprano, se cortan las frutas, se congelan e introducen de manera artesanal.


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