La toma en Roca causó pérdidas por 2,5 millones a la UNRN

El año pasado se habló de “la toma del millón de pesos”, pero esas cifras quedaron muy desactualizadas. Los tres meses de usurpación y los sucesivos ataques a las instalaciones de Valle Fértil generaron una pérdida de 2,5 millones de pesos para la Universidad Nacional de Río Negro, según se desprende de informes oficiales a los que accedió este diario.

Un cómputo realizado por la Dirección de Administración de la casa de estudios concluyó que la afectación directa por la ocupación del Vicerrectorado en Roca fue 1.228.429,42 pesos.

Allí se incluyen todos los gastos derivados de la imposibilidad de acceder al edificio, el alquiler de equipos para funcionar en dependencias alternativas y las obras de refacción obligatorias luego del desalojo del 10 de diciembre pasado.

En tanto, 1.161.500 pesos fue el presupuesto elevado por el área de Mantenimiento para los materiales y mano de obra de las terminaciones (pintura, revestimientos y limpieza de carpinterías) del interior y exterior del edificio de Valle Fértil, vandalizado en más de una oportunidad durante el último cuatrimestre del año pasado.

A estas últimas cifras hay que sumar 16.890 pesos por una puerta dañada y 8.300 pesos por la limpieza de las cámaras de video pintadas en el marco de las protestas de los protagonistas de la toma.

En La Casona también hubo gastos extras: 9.700 pesos por la reparación de los solados de ingresos, 64.420 pesos por la reparación de las puertas históricas dañadas y 8.900 pesos por el reacondicionamiento del parque y jardines.

La suma de todos los ítems arroja la cifra de 2.498.139,42 pesos.

Según informaron en la sede Alto Valle – Valle Medio, ambos informes serán incorporados en las próximas horas al sumario abierto contra dos docentes y 15 estudiantes luego del conflicto iniciado el 12 de septiembre pasado.

Entre los pasos siguientes que se prevén aparece una elevación de las conclusiones a la Sindicatura General de la Nación (Sigen), para que analice si corresponde el reclamo de un resarcimiento patrimonial a los responsables de los daños.

Por otra parte, hoy se supo que esta semana quedará definido si los estudiantes y las docentes sumariados pueden comenzar el ciclo lectivo 2019.

Cabe recordar que sobre todos pesa una medida preventiva de suspensión, que fue recurrida en forma particular por los involucrados.

Esos argumentos serán analizados el próximo viernes, en la reunión del Consejo Directivo de Programación.

En forma paralela, el proceso sumarial interno avanza hacia la resolución definitiva.

Semanas atrás se supo que el sumariante encuadró la conducta de los estudiantes y las dos docentes como una falta grave.

Luego de haber sido notificados, los involucrados presentaron sus descargos, con pedidos de nuevas pruebas para generar. Esa instancia está en pleno desarrollo y cuando concluya, el rector Juan Carlos Del Bello tendrá que resolver sobre la situación de las docentes Victoria y Virginia Naffa, en tanto que el vicerrector Carlos Arzone deberá hacer lo propio sobre los 15 estudiantes.

Esas medidas internas podrán ser recurridas ante el Consejo Superior de Programación y finalmente, si alguno no resulta satisfecho, podrá recurrir a la Justicia para cuestionar el proceso.