La Trochita se prepara para cuando pueda volver

El recorrido de esta reliquia rionegrina se pone a punto para potenciar la actividad turística en la Región Sur. Se trabaja en la readecuación de tres estaciones.

Redacción

Por Redacción

El legendario tren patagónico cruza la estepa entre pueblos y soledades de una de las regiones más inhóspitas de Río Negro. Avanza y deja su nube larga de humo blanco, chuzada en un cielo limpio. Ahora, mientras duerme en los talleres, su camino cobra valor con las obras que se realizarán en Empalme Apeadero, Ojos de Agua y Ñorquinco.

En la Estación Empalme Apeadero, se constituirá un centro de interpretación de “La Trochita”, incorporando material informativo sobre la historia del ferrocarril de trocha angosta, y elementos ferroviarios, que representarán en su conjunto un Complejo Museográfico.

En la Estación Ojos de Agua, se realizará el rescate arquitectónico de una antigua vivienda ferroviaria, y una refuncionalización que constituirá un espacio con servicios gastronómicos de la cocina regional. Y en la Estación Ñorquinco, se dará refugio a las actividades comerciales de productos artesanales y gastronomía local.

A 15 km de Jacobacci se encuentra el Emalme Apeadero.

En todos estos lugares se diseñarán espacios funcionales y flexibles, para brindar refugio, servicios sanitarios .

Todavía no se sabe qué sucederá esta temporada, pero la posibilidad de viajar tirados por locomotoras a vapor de unos 100 años, es una experiencia que se debe vivir cuando la pandemia lo permita. Tal es así, que según versiones extraoficiales, hay consultas de un contingente alemán para venir a hacer el recorrido.

El recorrido muestra fauna, flora autóctona, colores y relieves.

La máquina, en su época funcionaba con piezas originales pero hoy en día, en los talleres de Jacobacci, se las reaconodiciona y se les hace mantenimiento continuo con mecánicos especializados.

¿Cómo es la excursión?

El tren de trocha angosta, integrado por locomotoras a vapor, fabricadas en Alemania e Inglaterra en 1922 y vagones de pinotea de la misma época, recorre 43 kilómetros. La formación realiza un ascenso para circular, en cercanías de Ojos de Agua a una altura de entre 1000 y 1200 metros sobre el nivel del mar.

Es un viaje de unas dos horas por tramo (ida y vuelta). Tiene una parada obligada en el denominado “empalme” donde operarios del Tren Patagónico realizan una revisión técnica. En ocasiones, ante el requerimiento de los turistas, suele hacer otras paradas para que puedan llevarse las mejores imágenes.


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