“Las elecciones en Bariloche y la teoría de los imanes”

Las próximas elecciones tienen en vilo a toda la comunidad, a la cual ya no le interesa si quien gane estará dos años o dos siglos; lo que quiere es que de una vez por todas volvamos a la institucionalidad municipal que defina si la luz que todos nos prometen al final del túnel es la salida anunciada o el tren que se nos viene encima y actuar en consecuencia para evitar mayores males a nuestra población. Somos invadidos a diario por anuncios. De golpe aparecieron las obras que Goye tenía en cartera (yo no lo voté)… nada nuevo, sólo estaban allí, en el escritorio del defenestrado intendente, y ahora las usan en campaña los mismos que lo sacaron hace nueve meses. Inclusive se toman el penoso trabajo de inaugurar promesas, esto es, “si me votan haré realidad lo que les prometieron antes”, “si me votan les prometo inaugurar la promesa que les hice ayer”… y así se la pasan inaugurando promesas todos los días. Lamentablemente, el interinato está siendo usado para hacer campaña, lo cual molesta a quienes quieren que en el juego democrático “todos y todas” compitan de la misma manera. Es evidente que el poder tiene esa rara y pecaminosa bacteria que infecta a quienes no están vacunados, aunque muchos y muchas lo disfrutan y no se quieren vacunar, por eso llevan a cabo actos reñidos con la ética y los deberes de un funcionario público. Viendo cómo se transmiten las fuerzas magnéticas, me puse a pensar en una teoría en la cual los imanes nos den algunas respuestas. Como todos sabemos, un imán tiene polaridad, una positiva y otra negativa. Si enfrentamos las polaridades positivas entre dos imanes, éstos se repelen, se rechazan; por el contrario, si tratamos de acercarlos a través de sus polos opuestos los imanes se unen. En las próximas elecciones tenemos candidatos a intendente que representan un lado y otro del imán, al igual que sus adherentes o simpatizantes. Los medios de prensa dan como descontado que sólo tres de los seis candidatos tienen alguna chance de ganar las elecciones, a los cuales definiremos con las letras G, M y V. Según lo que se dice en la calle –y tomando en cuenta nuestra teoría de los imanes–, se podría deducir que cada candidato tiene su polaridad, M puede ser positiva y V puede ser negativa, pero curiosamente se está viendo que G tiene ambas polaridades, por lo que atrae tanto a políticos y empresarios como a obreros, profesionales, simpatizantes, militantes y ciudadanos en general, ya sean éstos positivos o negativos (en su polaridad, claro está). Esto hace que G admita a muchos otros pequeños imanes que se le pegan a medida que pasan los días. Si esta teoría es correcta, obtendría el triunfo gracias a poseer, como el imán, una versatilidad muy importante que conforma a todos quienes se le acercan. Habrá que ver luego del 1 de septiembre si esta teoría es correcta; al fin de cuentas, sólo se trata de una teoría, la teoría de los imanes. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche

Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche


Las próximas elecciones tienen en vilo a toda la comunidad, a la cual ya no le interesa si quien gane estará dos años o dos siglos; lo que quiere es que de una vez por todas volvamos a la institucionalidad municipal que defina si la luz que todos nos prometen al final del túnel es la salida anunciada o el tren que se nos viene encima y actuar en consecuencia para evitar mayores males a nuestra población. Somos invadidos a diario por anuncios. De golpe aparecieron las obras que Goye tenía en cartera (yo no lo voté)... nada nuevo, sólo estaban allí, en el escritorio del defenestrado intendente, y ahora las usan en campaña los mismos que lo sacaron hace nueve meses. Inclusive se toman el penoso trabajo de inaugurar promesas, esto es, “si me votan haré realidad lo que les prometieron antes”, “si me votan les prometo inaugurar la promesa que les hice ayer”... y así se la pasan inaugurando promesas todos los días. Lamentablemente, el interinato está siendo usado para hacer campaña, lo cual molesta a quienes quieren que en el juego democrático “todos y todas” compitan de la misma manera. Es evidente que el poder tiene esa rara y pecaminosa bacteria que infecta a quienes no están vacunados, aunque muchos y muchas lo disfrutan y no se quieren vacunar, por eso llevan a cabo actos reñidos con la ética y los deberes de un funcionario público. Viendo cómo se transmiten las fuerzas magnéticas, me puse a pensar en una teoría en la cual los imanes nos den algunas respuestas. Como todos sabemos, un imán tiene polaridad, una positiva y otra negativa. Si enfrentamos las polaridades positivas entre dos imanes, éstos se repelen, se rechazan; por el contrario, si tratamos de acercarlos a través de sus polos opuestos los imanes se unen. En las próximas elecciones tenemos candidatos a intendente que representan un lado y otro del imán, al igual que sus adherentes o simpatizantes. Los medios de prensa dan como descontado que sólo tres de los seis candidatos tienen alguna chance de ganar las elecciones, a los cuales definiremos con las letras G, M y V. Según lo que se dice en la calle –y tomando en cuenta nuestra teoría de los imanes–, se podría deducir que cada candidato tiene su polaridad, M puede ser positiva y V puede ser negativa, pero curiosamente se está viendo que G tiene ambas polaridades, por lo que atrae tanto a políticos y empresarios como a obreros, profesionales, simpatizantes, militantes y ciudadanos en general, ya sean éstos positivos o negativos (en su polaridad, claro está). Esto hace que G admita a muchos otros pequeños imanes que se le pegan a medida que pasan los días. Si esta teoría es correcta, obtendría el triunfo gracias a poseer, como el imán, una versatilidad muy importante que conforma a todos quienes se le acercan. Habrá que ver luego del 1 de septiembre si esta teoría es correcta; al fin de cuentas, sólo se trata de una teoría, la teoría de los imanes. Jorge L. Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche

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